COPOAZU

copoazu

Obtención de Frutos de Buena Calidad y Procesamiento del

Copoazú

Theobroma grandiflorum

Contenido

Generalidades

Cultivo

Siembra Injertación _Pida Fertilización 7

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Cosecha. Transpórte y Rendimientos

Postcosecha

Selección

Clasificación

Lavado

Empaque

Almacenamiento

Despulpado y Conservación Calidad de la Pulpa

Elaboración de Conservas

Néctar de Copoazú Yogur. de Copoazú Salsa d QoPcia_gú Mermelada de Copoazú

Ipiagramas de Flujo

Bibliografía

Ei Copoazú (Theobrorna granorífiorum) es una de las frutas amazónicas que gozan de mayor popularidad en la región. La pulpa del copoazú es adecuada para la preparación de diver¬sos productos tales corno sorbetes, néctares, yogures, licores, mermeladas y otros, gracias a sus características de sabor y aro¬ma, así como sus propiedades químicas, entre las que se desta¬ca su elevada acidez (alrededor de 2.5)

El Copoazú es un árbol de la selva tropical húmeda. En estado silvestre puede alcanzar 20 m de altura y 45 cm de diámetro en el tallo. Las hojas presentan coloración rosada cuando son jó¬venes y desprenden pelos ferrugineos abundantes, Cuando son adultas, éstas son verdes. Las ramas principales y el tronco cre¬cen verticalmente, mientras que las ramas secundarias tienden a hacerlo de manera horizontal. A una altura variable, el tron¬ca forma un verticilo vegetativo denominado mesa o molinillo, zona a partir de la cual presenta su producción. Las ramas prin-cipales pueden también formar mesa cuando la planta provie¬ne de semilla.

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Las inflorescencias, que tienen entre una y cinco flores, cre¬cen en las axilas de las ramas. El fruto es una cápsula, con 12 a 15 cm. de largo y 10 a 12 cm, de diámetro, cuyo peso promedio es de 1200 gr. La corteza es leñosa y ferrugínea, de interior esponjoso. Cada fruto tiene en promedio 36 se¬millas, de tamaño, forma y peso muy variables. Están cu¬biertas por una pulpa blanco-amarillenta de sabor ácido y aroma agradable.

El manejo del cultivo antes de la cosecha es en buena parte responsable de la calidad fi¬nal del fruto. Pero además se asocia con factores genéticos, ambientales, agronómicos, administrativos y socio-eco¬nómicos. A continuación se reseñan algunos de ellos.

Cultivo

El copoazú es un árbol adap¬tado a la sombra. Los mejores rendimientos se obtienen en plantaciones a plena exposi-ción, pero los problemas fitosanitarios y el agotamien¬to de la planta se hacen más severos. Al parecer necesita de abundante sombrío en la épo¬ca temprana, y leve en la épo¬ca aclulta

Fruto 6 El Copoazú, Obtención de frutos de Buena Calidad y Procesamiento

Cultivo

Su mejor rango de adaptación a la temperatura está entre los 24 y los 28 grados C. Prefiere las humedades relativas altas, entre 70 y 90% y pluviosi-dades anuales entre 1900 y 3100 mm., aunque los límites pueden ser ampliados. Tolera medianamente la inunda-ción, pero es suceptible a la sequía prolongada, La cual produce defoliación y deten¬ción del crecimiento.

Se desarrolla bien en suelos pobres aunque los mejores rendimientos se han obtenido en suelos de alta fertilidad y buena profundidad.

Siembra

Como su variabilidad genética es amplia, se recomienda es¬coger semillas de aquellas plantas cultivadas que presen¬ten las mejores características en cuanto a rendimiento, to-lerancia a enfermedades, pre-cocidad, porte bajo, formas y tamaños de frutos, número de semilas en los frutos, etc.

No existen aún variedades desarrolladas o clones selec-donados. Esa variabilidad es deseable mantenerla con el fin de asegurar el éxito en la po-linización y la conservación de características deseables, pues

existen árboles compatibles e incompatibles entre si.

Para reproducir por medio de semillas, éstas se deben ger-minar en un almácigo, o bien sembrarlas directamente en bolsas de boca ancha y llenas de tierra, siempre bajo sombra.

Las semillas deben ser grandes y sanas para asegurar buen vigor en la futura planta. Se les retira la pulpa y se les deja secar a la sombra durante dos o tres días. Pueden ser desin-fectadas con Benlate 0.1 % por 10 minutos, antes de la siembra.

