Carlos Fuentes
ANHG82 de Septiembre de 2013
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CARLOS FUENTES
Hijo de padres diplomáticos, Carlos Fuentes, el más prominente de los narradores mexicanos modernos. Nació en Panamá, el 11 de noviembre de 1928. Estudió en Suiza y Estados Unidos. Luego vivió por diferentes periodos en Quito, Montevideo, Río de Janeiro, Washington, Santiago y Buenos Aires. En su adolescencia regresó a México, donde se radicó hasta 1965. El tiempo que pasó en su país marcó definitivamente su obra, inmersa en el debate intelectual sobre la filosofía de “lo mexicano”.
Su primer libro, “Los días enmascarados”, se publicó en 1954, y desde entonces Fuentes no ha dejado de preocuparse por la identidad mexicana y los medios adecuados para expresarla. Fuentes es graduado en Derecho en la Universidad Autónoma de México y en el Instituto de Altos Estudios Internacionales de Ginebra (Suiza). Ha sido delegado de México ante los organismos internacionales con sede en Ginebra, en el Centro de Información de la ONU en México, en la Dirección de Difusión Cultural de la UNAM y en la Secretaría de Relaciones Exteriores. Fue embajador de México en Francia y jefe de la Delegación de México en la reunión del grupo de los 19 paises en desarrollo participantes en la Conferencia sobre Cooperación Económica Internacional.
En sus primeras novelas ( La región más transparente, en 1959; y La muerte de Artemio Cruz, en 1962) alcanzo una gran repercusión que lo proyectó como una de las figuras centrales del llamado “boom” de la novela latinoamericana. Al igual que los demás intelectuales que participaron de este fenómeno, su compromiso político y social con ha sido, desde entonces, un rasgo fundamental de su carrera intelectual.
Figura central e indispensable de la novelística moderna en castellano, entre los títulos más importantes de la obra de Fuentes destacan: “La región más transparente” (1959), “Zona sagrada” (1967), “Cambio de piel” (1967), “Terra nostra” (1975), “Cristóbal Nonato” (1987) y “Los años con Laura Díaz”. Otros títulos suyos de especial significación podrían ser “Agua quemada” (1981); “Gringo viejo” (1985) y la reciente “La silla del águila”.
Fuentes mismo ha organizado su obra en un vasto árbol titulado “La edad del tiempo”, donde conviven sus novelas con sus libros de relatos y su prolífica labor de ensayista (que abarca desde el fundacional estudio “La nueva novela hispanoamericana” hasta el reciente “En esto creo” (2002). Ha recogido su obra suelta en numerosos volúmenes, tiene numerosos guiones cinematográficos y algunas piezas teatrales de gran originalidad(son notables, por ejemplo, sus obras “El tuerto es rey”, 1971, y “Orquídeas a la luz de la luna”, 1982).
Desde hace cuatro décadas, la vida de Carlos Fuentes es un periplo itinerante: lo mismo vive durante algunas temporadas en París que enseña en Princeton, Harvard, Columbia y Cambridge. Su intensa vida académica se resume en los título de Catedrático en las Universidades de Harvard (USA) y Cambridge (Inglaterra), así coma la larga lista de sus doctorados honoris causa (por las Universidades de Harvard, Cambridge, Warwick, Essex, Miami, Chicago.)
Algunos de los premios y reconocimientos que ha recibido el escritor mexicano son: Premio Biblioteca Breve, el Premio Nacional de Literatura de México (México), el Premio Rómulo Gallegos, el Premio Alfonso Reyes, el Premio Miguel de Cervantes, el Premio Menéndez Pelayo en 1992, la Legión de Honor francesa en 1992, el Premio Príncipe de Asturias de las Letras 1994, el I Premio a la Latinidad, concedido por las Academias francesa y brasileña de la Lengua, 1999, la Medalla de Honor Belisario Domínguez (que concede el Congreso de su país), y muchos otros.
Carlos Fuentes Además autor de novelas y ensayos en los cuales toma gran variedad de temas, lo que conlleva a interesarse más en sus escritos debido a que no toma un solo enfoque de las distintas situaciones que incluso a diario se presentan en la sociedad, e intercambia fantasía pero mucha realidad en sus cuentos, incluso haciendo identificar a muchos lectores, ya sea con sus personajes, experiencias, vivencias, épocas, entre otros aspectos generales que en cierta forma expresa el autor por este medio, mencionando en ello las situaciones sociales que vemos día con día.
