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Cacaotera


Enviado por   •  9 de Enero de 2014  •  1.731 Palabras (7 Páginas)  •  372 Visitas

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EPOCA CACAOTERA

Antecedentes Históricos

El Oro se destaca

por su

biodiversidad

agrícola, siendo el

cacao uno de los

productos que en

principio destacó.

Aunque el cacao influyó necesariamente sobre la vida económica ecuatoriana en general, el incremento de sus exportaciones condujo, no cabe duda, a una mayor especialización económica regional. Mientras en la costa la economía se orientó fundamentalmente a su producción y exportación, en la sierra (centro-norte y sierra-sur) la hacienda continuó siendo la forma productiva predominante. Ambas regiones presentaban rasgos económicos singulares, ya que la producción hacendataria del centro sirvió fundamentalmente para abastecer las necesidades del mercado interno, en cambio, el sur logró en algo articular su economía al mercado internacional, a través de la exportación de productos artesanales como los sombreros de paja toquilla y la tagua. Estas diferencias muestran que el país coexistían economías que generaron un desarrollo dispar al interior del mismo.

Bajo estas circunstancias, las diferencias entre las élites regionales se polarizaron. Mientras la oligarquía costeña buscaba asegurar condiciones propias para su articulación con el mercado internacional, los terratenientes serranos intentaban mantener el predominio hegemónico de la hacienda e impulsar la incipiente rama artesanal que exigía que desde el Estado se establezcan políticas proteccionistas, al mismo tiempo que luchaban por mantener el control de la fuerza de trabajo, en un momento en que gran cantidad de campesinos serranos, huyendo de la sujeción a la hacienda, emigraban hacia el litoral a enrolarse como fuerza de trabajo en las plantaciones cacaoteras.

En esta condiciones, el progresismo favoreció la adecuación de la estructura económica del país a las exigencias de la economía agroexportadora costeña, demandadas no sólo por los élites del litoral, vinculadas a esas actividad, sino por los grandes centros de comercio internacional. En este sentido, el capital inglés, que a lo largo del siglo XIX controló gran parte del comercio exterior ecuatoriano, jugó un papel fundamental. Y es que las empresas financieras inglesas, que se relacionaron con cosas comerciales de Guayaquil, convirtiéndose en agentes intermediarios a través de los cuales se revendía el cacao a los diferentes mercados europeos, obtenían el cacao a los diferentes mercados europeos, obtenían lucrativos beneficios por el concepto de la reventa del producto. El capital inglés estaba entones muy empeñado en que se crearan las condiciones nacionales apropiadas para el desarrollo de esta lucrativa actividad que no sólo reclamaba que los propietarios de las grandes haciendas cacaoteras aumentaron la oferta de productos, frente a la demanda internacional, sino que se creara una estructura vial, comercial y bancaria que facilitara dicho intercambio con el exterior.

Así, frente a las nuevas condiciones económicas nacionales e internacionales, y presionado por el capital inglés, los gobiernos progresistas pusieron en marcha una política económica aperturista y librecambista, que se concretó durante el gobierno de Flores, en la supresión de diezmo, el arreglo de la deuda externa y los contratos del ferrocarril, medidas que no satisfacieron los intereses de los terratenientes serranos ni de la Iglesia, que se ubicaron en la oposición, en su afán por detener un proceso que bajo las condiciones nacionales e internacionales imperantes no podía dar marcha atrás.

El progresismo: aspecto ideológico

Ahora bien, si en el aspecto económica el Ecuador orientó fundamentalmente su economía al comercio internacional, en el aspecto político esta fue una fase de consolidación de tendencias ideológicas fundamentales, cuyos antecedentes están relacionados con el proyecto cuyos antecedentes están relacionados con el proyecto de la derecha, y en reacción a su aplicación, la definición ideológica de los sectores de oposición (Ayala:1978:151). En el marco de este proceso, en 1883, los conservadores se organizaron bajo la Sociedad Católica Republicana, y, en 1895, bajo el Partido Conservador Ecuatoriano. Por su parte, los liberales fundaron el Partido Liberal (1889) y los progresistas la Unión Republicana (1889). Entre los conservadores y los liberales radicales, grupos políticos inconciliables, estaban ubicados los progresistas, cuyo objetivo fundamental se planteó en términos de reducir la influencia política ideológica de la Iglesia, aunque, a diferencia de los liberales radicales, se oponían al principio de la total separación entre el poder civil y eclesiástico. En este sentido, la oposición a la supresión del diezmo no obedeció a exclusivas razones de orden económico; detrás de este medida la Iglesia y los conservadores vieron con preocupación que se les estaba quitando el control sobre instancias de poder como la salud y la beneficencia, sobre las que el diezmo les daba la posibilidad de actuar. Como vimos, fueron los progresistas los que llevaron sucesivamente al poder a Caamaño, Flores y Cordero, quienes se declararon manifiestamente miembros de esta agrupación política.

Una vez en el poder los progresistas intentaron distanciarse del unitarismo y del centralismo a ultranza promovido por el garcianismo. Fieles a su centrismo ideológico, optaron por una fórmula media, mediante la cual dieron al Ejecutivo amplias facultades sobre la provincia, aunque constitucionalmente limitaron la autoridad presidencial (Maiguashca:1994:365). En el caso de Flores, ese unitarismo intermedio le llevó en diversas ocasiones a amenizar al Congreso con su renuncia, sino se le permitía poner en práctica su programa económico modernizante.

Durante la dictadura militar de Veintimilla las ideas unitarias prevalecieron, ya que pese a que desde el orden constitucional se intentó descentralizar las funciones del Estado, bajo las circunstancias políticas

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