Las plantas germinan a los 20 días, en promedio, tiempo después del cual se pueden ralear las plantas raquíticas y resembrar las no germinadas, El transplante a sitio definiti¬vo puede realizarse tras uno o dos meses de endurecimien¬to, es decir, mediante el reti¬ro paulatino de una parte del sombrío. El árbol se injerta cuando el diámetro del tallo alcanza un centimetro. En ese período se recomienda ferti¬lizar foliarmente, ayudado de productos desestresantes (áci-dos húmicos y aminoácidos).

En el sitio definitivo, el som¬brío debe ser proporcionado por especies que además re-presenten ingresos en el cor¬to, mediano y largo plazo, mostrando adaptación a la zona y crecimiento rápido, Las distancias pueden ser de 7X7X7 m., aunque en cacao se manejan densidades muy productivas, de 1200 plantas por hectárea aproximadamen¬te, sembradas a 3x3x3 en triángulo, asociado con pláta¬no, forestales u otros.

Injertación

Cuando se desea fijar caracte-rísticas especiales en un árbol, a partir de alguna planta ma-dre, ya sea por precocidad, por compatibilidad en la po-linización, por ausencia de semillas o por rendimiento, es recomendable injertar el árbol entre uno y dos meses antes de su transplante a sitio defi-nitivo. En copoazú se reco-miendan las técnicas de escu-do o yema o la de púa o rama terminal, aunque diversas téc-nicas pueden dar buenos re-sultados.

Generalmente, los árboles in-jertados brindan una primera cosecha más temprana, que puede suceder a los dos años.

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Los árboles no injertados pue-den tardar entre cuatro y cin¬co años, cuando provienen de semilla,

Poda

El fin principal de esta opera¬ción es el de obtener plantas de porte bajo para facilitar dl manejo fitosanitario y la cose¬cha. La poda de formación se realiza cuando la plantación tiene un año de edad. Las ra¬mas principales se seleccionan tras la formación de la mesa, y se despuntan para evitar el surgimiento de más mesas en ellas (cuando el árbol provie¬ne de semilla). Es necesario conformar una arquitectura bien distribuida, con tres o máximo cuatro ejes principales, procurando eliminar los chupo-nes que broten por debajo de la mesa,

La poda fitosanitaria tiene por objetivo el control de la esco¬ba de bruja (Crinipelis sp.) y la eliminación de ramas viejas o muertas. Las escobas se deben cortar a cinco centímetros de la rama de origen, y se deben enterrar para evitar la disemi¬nación dei hongo. Los pases en búsqueda de nuevas esco-bas deben repetirse cada tres meses, ya que en el mismo si

tío puede aparecer una nue¬va escoba. Igualmente, los frutos enfermos principal¬mente por pudrición blanca (Monilla sp) o por pudrición negra (Phitophthora sp) de¬ben eliminarse permanente-mente de la plantación, antes de esporular.

La poda de renovación con-siste en definir nuevamente los ejes principales de cada árbol en plantaciones de cier¬ta edad, eliminando ramas viejas de manera drástica o en un término medio. Un mes después de realizada esta operación, habrán surgido numerosas ramas jóvenes o plumillas, de las cuales se de¬jan entre tres y cuatro por cada rama, bien distribuidas, elimi¬nando las demás. Las plumi¬llas escogidas serán las futu¬ras ramas secundarias. En la renovación se pueden combi¬nar la poda y la injertacián, para no detener la producción del cultivo por mucho tiempo,

Fertilización

En general se recomienda fer-tilizar previo análisis de sue¬lo_ sin embargo, hay que te¬ner en cuenta que los árboles de copoazú, en cierta forma se autofertilizan mediante la

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Cosec17.31

muda de hojas, con las que forman una cobertura densa en el suelo, Los corozos de los frutos al descomponerse tam-bién brindan nutrimentos al árbol„ ya que se estima que una tonelada de éstos aporta

Cosecha,

al suelo 3.7 kg. de nitrógeno, 0.24 kg de fósforo, y 5.6 de potasio. En el sitio definitivo, se recomienda realizar una fertilización, preferiblemente aportando materia orgánica estable al suelo.

Transporte y Rendimientos

Lfloración del copoazú se presenta en época seca mientras que la cosecha ocurre en época lluviosa, La polinización es rea¬lizada por insectos, principalmente abejas. La producción se puede aumentar mediante polinizaciones artificiales, aunque se puede presentar una caída precoz en aquellos frutos extra.

La cosecha se realiza manualmente y es necesario implementar un manejo adecuado para mantener la calidad del fruto y la integridad del árbol, ya que la cosecha manual mal operada, puede sacudir innecesariamente la planta. Es costumbre en la región amazónica cosechar los frutos una vez caídos. Sin em¬bargo, esta práctica acarrea problemas en la calidad, debido a los golpes sufridos al caer y a la sobremacluración por la que atraviesa el fruto en ese momento. Por eso la altura del árbol no debería superar los

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