Efecto de los transgenicos

En las últimas décadas la tecnología ha innovado en diferentes ámbitos y la agricultura no es la excepción, los transgénicos se crearon con el fin de mejorar genéticamente las características de cierto alimento o agregarles otras que este carezca, esta práctica se popularizó en la década de los 70 cuando gracias a la ingeniería genética se descubrió una enzima capaz de cortar segmentos específicos de las cadenas de ADN, donde se guarda el material genético hereditario. En el presente documento y mediante múltiples argumentos se mostrarán los riesgos que puede producir el consumir estos alimentos y el por qué no se deberían comercializar.

Como se dice anteriormente, los alimentos transgénicos son productos cultivados a través de químicos que mejoran sus características en general, en nuestro país las semillas transgénicas se comenzaron a comercializar sin ningún estudio previo que demuestre sus desventajas y ventajas, a pesar de eso a través estudios independientes posteriores se descubrieron tres factores de riesgo que estos pueden producir en el tema de la salud, estos son:

Desarrollo de nuevas alergias, ya que se introducen nuevas proteínas al alimento causando alergia en los consumidores, como por ejemplo en Estados Unidos donde el “Maíz Starlink”, un transgénico, fue catalogado como no autorizado para el consumo por las serias alergias que causó, pues este contenía un químico que lo hacía resistente a los insectos.

Efectos tóxicos impredecibles, algunos de estos alimentos pueden convertirse metabólicamente en peligrosos y hasta tóxicos para el ser humano, esto ocurrió en Japón donde se le añadieron baterías transgénicas al Triptofan, un productor natural que ayudaba a tratar el insomnio y la depresión, esto causó la muerte de 37 personas y 1500 quedaron discapacitados.

Resistencia a antibióticos: Es decir, algunos transgénicos pueden transferir a las bacterias la resistencia a determinados antibióticos que se utilizan para luchar contra enfermedades tanto humanas como animales (por ejemplo, a la amoxicilina).

Otro ámbito que estaría siendo afectado por la comercialización de estos sería obviamente el socio económico y agrario, ya que hasta ahora la biodiversidad siempre había sido el patrimonio de los pueblos y nunca antes había tenido propietarios que pudieran cobrar a un campesino por utilizar la semilla extraída de sus propias cosechas.

Entre los riesgos socios económicos y agrarios se encuentran:

Seríamos víctima de la contaminación, ya que estos cultivos pueden transferir su modificación genética a los cultivos tradicionales, si esto sucede los organismos de control de la agricultura ecológica puede retirar a los agricultores del lugar, esto significa perdidas económica elevadas para las víctimas y desprestigio social.

También dependeríamos de las multinacionales, pues solo un pequeño grupo controla la producción de semillas transgénicas, esto de alguna forma le pone precio a la vida ya que al patentar una planta o material genético se cobran derechos cada vez que se comercializa o utiliza. Esta dependencia se evidencia también en los países que han adoptado una agricultura completamente transgénica, en estos casos particulares la agricultura no es sostenible ya que el valor de producción es más elevado, por ejemplo en la India el coste de producir algodón transgénico duplica al ecológico. La necesidad de utilizar numerosos productos químicos vinculados al cultivo del algodón transgénico insecticida incrementa los costes

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