Cazadores De Microbios Capitulo 1

Roberto Koch fue estudiante de medicina en la Universidad de Gotinga, un joven miope serio y con altas metas soñaba con cacerías de tigres, barcos con rumbo al Oriente, mientras disecaba cadáveres y aprendía el nombre de cientos de huesos y músculos. Koch quería ser explorador, médico militar o medico de la marina, quería ganar cruces de hierro o visitar países remotos, pero después de graduarse 1886 entro como interno a un manicomio atendiendo pacientes incurables lo que le impidió acercarse a los microbios que estaban en auge con las ideas de Pasteur.

Roberto pidió a una mujer llamada Emma se casara con el pero ella le dio como condición que se olvidara de esas ideas fantasiosas, y que ejerciera su profesión y sirviera a su patria en Alemania, a lo que el accedió, y así por 50 años esas fantasías se esfumaron, Koch abrió su consultorio ejerciendo una medicina que el califico como monótona; en un cumpleaños su esposa Emma le regalo a Roberto un microscopio para que se distrajera un poco más, lo que llevo a Roberto a un mundo lleno de curiosidades observando microbios de cuerpos de vacas y ovejas muertas. Preguntándose cuál sería el misterioso origen de las enfermedades para poder curarlas como se debía y no dar falsas esperanzas a los pacientes.

Koch continuó observando la sangre de ovejas y vacas muertas por culpa del carbunco misteriosa enfermedad de la época, así como Leeuwenhoek todo lo observo por el microscopio, decidió entonces enfocarse totalmente pues en los animales muertos por carbunco observó entre la sangre negruzca unos pocos bastoncitos cortos. Preguntándose, sería la sangre, microbios, vivos. Sin obtener respuesta y sin saber que estos bastoncitos ya habían sido observados ni que habían sido llamados bacilos; decidió estudiar la sangre de los animales sanos, llegando a la conclusión de que no poseían en su sangre tales bastoncitos, lo que despertó su curiosidad para probar si tales bastoncitos estaban vivos o no. Un día, cuidadosamente calentó una astilla para evitar cualquier contaminación posible, la mojo en sangre contagiada y lo inyecto en la base de la cola del ratón, luego de hacer una corte con un bisturí, esperando que el ratón se contagiara y muriera, efectivamente el ratón murió luego de unas horas, lo abrió y lo observo detalladamente, tomo el hígado y los pulmones que tenían la misma apariencia de una vaca infectada ;repitió una y otra vez este experimento, pensando que estos bastoncitos pudieran estar vivos, así que ingenio la manera de verlos multiplicándose, colocando un mínimo pedacito de bazo de ratón en una gota de humor acuoso de ojo de buey sano (en unas laminas de cristal untando con vaselina el borde de la cavidad ), volteo el conjunto y así obtuvo una gota aislada de microbios que pudieran afectar la multiplicación imitando la temperatura de un ratón, construyo una estufa.

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