El AGUA Y LA VIDA

El AGUA Y LA VIDA

El agua es el componente principal para todos los seres vivos, después del aire que respiramos, el agua es la mayor necesidad que tenemos. Es imprescindible para el desempeño normal de todas las actividades que realiza el hombre, desde el uso personal, preparación de alimentos, aseo del cuerpo, contribuyendo también en labores productivas como el riego de cultivos, elaboración de productos como el papel y las telas, sus beneficios recreativos, hasta su utilización como generadora de energía eléctrica, pero por sobre todas las cosas, el agua es el principal alimento para el hombre, ya que tan sólo puede subsistir menos de una semana sin la incorporación de ésta al organismo.

El agua es un recurso natural que todos los seres vivos dependemos de él. Esto lleva a concienciarnos que este bien hay que cuidarlo entre todos. Continuamente estamos rodeados de agua: nubes, lluvias, ríos, mares, etc.

El agua dulce destinada al consumo humano y a la agricultura básicamente procede de las precipitaciones que recibe la tierra. Sin embargo, la cantidad de agua que se precipita desde la atmósfera no puede ser mayor que la que se evapora en la superficie de la tierra y el agua, incluido el mar. El agua se recicla constantemente como consecuencia de la evaporación producida por la energía solar, y las lluvias y el caudal de los ríos dependen del ciclo anual de las estaciones.

El agua forma una gran capa, que llamamos hidrósfera, sobre la superficie terrestre y se estima que su área de distribución cubre 510 millones de . El volumen total de agua en el planeta es de aproximadamente 1 390 millones de .

La cantidad de agua con la que contamos en la Tierra no aumenta ni disminuye, pero la población humana sí ha crecido drásticamente, y por lo tanto ha crecido también la necesidad que tenemos de este recurso. Además, si bien la cantidad de agua es constante, no lo es la forma en que se distribuye en el tiempo: es irregular a lo largo del año y también varía en diferentes años dependiendo de las condiciones climáticas globales.

De igual forma, los distintos ecosistemas, como las selvas húmedas, los bosques de pinos, los matorrales, los pastizales o los desiertos, influyen sobre la forma y la cantidad de agua que penetra en los sistemas de acuíferos, su conservación en el suelo o su paso a la atmósfera, lo que ocasiona que la disponibilidad de este recurso sea variable en cada región del planeta.

Éstas son las reservas de agua de la Tierra y de ellas sólo el 0.26% es directamente utilizable por la especie humana. El agua de mar, que es la que cubre gran parte del planeta, contiene 33 partes por mil de sales disueltas, por lo que

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