ELENA GARRO A CIEN AÑOS DE SU NACIMIENTO

ELENA GARRO A CIEN AÑOS DE SU NACIMIENTO

Icono de las letras, narradora, dramaturga, poeta, periodista y activista, Elena Garro permanece con una de las plumas más importantes de la literatura universal; es considerada precursora del realismo mágico porque una parte de su obra literaria, acerca los hechos históricos- verídicos a los ficcionales, cuentos como “la culpa es de los tlaxcaltecas” y novelas como “Los recuerdos del porvenir”, “reencuentro de personajes” o “un traje rojo para un duelo”, son leídos como piezas maestras.

Elena Garro es, seguramente, una de las escritoras mexicanas más controvertidas, a decir de la novelista peruana Patricia de Souza, su vida y sus libros despiertan una serie de sentimientos contradictorios, entre el odio y la pasión, la veneración y el olvido; fue la primera esposa del Octavio Paz, y según la crítica, fue un acontecimiento que marco su vida personal y su obra. En palabras del historiador Enrique Krause, Elena Garro fue la escritora más poderosa y original del siglo XX mexicano, al menos hasta los años setenta.

Su propuesta narrativa empieza y queda marcada por la publicación de la novela “Los recuerdos del porvenir” en 1963, considerada su obra cumbre, esta novela demostró ser, como lo dijo Octavio Paz, una de las creaciones más perfectas de la literatura hispanoamericana contemporánea, a tal grado que el mismo año de su aparición obtuvo el premio Javier Villaurrutia; en una carta que Elena Garro escribió y mandó el 29 de marzo de 1980 a su amigo, el escritor Emmanuel Carballo; comenta que el origen de esta novela se remonta al año de 1953, cuando decidió escribirla como un homenaje a Iguala, a su infancia y a los personajes que admiró, de ahí surgió el manuscrito de “Los recuerdos del Porvenir” el cual estuvo guardado por muchos años en un baúl.

En una entrevista otorgada a CONACULTA en 2013, Carballo cuenta que Elena no estaba muy entusiasmada con la idea de dedicarse a la literatura, pues siempre peleaba con Octavio Paz por lo que escribían, por lo que no escribían o simplemente por lo que soñaban; Elena misma cuenta que quiso quemar en la estufa su obra “Los recuerdos del porvenir” pero que alguien de su familia la rescató del fuego, posteriormente Octavio Paz llevó el texto a la editorial Joaquín Mortis para que se publicara.

…Cuando el General Francisco Rosas llegó a poner orden, me vi invadido por el miedo y olvide el arte de las fiestas, mis gentes no bailaron más delante de aquellos militares extranjeros y taciturnos, los quinqués se apagaron a las diez de la noche, y esta se volvió sombría y temible. La violencia que sopla sobre mis piedras y mis gentes se agazapó debajo de las sillas y el aire se volvió viscoso, las visitas sonrieron, hipócritas, Conchita, la hija de Elvira Montufar, contempló a Nicolás con admiración.- ¡que dicha ser hombre y poder decir lo que se piensa¡.- se dijo con melancolía, nunca tomaba parte de la plática, sentada con recato oía caer palabras y las aguantaba histoicamente como quien aguanta un aguacero.

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