Dieta e inteligencia de los antepasados del Hombre

ISABEL CARRERAS (CTA, tarde)

Dieta e inteligencia, de nuestros antepasados ¿están relacionadas?

Pues después de leer este artículo de Michael Eisenstein, publicado en la revista Nature, parece que sí.

Muchos antropólogos creen que los cambios en la dieta han sido el motor que ha permitido la evolución de los Homínidos y posiblemente lo que impulsó a nuestro género de Homo a evolucionar, sobrevivir y prosperar, es decir, avanzar en la inteligencia.

A pesar de ser omnívoros desde hace ya millones de años, durante mucho tiempo atrás, nuestros antepasados como los chimpancés fuimos más vegetarianos que carnívoros, alimentándonos de tubérculos, bayas, etc.

En algún momento de la historia, no se sabe todavía cuando con certeza, se comenzó a comer carroña y esta evolución pudo haber marcado no sólo un cambio en el uso y utilización de nuevas herramientas más sofisticadas, que permitirían unos Homos cazadores-recolectores, sino también un cambio físico en estos Homos. Este cambio viene motivado por el tamaño del cerebro, un cerebro más grande que  se convirtió en una ventaja evolutiva. Por otra parte este cambio en la dieta motivo un acorte del tubo digestivo lo que permitió invertir esa energía en desarrollar el cerebro.

Además por muchos nutrientes y cambios fisiológicos que provoque comer carne, para desarrollar la inteligencia se necesita algo más, ser carnívoro requiere de una mayor capacidad intelectual que ser herbívoro:

• Crear herramientas que permitan la caza y el proceso de troceado.
• Crear estrategias para cazar
• Desarrollar habilidades sociales como el trabajo en equipo, una evolución en el lenguaje

La aparición del fuego no sólo como medio de protección y calor sino como medio de cocción de los alimentos, puede según algunos antropólogos, ser también uno de estos factores que favorecieron la evolución. Muchos alimentos se hicieron más digeribles para el organismo con lo que aportaban más energía al cerebro. Además se defendía al organismo de parásitos e infecciones bacterianas si se cocinaban. Las mandíbulas evolucionaron, no se necesitaba tanta musculatura para la masticación y los dientes se adaptaron a estos cambios.

Entonces ¿somos inteligentes debido al consumo de carne?

Yo creo que fue uno de los factores que influyó en esa evolución, pero no creo que fuera el único, más bien pienso que la unión de la caza y la recolección junto con la aparición de las técnicas de cocción, propiciaron a que nuestros antepasados se relacionaran más, evolucionaran en el lenguaje y todo ello impulsó el desarrollo de nuestra inteligencia.

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