A continuación hare mención del cuento “La frontera de Cristal” el cual contiene primordialmente el hecho de la inmigración en varios países, que en este caso especifica ambos países México y los E.U donde nos indica las condiciones en las que viven trabajadores mexicanos yendo al extranjero en busca de una mejor calidad de vida para ellos y sus familias; no queriendo quedarse en la pobreza extrema que enfrentan cada día, con un objetivo de superación personal. El tema de la inmigración como bien sabemos, no es algo nuevo o que apenas en estas épocas estemos viviendo, y como podemos percibir en este cuento de Fuentes, donde surgen una variedad de vivencias y acciones en las cuales se ven envueltos los personajes. Además de que vemos que el autor aborda el tema, expresándolo de una forma directa, simpática, descriptiva, siendo así que el lector se interese mas y no solo en un cuento sino también en la forma expresiva del autor y lo que nos puede llegar a transmitir por medio de solo lectura pero que no es solo eso, sino un sentimiento plasmado en letras.
Se retoma la redacción desde la perspectiva del personaje Lisandro, un mexicano que viaja a los Estados Unidos por una mejor de vida; el cual se plantea toda la trama de este cuento en él. En los párrafos iniciales, Fuentes nos muestra el soporte del cual parte para la realización de su obra; como puede observarse, en esos intervalos de transcripción nos muestra la estructura de la historia, sus personajes (Michelina, Lisandro, Leonardo Barroso y personajes de segundo plano…), te da la perspectiva de las cosas asumiéndose de la interpretación que le pueda dar uno al contexto que plantea.
El autor tiende a ser subjetivo, no en cuanto a él, sino a que retoma mucho la vida de sus personajes asentándose en la vida de estos (recuerdos, pasatiempos, etc.), retrasando un poco la historia; sin embargo, no decae mucho en la retrospectiva de los intérpretes, lo que lo hace bueno, ya que las evocaciones sirven de algún modo para entender el presente de la historia. Esto se puede divisar en las siguientes, “… Reconoció sentada junto a Barroso a una muchacha que el trato de joven, cuando iba a fiestas y bailes en las Lomas, el pedregal y…” (nótese los sucesos pasados).
Haciendo de nuevo énfasis al contexto de los acontecimientos añejos, uno como lector se puede dar cuenta de la forma de escritura que desprende el autor Carlos Fuentes: profundiza su desarrollo y su contexto en una lectura factible, es decir la hace de fácil comprensión; no enmaraña su tema en varias cuestiones que pudiera hacerla monótona y disgustar al lector. Aunque cabe recalcar que por lapsos Fuentes decae en cosas que si mas bien no son relevantes, como ya se ha mencionado antes, suelen ser plausibles. Tiende a ser versificador.
E incluso nos podemos dar cuenta de cuan importante es la lectura, ya que nos lleva a una imaginación inigualable, además de un razonamiento y cultura mas extensos, conocimiento e interpretación mas factible de lo que los autores intentan expresarnos mediante cuentos, novelas, ensayos, entre otras cosas que en el caso de “Carlos Fuentes” percatamos que en este cuento “La frontera de Cristal” hace alusión al estilo de vida de los mexicanos, estatus económico, modo de vida, e intercambiando la interacción de diferentes estilos de vida con otro tipo de culturas y lenguajes principalmente entre americanos y mexicanos.
También vemos que este autor mexicano nos inspira gran admiración, debido a que como ya mencioné ha recibido grandes premios en parte de su trayectoria, lo que hace hablar muy bien del autor y de su dedicación a la escritura literaria, con una formalidad que en ocasiones el lector no encuentra con otros autores. Por otra parte bien se sabe que sus relaciones con otros autores han sido muy buenas como el caso de Gabriel García Márquez, que haciendo mención se sabe que es de igual forma un excelente autor de entre su época, incluso incitando más a los lectores ya que su forma de relatar es muy realista.
Al hacer este trabajo me encontré con un artículo muy interesante, del cual voy a hacer mención a continuación.
Un escritor mexicano
Por David Huerta
Llamar a Carlos Fuentes un escritor mexicano puede parecer extraño y hasta un poco extravagante puesto que para muchos de sus lectores, en nuestro lengua lo mismo que en otros idiomas, su figura y obra son paradigmáticas: no es un escritor entre tantos otros, sino que es el escritor mexicano por antonomasia. Sin embargo, por todo lo que su trabajo y su ejemplo representan, en estos renglones la expresión un escritor mexicano aplicada a Fuentes quiere decir lo siguiente: él es, en efecto, parte de una comunidad literaria, aunque ocupe el sitio más alto, como su narrador más distinguido y como uno de sus ensayistas más admirables. Lo que él ha hecho por nuestra literatura es apenas comparable a lo que han hecho otros escritores de nuestro siglo en esta parte del mundo por sus colegas y compatriotas. Sí, Carlos Fuentes es un escritor mexicano aunque no sea uno de tantos escritores de la comunidad literaria de nuestro país; sino, como quedó dicho líneas arriba, nuestro mayor contador de historias, nuestro mayor y mejor fabulista. Fuentes ha llevado la prosa de nuestro idioma, no sólo la narrativa, sino también ensayística, a planos de
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