ELABORACIÓN DE ACEITE VEGETAL A PARTIR DE LA RAYADURA DE COCO

Las personas que presentan un peso por debajo de lo recomendado enfrentan múltiples riesgos, los cuales desconocen en la mayoría de los casos. Cuando se reduce la ingestión de alimentos, el proceso digestivo se ve afectado. El páncreas y el hígado disminuyen la producción de las sustancias que se requieren para la digestión, generando náuseas durante la hora de la comida, además las células del intestino pierden su capacidad para absorber nutrientes y de enfrentar infecciones intestinales. Por tal razón, es común que las personas que ingieran pocos alimentos sufran de infecciones estomacales al incrementar su consumo o ingerir alimentos con microorganismos que, normalmente, serían fáciles de combatir. Esta baja de defensas se extenderá a otros sistemas, porque es común que una persona con una dieta pobre sea atacada por infecciones respiratorias o que una enfermedad de tipo común como una neumonía se agrave, menciona Antonio Chávez González, jefe de Medicina Interna del Hospital General de México.

El aceite de coco es rico en vitaminas, minerales y aminoácidos. Se compone de triglicéridos de cadena media y contiene propiedades antimicrobianas, que pueden ayudar a mejorar los síntomas asociados con los trastornos digestivos, infecciones bacterianas, fúngicas y virus. El aceite de coco es fácil de digerir, por lo que es útil si se presentan problemas digestivos y de absorción. El proceso de digestión de triglicéridos de cadena media comienza tan pronto como se hace el contacto con la saliva y los jugos gástricos, ejerce menos tensión en el sistema digestivo y el páncreas. Las infecciones parasitarias dan lugar a problemas de absorción y la digestión y las deficiencias de minerales mucho después de que los parásitos hayan sido destruidos.

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