El Aborto

los doctores que son abortistas defienden las degradadoras defienden la posición de la mujer que no quiere tener un hijo. Si en sus manos esta la posibilidad de ayudarlas a que no lo tengan lo hace, basándose en dos falsas razones: - Una de ellas dice que el aborto únicamente destruye "un grupo de células", no una vida humana. - La segunda razón es que el aborto es seguro, y que ayuda a la mujer a controlar y mejorar su vida. En unos simposios de ética dirigida a los alumnos de medicina han dejado claro a sus estudiantes y civiles que el aborto debe practicarse cuando la persona lo requiera. Un ginecólogo confeso que atendía citas para practicar abortos frecuentes en su consultorio. En un año realizó 14 abortos, todos a mujeres de clase media que no querían la “barriga”. En las recámaras secretas de estos lugares se da paso a la extracción del feto con los implementos mínimos de atención y la experiencia como respaldo. Entre cafés y parloteos, los ojos y oídos de un periodista han sido confidentes de una fila de testimonios donde el aborto es el protagonista. Los reveladores cuentos de médicos y pacientes le sirven para atesorar un debate que ahora resume en un perfil de quienes abortan. “Todo lo que he escuchado me ha llevado a establecer que las mujeres que acuden a estos puntos abortivos son de clase media y alta. Pero sobre el aborto practicado, el común de las abortistas es que son jóvenes acomodadas que apenas terminan su adolescencia y comienzan sus veinte años, ya en edad universitaria. Unas pocas son mujeres casadas, infieles, que resultaron embarazadas por equivocación de otras parejas”

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