¿Cómo la agricultura ha sido ayudada por la clonación y la biotecnología?

¿Cómo la agricultura ha sido ayudada por la clonación y la biotecnología?

La agricultura se encuentra ligada al ser humano desde sus inicios, el trabajo de la tierra condicionó el carácter sedentario del hombre para poder obtener su propio alimento. Con el paso de los años, además del dominio de la siembra, la cosecha, y la escogencia de las semillas que serán usadas para un próximo ciclo surgió un nuevo conocimiento. Sin tener una formación científica que explicara el por qué, la leche se podía convertir en queso o la uva en vino, así consiguió beneficiarse de estos procesos, que hoy día están asociados a la llamada biotecnología y que tiene una gran cantidad de aplicaciones actualmente con el uso de la ingeniería genética.

De acuerdo con el Instituto Argenbio, la biotecnología es el empleo de organismos vivos para la obtención de un bien o servicio útil para el hombre. La conversión de leche en queso o yogurt es parte de la biotecnología tradicional, y de la cultura milenaria del hombre, su principio se conoce hoy día gracias a los avances científicos divulgados por el investigador francés Louis Pasteur en el siglo XIX. Sin embargo, luego del descubrimiento de la estructura del ADN en 1953, los avances tuvieron mayor rapidez y repercusión en el ámbito de la ciencia, desarrollándose la ingeniería genética en la década de los ochenta y naciendo así el campo de la biotecnología moderna. De esta forma, hoy día es posible copiar, modificar y transferir genes de un organismo a otro.  

Este desarrollo ofrece una posible solución a muchos problemas que afectan a la producción agrícola en el mundo y a aliviar la falta de alimentos en los países en vías de desarrollo. Según las FAO, el número absoluto de personas que hay que alimentar en los años venideros sería tal, que podría alcanzarse pronto la capacidad de carga de las tierras agrícolas con la tecnología actual. De allí que sea necesario usar nuevas tecnologías, y una de ellas es la biotecnología, para aumentar la productividad de las tierras.

Una de las aplicaciones más conocidas es la tecnología del ADN que comprende el aislamiento, amplificación, modificación y recombinación del ADN; ésta permite obtener organismos modificados genéticamente (OMG). Por ejemplo, es posible transferir un gen proveniente de una bacteria a una planta, tal es el ejemplo del maíz Bt. En este caso, los bacilos del suelo fabrican una proteína que mata a las larvas de un insecto que normalmente destruyen los cultivos de maíz. Al transferirle el gen correspondiente a la planta; ahora, el maíz fabrica esta proteína y por lo tanto, resulta difícil al ataque del insecto.

Así como la biotecnología es una herramienta científica de vanguardia, que representa una ayuda a toda la población mundial también es un gran negocio para las empresas multinacionales que invierten en investigación y desarrollo de patentes, pero a costa de muchas críticas. Por ejemplo, Monsanto una de las grandes transnacionales, produce la semilla,  los fertilizantes y los herbicidas y obliga a los productores a pagar regalías por rendimiento de las cosechas, a no usar las semillas para resiembra y a comprarle a la empresa año tras año las semillas modificadas genéticamente (Uruchurtu, 2015). De esta forma, la costumbre milenaria de reservar las mejores semillas para un próximo ciclo desaparece.

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