El Dolor

EL DOLOR

El dolor es una experiencia humana universal, molesta y desagradable, que suele ser el motivo más frecuente de demanda de cuidados de salud.

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El dolor tiene una función importante en el organismo humano. Constituye la señal de alerta de que hay algo que le está dañando o no funciona adecuadamente.

En otro sentido, el dolor puede ser un síntoma de una enfermedad o lesión en el organismo.

Hay diferentes tipos de dolor: superficial o profundo, agudo o crónico, neurológico, psicológico, etc.

Existen diferencias individuales en cuanto a la percepción del dolor, así como en la tolerancia al mismo.

Dichas diferencias pueden estar motivadas por factores físicos, personales o socioculturales.

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Cuando hay dolor se investiga su causa antes de tratarlo. El dolor en sí no es una enfermedad sino un síntoma de una dolencia.

Tipos de dolor:

. Dolor agudo: se produce por una estimulación nociva (inflamación, estiramiento). Suele tener una aparición repentina, puede variar de intensidad desde ligero a intenso y puede durar un período variable de tiempo, siempre inferior a 6 meses. Suele acompañarse de posturas o conductas defensivas (gritar, llorar, frotar-se la zona dolorosa), aunque la ausencia de éstas no implica que no haya dolor.

Es habitual que se alivie con analgésicos y que se pueda controlar. El paciente con dolor agudo puede mostrar alguno de los siguientes signos: sudoración profusa, aumento de la frecuencia cardíaca, aumento de la TA y palidez.

. Dolor crónico: es de larga duración. Puede ser limitado, persistente o intermitente, pero generalmente se prolonga durante 6 o más meses.

Suele aparecer de manera lenta e insidiosa.

El dolor también se puede clasificar según la localización del dolor:

. Dolor visceral: Se trata de un dolor pobremente localizado, descrito a menudo como profundo y opresivo. Se trata del dolor en los órganos internos del organismo.

. Dolor somático: Es un dolor sordo, continuo y bien localizado, por ejemplo un dolor de hueso o de una artritis. Suelen responder bien al tratamiento con analgésicos origen es físico. El dolor somático propiamente dicho se refiere al dolor superficial.

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Según la fisiología del dolor, éste se puede clasificar en:

   . Dolor nociceptivo: Es el producido por una estimulación de los nociceptores, es decir los receptores del dolor, provocando que el "mensaje doloroso" sea transmitido a través de las vías ascendentes hacia los centros supraespinales y sea percibido como una sensación dolorosa. Por ejemplo un pinchazo.

En otras ocasiones se habla de dolor referido, cuando la zona que duele es diferente del lugar donde se origina el dolor, y el dolor fantasma, el que se produce en una parte del cuerpo que ya no existe (amputación).

En la piel, en las paredes arteriales y en otros tejidos internos existen receptores del dolor.

En general, los tipos de estímulos que los pueden activar son los mecánicos, térmicos, químicos y eléctricos.

La señal dolorosa se transmite por distintos tipos de fibras nerviosas a diferente velocidad. Estas fibras entran en la médula espinal por las raíces dorsales, y desde allí el estímulo viaja hacia el tálamo, desde donde se comunica con la corteza cerebral, en la que se perciben la intensidad y la localización del dolor.

La disminución o alivio del dolor comienza con una señal que se transmite a través del cerebro hasta la médula espinal, en donde se liberan las endorfinas o sustancias químicas que disminuyen el dolor.

La percepción del dolor incluye la forma en que la persona lo interpreta. Dado que el dolor es una vivencia personal, su interpretación y su control están condicionados por diversos factores ambiente, la fatiga o el cansancio, la tensión emocional y otros, como la edad, las creencias culturales...

Las respuestas globales al dolor pueden agruparse en tres categorías:

. Respuestas fisiológicas: son involuntarias y dependen del grado de ansiedad que se asocie al dolor.

Cuando el dolor es leve y superficial, predomina la respuesta simpática (preparación fisiológica al estrés):

- aumento de la TA

- aumento de la FC y FR

- dilatación de la pupila

- palidez

- contracción muscular y rigidez

Cuando el dolor es intenso y profundo, predomina la respuesta parasimpática (respuesta de adaptación general):

- náuseas

- desmayo

- disminución de la TA

- disminución de la FC

- postración

- contracción pupilar

. Respuestas conductuales: son voluntarias. Incluyen conductas como adaptarse del estímulo doloroso y gesticular, llorar o adoptar posturas de protección de la zona que duele.

. Respuestas al dolor: respuestas emocionales o psicológicas. Pueden manifestarse por llanto, abandono, ansiedad, depresión, impotencia, enfado, miedo, desesperación, etc.

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