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Don Bosco


Enviado por   •  19 de Marzo de 2014  •  2.330 Palabras (10 Páginas)  •  299 Visitas

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EL SISTEMA PREVENTIVO EN LA EDUCACIÓN DE LA JUVENTUD

Contenido

Es el documento educativo más conocido de Don Bosco. Es muy breve. De hecho, es una síntesis o esquema, una especie de índice de una obra más amplia, que Don Bosco promete pero no realiza.

Su contenido esencial está resumido en estas palabras de Don Bosco: Este sistema descansa por entero en la razón, en la religión y en el amor. Por consiguiente, excluye todo castigo violento y procura alejar aún los suaves. Supone experiencias e ideas lentamente maduradas. En su actuación y en sus escritos anteriores hay frases y pasajes en que aparecen los tres componentes de razón, religión y amor; por ejemplo: sueño de los nueve años, diálogo con Bartolomé Garelli, biografías juveniles', recuerdos confidenciales a los directores.

El sistema de Don Bosco fue práctica antes que teoría. Don Bosco acierta a tematizar una serie de convicciones pedagógico-educativas válidas. He aquí algunas:

1. El fundamento último de su sistema es sobrenatural: la caridad descrita por San Pablo (1 Cor 13). Humanamente, todo el sistema se basa en este trinomio: razón, religión y amor.

2. Ofrece una educación integral: moral, intelectual y civil.

3. El director y los asistentes deben ser padres y hermanos amorosos. El educador debe hacerse amar si quiere hacerse temer; debe ganarse el corazón de los alumnos.

4. Los criterios sobre los castigos son excelentes: a ser posible, no se castigue nunca; es castigo todo lo que se hace pasar por tal, el castigo debe ser siempre razonado; no se castigue nunca en público ni violentamente.

EL SISTEMA PREVENTIVO EN LA EDUCACION DE LA JUVENTUD

(MB 13,918-923)

Muchas veces se me ha pedido exponga, de palabra o por escrito, algunos pensamientos sobre el llamado sistema preventivo, practicado en nuestras casas. Por falta de tiempo no he podido hasta ahora satisfacer tales deseos; mas disponiéndome en la actualidad a imprimir el Reglamento usado ordinariamente hasta el presente casi por tradición, estimo oportuno dar aquí una idea que será como el índice de una obrita que estoy preparando y que publicaré, si Dios me da vida y salud para terminarla. Hago esto movido únicamente por el deseo de aportar mi granito de arena al difícil arte de educar a la juventud. Diré, pues, en qué consiste el sistema preventivo y por qué debe preferirse; sus aplicaciones prácticas y sus ventajas.

1. EN QUÉ CONSISTE EL SISTEMA PREVENTIVO Y POR QUÉ DEBE PREFERIRSE

Dos sistemas se han usado en todos los tiempos para educar a la juventud: el preventivo y el represivo. El represivo consiste en dar a conocer las leyes a los súbditos, y vigilar después para conocer a los transgresores y aplicarles, cuando sea necesario, el correspondiente castigo. Basándose en este sistema, la palabra y la mirada del superior deben ser en todo momento, más que severas, amenazadoras. El mismo superior debe evitar toda familiaridad con los subordinados.

El director, para aumentar su autoridad, debe dejarse ver raras veces de los que de él dependen, y, por lo general, sólo cuando se trate de imponer castigos o de amenazar.

Este sistema es fácil, poco trabajoso y sirve principalmente para el ejército y, en general, para los adultos juiciosos, en condición de saber y recordar las leyes y prescripciones.

Diverso, y casi diré opuesto, es el sistema preventivo. Consiste en dar a conocer las prescripciones y de un instituto y vigilar después de manera que los alumnos engan siempre sobre sí el ojo vigilante del director o de los asistentes, los cuales, como padres amorosos, hablen, sirvan de guía en toda circunstancia, den consejos y corrijan con amabilidad; que es como decir: consiste en poner a los niños en la imposibilidad de faltar.

Este sistema descansa por entero en la razón, en la religión y en el amor; excluye, por consiguiente, todo castigo violento y procura alejar aun los suaves.

El sistema preventivo parece preferible por las razones siguientes:

1) El alumno, avisado según este sistema, no queda avergonzado por las faltas cometidas, como acaece cuando se las refieren al superior. No se enfada por la corrección que le hacen ni por los castigos con que le amenazan, o que tal vez le imponen; porque éste va acompañado siempre de un aviso amistoso y preventivo, que lo hace razonable, y termina, ordinariamente, por ganarle de tal manera el corazón, que él mismo comprende la necesidad del castigo y casi lo desea.

2) La razón más fundamental es la ligereza infantil, por la cual fácilmente se olvidan los niños de las reglas disciplinarias y de los castigos con que van sancionadas. A esta ligereza se debe sea, a menudo, culpable el jovencito de una falta y merecedor de un castigo al que no había nunca prestado atención y del que no se acordaba en el momento de cometer la falta; y ciertamente no la habría cometido si una voz amiga se lo hubiese advertido.

3) El sistema represivo puede impedir un desorden, mas con dificultad hacer mejores a los que delinquen. Se ha observado que los alumnos no se olvidan de los castigos que se les han dado; y que, por lo general, conservan rencor, acompañado del deseo de sacudir el yugo de la autoridad y aun de tomar venganza. Parece a veces que hacen caso omiso; mas quien sigue sus pasos sabe muy cuán terribles son las reminiscencias de la juventud. y cómo olvidan fácilmente los castigos que les han dado los padres, mas, con mucha dificultad, los que les imponen los maestros. Algunos ha habido que después se vengaron brutalmente de castigos que les dieron cuando se educaban.

El sistema preventivo, por el contrario, gana al alumno, el cual ve en el asistente a un bienhechor que le avisa, desea hacerle bueno y librarle de sinsabores, de castigos y de la deshonra.

4) El sistema preventivo dispone y persuade de tal modo al alumno, que el educador podrá, en cualquier ocasión, ya sea cuando se educa, ya después, hablarle con el lenguaje del amor. Conquistado

el corazón del discípulo, el .educador puede ejercer sobre él gran influencia y, avisarle, aconsejarle y corregirle, un después de colocado en empleos, en cargos o en ocupaciones comerciales.

Por estas y otras muchas razones, parece debe prevalecer el sistema preventivo sobre el represivo.

2. APLICACIONES DEL SISTEMA PREVENTIVO

La práctica de este sistema está apoyada en las palabras de San Pablo: La caridad es benigna y paciente... todo lo sufre, todo lo espera y lo soporta todo (1 Cor 13,4.7).

Por consiguiente,

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