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RELATO DE LOS HECHOS

Una banda de secuestradores llamada “La Familia”, elegían a sus víctimas mediante el valor del automóvil que condujeran, por lo regular eran estudiantes de universidades privadas como por ejemplo Tec de Monterrey, La Salle, entre otras, utilizando al hijo del jefe de la banda, compañero del que en esta ocasión seria la víctima, Pepe se encargaba de vigilar a la víctima dentro de la universidad.

Después de algunos días recibieron la orden del “padre” que es el jefe de la banda; de que se llevaría a cabo el secuestro de la víctima, al finalizar las clases del día.

Al salir del estacionamiento de la escuela fue interceptado por una Suburban blindada en color negro, la cual venia abordada en el lado del conductor por “el huesos” y del lado del copiloto “el tortas” en la parte trasera se encontraban “el diablo”, “el flaco”, “el flautas” y “el cañas”.

Los cuales se dirigían al punto de intersección acordado, mientras que Pepe llevaba a la víctima al mismo sitio.

Unos minutos después la víctima fue interceptada por los integrantes que venían en la parte posterior de la camioneta.

Uno de ellos se encargó de desaparecer el auto de la víctima.

Mientras tanto trasladaban a la víctima a la bodega en donde ya se encontraba “el padre”, para realizar la llamada de aviso del secuestro.

Cuando “el cañas” se encargaba de desaparecer el auto, fue herido por un disparo el cual fue realizado por uno de los hombres de seguridad de la víctima.

Al llegar a la bodega con la víctima “el tortas” se comunicó con los padres de la víctima y les hizo saber que tenían a su hijo secuestrado y que para recuperarlo debían entregar $6, 000,000 de pesos, el papa dudaba de la situación y pidió lo dejaran hablar con su hijo, al escuchar la voz de su hijo y comprobar que en efecto era él; el padre acepto las condiciones establecidas por la banda de secuestradores con tal de poder recuperar a su hijo.

Dentro del trato se estableció que el papa de la víctima debía dejar el dinero dentro de una bolsa negra de plástico en una coladera de una de las calles aledañas a la de la escuela de la víctima.

El padre de la víctima se comprometió a llevar dicha cantidad en el lugar indicado sin saber que el plan de la banda era otro.

“el tortas” fue el encargado de ir a recoger el dinero, mientras que “el flautas”, “el diablito” y “el flaco” tenían a la víctima en la bodega esperando el aviso para “entregar” a la víctima, siendo que realmente la banda de “La Familia” ya tenía todo planeado y listo para matar a la víctima frente a su padre.

Después de que “el tortas “recogió el dinero,

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