Evolución De La Historia
rocamexx20 de Marzo de 2014
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EVOLUCION HISTORICA DE LA TOXICOLOGIA.
PERIODO PRIMITIVO. EDAD ANTIGUA
El veneno en la caza, la mitologíay el delito.
Puede decirse que cada época histórica ha tenido su tóxico, y que los venenos han desempeñado un importante papel en la historia, sea con fines positivos (caza, exterminio de plagas o animales dañinos, medicamentos, etc.) o con fines criminales, lo cual ha hecho que su estudio, es decir, la toxicología, se haya desarrollado gradual y paralelamente a estas prácticas. Es de suponer que el hombre prehistórico ya tuvo conocimiento de propiedades tóxicas de algunas sustancias minerales, animales o vegetales. La experiencia ha enseñado al hombre qué sustancias resultan perjudiciales y cuáles no lo son tanto, y algunas de ellas fueron empleadas por el hombre primitivo para la caza y, posteriormente, con fines euforizantes, terapéuticos o criminales. Muy probablemente fueron los productos de origen vegetal los tóxicos primeramente manejados. Así, en algunos palafitos de la Edad del Bronce se han encontrado frutos del papaver. Investigaciones arqueológicas de G. Saint- Hilaire y Parrot han proporcionado conocimiento sobre el empleo de tóxicos por los hombres del Paleolítico, que impregnaban las puntas de lanzas o flechas con diferentes sustancias. Aun hasta nuestros días, los bosquimanos de África han seguido utilizando para ello mezclas de Amaryllis distichia, varias especies de Euphorbium y Acocanthera; algunos pueblos utilizaron también venenos de serpientes y de araña negra. Otras tribus africanas han empleado desde tiempo inmemorial semillas de Strophantus hispidus o Strophantus kombe. Aristóteles (384-322 a.C.) apunta el uso del veneno de víboras, y Estrabón (63-20 a.C.) el de peces. Dioscórides (siglo I) cita el uso del tejo y el eléboro (tetanizante e hipotensor), también usado por los castellanos con el nombre de «yerba de las ballestas», y como expone Scarlato (2007) se observa claramente unadiferenciación regional en el uso de estos venenos; en Japón el acónito, en Oceanía los tetanizantes y sofocantes, y en América una gran diversidad, como tuvieron ocasión de comprobar los descubridores. En la zona del Amazonas se usa preferentemente el curare y el estrofanto en las «flechas herboladas», en Colombia, Panamá, Nicaragua, Costa Rica, sur de Venezuela, Guayana, etc., se emponzoñaban flechas con ácaros (que contienen numerosos alcaloides) y venenos de reptiles, como la rana dorada, sapo minero, etc. (Dendrobates auratus o tinctorius, Phylobactes terribles o bicolor) en que los indios clavaban flechas y ponían cerca del fuego, para que con el calor segregara el veneno. Y en América del Norte, las pieles rojas y mexicas aplicaban los venenos de serpientes y alacranes.Se sabe que el emperador del Japón Shen- Nung (3.500 a.C.) poseía un jardín botánico con plantas medicinales y tóxicas; posteriormente los japoneses extraían un cardiotóxico del crisantemo. En Egipto de los faraones se utilizabandiversos tóxicos cuyo conocimiento estaba reservado a los sacerdotes, como ocurría en muchas tribus primitivas. El veneno más clásico de todos los tiempos ha sido el arsénico, en forma de diferentes compuestos, y ya figura en lo que se tiene por el texto de medicina más antiguo, escrito hace más de cuatro mil años en tablillas de barro encontradas en Mesopotamia por el norteamericano Samuel S. Kramer en 1956. En el Papiro de Ebers datado hacia el año 1500 antes de Cristo, (descubierto por el egiptólogo alemán Georg Ebers) se encuentra la documentación escrita más antigua acerca de medicamentos y de venenos, con referencias a plomo, antimonio, cobre, cáñamo índico, papaver, conina, acónito, hioscina, helebro, opio, etc. De la misma época es el papiro egipcio de Hearst, con referencias al veneno de las serpientes y de otros animales. En el Papiro de Saggarah se hace referencia a las propiedades tóxicas de la almendra amarga, que, según el Papiro del Louvre, resulta ser el ejemplo más antiguo del uso de un veneno como medio de ejecución. En los libros Veda (1500 a. C.), especialmente en el Ayurveda o libro de la Ciencia de la Vida, se encuentran citados algunos venenos y se dan recomendaciones para la terapéutica de envenenamientos con antídotos a base de miel, mantequilla, asafétida, etc. En la parte del Ayurveda denominada Surusta, se citan venenos vegetales como el oleandro y minerales como el arsénico y el mercurio, y se habla ya de acciones abortivas. Salomón (972-929 a. C.) en sus Proverbios describe perfectamente la embriaguez alcohólica. Tanto la mitología oriental, como la griega o la romana hacen frecuente empleo de tóxicos, aunque, como dice Mata: «Los dioses no envenenan ni hacen envenenar, por ser este recurso infame e indigno de la majestad de un dios». Se refiere a los dioses de la Tierra, porque los del Mar sí intervienen en suicidios y