Etiquetamiento De HULSAM

popular.

Los años 60 y primeros 70 están marcados por las teorías del ETIQUETAMIENTO/REACCIÓN SOCIAL (reconocidos representantes de esta corriente son BECKER11 y LEMERT12). El delincuente se erige en sujeto pleno, activo, que tiene algo que decir sobre sí mismo; pero, sobre todo, el foco se dirige hacia el control social. Existe una interacción entre desviado y sociedad, siendo ésta el sujeto fuerte en esa relación y el desviado, el débil. Es la audiencia social quien determina qué es o no tolerable y quien asigna etiquetas que tienen consecuencias reales; de hecho, de la triada delincuente-delito-reacción social, lo único verdaderamente consistente es la sociedad y su reacción. El delito y el delincuente son etiquetas, definiciones sociales construidas que los sujetos frágiles cumplen en el trascurso de la carrera delictiva.

Los planteamientos interaccionistas servirán a la criminología de izquierdas, más radical, para afirmar que es el Estado y su principal herramienta el Derecho Penal, quienes crean, por definición, el delito y el delincuente, siendo el primero una expresión del quehacer capitalista y el segundo una forma de resistencia y respuesta a la explotación inherente a dicho sistema; aunque esta respuesta, dirá uno de los más destacados representantes de esta corriente, Austin TURK13, esté condenada al fracaso, la incomprensión y el aislamiento, pues los delincuentes sobre los que el sistema concentra su acción estigmatizadora son jóvenes, inexpertos, pobres o pertenecientes a etnias minoritarias; es decir, sujetos frágiles.

a. Materialismo: la realidad es fruto de procesos materiales. No hay condiciones ahistóricas o naturales. Dialéctica entre experiencia real y percepción social

b. Re-construccionismo: proponen retomar conceptos como ‘delito’, ‘ley’ y ‘orden’ más que rechazarlos como categorías ‘construidas’ sin notar que ‘el edificio sigue en pie’

c. Anti-instrumentalismo y anti-funcionalismo: rechaza las miradas marxista del S.P. como instrumento de las clases dominantes. Es más bien un terreno de lucha e, incluso, conquista frente al autoritarismo

d. Utilitarismo: defienden algunas formas de re-socialización partiendo de la idea que el delito es un daño y que hay que maximizar el bienestar de los más

e. Objetivismo: enfatizan el consenso sobre la gran mayoría de los delitos.

f. Anti-esencialismo: así como no hay nada esencial/ malo en la heroína, ni en quien la consume, tampoco lo hay en p.e. los medios de comunicación (enfatiza la noción de relación social)

g. Anti-nominalismo: el mundo no es sólo ‘etiquetas’, los nombres cambian, los problemas persisten (un puto puede ser un gay pero si lo echan del trabajo por eso, da lo mismo como lo llamen)

h. Racionalismo: desmienten que la reacción social sea

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