El Cerebro

LA GRANDIOSA MAQUINA EN LA BÚSQUEDA DEL ÉXITO

“El Cerebro, antorcha en el oscuro y ciego camino del desarrollo humano”

Jorge Fernando Montenegro Ballesteros

La actualidad está regida por diversas barreras para el desarrollo como persona, las cuales pondrán a prueba la capacidad de resistir, pasar y culminar ese obstáculo de los estudiantes, profesionales y comunidad en general. Todo se ve enmarcado en el concepto diversificado y en algunos casos, errático de “competencia”. Pero, ¿qué se necesita para superar estas adversidades? El cerebro un tejido costoso pero indispensable, la maquina más compleja y difícil de descifrar en todo el mundo; a lo largo de toda la historia desde hace millones de años se ha presentado una evolución un poco rápida pero significativa de esta gelatinosa masa, desde el Astralopiteco con 400 cm³ aprox., pasando por el Homoerectus con 1000 cm³ y llegando hasta la actualidad con 1500 cm³ aprox . Para mantener en continuo funcionamiento esta preciosa máquina, y buscando todo su potencial se debe hacer uso del arte de la lectura y la escritura, dando lugar a lo dicho por el escritor español Emili Teixidor ,“La lectura es el único instrumento que tiene el cerebro para progresar, nos da el alimento que hace vivir al cerebro”.

La lectura y la escritura cumplen un papel fundamental para el desarrollo como personas, tanto intelectual como integral, y hacen que el cerebro adquiera mayor y mejor capacidad de autodesarrollo, son el lubricante de los engranajes del complejo mecanismo; leer influye sensiblemente a la reacción del cerebro; experimenta la activación y promoción del hemisferio izquierdo encargado de distintas habilidades tales como; lingüística, lenguaje crítico, razonamiento, capacidad para los números y el habla; incremento de la red neuronal y materia gris. La capacidad de leer implica el uso de unas redes corticales, iniciando el proceso con una estimulación visual, determinada por lo que estamos leyendo; interconectándose con la zona de acceso al significado, la cual nos determina el concepto de la serie de caracteres que han pasado por nuestra vista y finalmente a la zona de articulación, donde se crea la cadena de palabras para su coherente significado. Las anteriores redes corticales se ven enmarcadas en dos áreas fundamentales en el proceso de la lectura y escritura, el área motriz del leguaje de “broca” y el área sensorial del leguaje de “Wernicke”.

“La capacidad lectora modifica el cerebro”, afirma el neurólogo Stanislas Dehaene, catedrático de Psicología Cognitiva Experimental del Collège de France en su libro Les neurones de la lecture (Odile Jacob).

Según la escuela Latinoamericana de Educación el leer y escribir tiene implícita unas consecuencias, en un lector competente adquiere una mayor activación cerebral por lo tanto

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