envenenamientos mitológicos. De todas maneras, las alusiones al tema son frecuentes: de la grieta del Parnaso, donde estaba el Oráculo de Delfos, se desprendía el ácido carbónico, y en algunos sitios el sulfhídrico, gases que aportaban sus propiedades farmacodinámicas a las ceremonias. Una de las flechas de Hércules envenenada con sangre de la hidra de Lerna hirió al centauro Chirón. El cazador Orion fue mordido por una serpiente venenosa. Este mismo animal muerde a Eurídice cuando huye para casarse con Orfeo. También encontramos que Anfitrite, celosa de Neptuno, envenenó las aguas donde se bañaba la ninfa Escila. La laguna Estigia exhalaba gases deletéreos y era considerada como infernal. Pero también en la tierra mitológica, la esposa de Orfeo, Eurídice, muere a causa de la mordedura de una serpiente, y la historia de Hércules repite una serie de envenamientos, e incluso su misma muerte fue por intoxicación al ponerse la túnica mojada en la sangre del centauro Neso. La historia mitológica de Medea es la de una envenadora de oficio, como lo sería, históricamente locusta Encontramos en la mitología un suicidio por intoxicación, el de Estenobea, y los asesinatos de Glauce, Teseo, Ciro, etc.Por su parte, la Biblia recoge homicidios y suicidios,e incluso leemos la recomendación deMoisés de limpiar bien de cardenillo los utensilios de cobre. En el Éxodo (7:20-21), al describir las plagas de Egipto, se recoge que las aguas del Nilo se volvieron rojas y no se podían beber, lo que ha sido interpretado como la primera referencia a una marea roja por microalgas; idéntica interpretación puede hacerse de la cita del explorador e historiador Álvar Núñez Cabeza de Vaca, al anotar (1536) que en el México precolombino se relacionaba el comienzo del año con la llegada de las mareas rojas, lo que supondría un carácter cíclico de éstas, aún no demostrado. No puede olvidarse el establecimiento en Grecia del «Veneno del Estado», principalmente la cicuta, como medio de ejecución, y Platón registró el cuadro clínico de la ejecución de Sócrates (399 a. C.) con notable exactitud, y que a Alejandro Magno su propio médico lo intentó envenenar (331 a C.). Hipócrates (460-377 a. C.), llamado el padre de la Medicina, incluye en su famoso Juramento que «... jamás me dejaré inducir a administrar a nadie un veneno o un medicamento que conduzca a la muerte o al aborto...» Teofrasto (371-287 a. C.), el más célebre discípulo de Aristóteles y el botánico mejor conocido de la Antigüedad, describió las plantas de su tiempo señalando algunas venenosas. Dos poemas debidos a Nicander y Colofón (185-135 a. C.), aunque en gran parte fantásticos, están basados en observaciones y experiencias de tipo toxicológico; así Alexefármica refiere las propiedades tóxicas de varias sustancias, en tanto que en Theriaca, término que vino a significar antídoto, se alude a tratamientos de intoxicados. Muy familiar es la leyenda de Mitrídates VI, rey del Ponto, (120-63 a. C.), quien por miedo a ser envenenado a consecuencia de sus conflictos con Roma, tomaba regularmente pequeñas pero crecientes cantidades y mezclas de venenos para hacerse resistente a los mismos pero, tras ser derrotado por Pompeyo, al querer suicidarse, no lo consiguió por encontrarse inmunizado, y hubo de pedir a un soldado que lo matara con su espada. En su honor se denominaron mitridáticos o mitridatos a mezclas preventivas compuestas por gran número de ingredientes y confeccionadas con ritos místicos y encantamientos, y que se usaron como remedios preventivos contra la peste, las fiebres malignas y las mordeduras de los animales venenosos y envenenamientos. Una de las más populares prescripciones de este tipo, la llamada «Eltheriac» de Andrómaco, se componía de 60 ingredientes. Por su parte, Dioscórides (40. d. C.), médico de Nerón, hizo un interesante aporte toxicológico en su De Universa Medica al discutir sobre venenos y antídotos, agrupándolos según su origen vegetal, animal o mineral. Los romanos también hicieron de los venenos un uso político, y la corte del emperador solía tener un envenenador oficial. Éste es el caso de Locusta, una esclava que fue condenada por asesinato, pero una vez indultada se convirtió en experta envenenadora al servicio propio y del Estado. Fue encargada por Agripina para envenenar al emperador Claudio, su marido, al parecer con Amanita phalloides, y ayudó a Nerón a eliminara su hermanastro Británico. El uso domésticocomún de los venenos por las mujeres romanasdio lugar a la Ley Cornelia (81 a. C.), por la cual si el convicto de envenenamiento era patricio se le confiscaban sus propiedades y se le desterraba, mientras que si se trataba de un plebeyo se le condenaba a muerte. A pesar de esto se llegó a refinamientos insospechados, especialmente en la forma de administrar el tóxico; en las excavaciones de Pompeya se han encontrado sortijas con cavidades para contener el
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