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Enviado por   •  6 de Marzo de 2015  •  10.651 Palabras (43 Páginas)  •  182 Visitas

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ambiental

América Latina cuenta con una gran diversidad de recursos naturales.

Los recursos naturales son los elementos que provienen de la naturaleza y son utilizados por la sociedad para satisfacer sus necesidades y deseos. Se los denomina así desde que son económicamente valorizados y se cuenta con la tecnología para su explotación. Entre los más importantes se encuentran el suelo, el agua, la flora y la fauna, los minerales y los hidrocarburos.

Éstos han sido aprovechados desde el inicio por los aborígenes de manera racional. Su explotación comenzó a intensificarse a partir de las conquistas española y portuguesa.

En los últimos años la explotación de los recursos ha aumentado notoriamente y nosotros mediante este trabajo práctico vamos a tratar de afirmar o refutar la hipótesis que dice que el manejo de los mismos causó graves problemáticas ambientales.

► Desarrollo

1-Documentos

I- Los recursos naturales en Latinoamérica

Sin ser un espacio especialmente rico en recursos naturales, América latina posee los suficientes como para encarar el futuro con optimismo.

El suelo constituye su principal recurso pero se lo ha utilizado muchas veces de manera incorrecta, generando procesos de erosión y desertificación. Esto ha ocasionado cuantiosas pérdidas, tanto en calidad como en cantidad, en la superficie aprovechable para la obtención de alimentos. América latina ha vivido durante los últimos años una gran expansión y cambio en el uso del suelo, conocido como “expansión de la frontera agropecuaria”

En otros recursos, como los minerales y la pesca, América latina se halla bien provista y presenta grandes potencialidades.

En materia de riquezas forestales es uno de los ámbitos mejor dotados del mundo: casi 50% de su superficie total está ocupada por selvas, montes y bosques. La explotación de estos recursos estuvo sujeta a un constante deterioro y a cuantiosas pérdidas en superficie y especies.

II- La explotación de los recursos naturales y sus problemáticas

a-La actividad agrícola

La agricultura latinoamericana, si bien no alcanza a cubrir las necesidades de una población en constante crecimiento, posee una importancia fundamental, tanto por la cantidad de población empleada como por su participación en las exportaciones

En cuanto a la producción agrícola, una variada gama de cereales se cultivan, con rasgos muy diferentes, en todos los países de América latina, predominando trigo, soja, maíz, cebada y arroz. Por su parte, los cultivos tropicales y de plantación, como caña de azúcar, café, banana, cacao, algodón y tabaco se desarrollan en toda América Central y algunos países de Sudamérica.

La actividad agrícola presenta en Latinoamérica las siguientes características generales:

-baja participación en el producto bruto interno de cada país, salvo excepciones,

-grandes volúmenes dedicados a la exportación,

-importante cantidad de población empleada, aunque en disminución,

-desequilibrios en la tenencia de la tierra,

-aumento del uso de plaguicidas y fertilizantes,

-nivel tecnológico medio,

-elevado número de campesinos sin tierras, éxodo rural, bajo nivel de vida de la población campesina.

Actualmente la gran explotación sigue caracterizando el paisaje rural latinoamericano; sin embargo este paisaje se ha transformado y se ha hecho cada vez más complejo, aún en países muy distintos entre sí. Un importante factor para la transformación de gran parte del sector agrario latinoamericano es el desarrollo tecnológico, sobre todo a partir del desarrollo y difusión de la denominada revolución verde. Se conoce con este nombre al proceso de incorporación de nuevas tecnologías en la producción agraria con la finalidad de incrementar su volumen. Estas tecnologías provienen fundamentalmente de los países desarrollados desde mediados de los años 70. Entre ellas se destaca la creación de variedades vegetales de alto rendimiento. Su correcto desarrollo exige condiciones de cultivo muy especiales, que requieren el uso de fertilizantes, plaguicidas y a veces, riego artificial; es decir necesitan importantes inversiones de capital que no siempre están al alcance de todos los productores.

El uso de los abonos químicos incrementa la producción durante los primeros años, pero al cabo del tiempo para conseguir la misma producción se necesitarán más fertilizantes de origen químico, hasta el punto de convertirse la actividad agrícola en un foco contaminante de primer orden. Las aguas procedentes del riego o las de lluvia, que lavan la superficie agraria, arrastran compuestos nitrogenados, sales de potasa y fosfatos que llegan a las aguas subterráneas y a los ríos, deteriorando o haciendo desaparecer los ecosistemas naturales. Al uso de fertilizantes químicos y a

las prácticas agrícolas en régimen de monocultivo va asociado el empleo masivo de plaguicidas contra los parásitos que destruyen las cosechas o de animales herbívoros que arrastran los cultivos. Al igual que los abonos químicos, el problema de los plaguicidas es un callejón sin salida, puesto que para conseguir un mismo nivel de producción hace falta cada año aportar mayores cantidades, con lo cual aumenta el impacto ambiental. El uso de estos componentes químicos con frecuencia puede generar un “envenenamiento del suelo” y provocar desertificación. Muchos de éstos plaguicidas, además poseen efectos perjudiciales para otras especies, incluida la humana como ha podido demostrarse con el DDT.

Una de las causas del uso de los fertilizantes es la práctica del monocultivo, en el cual se siembra reiteradamente el mismo vegetal sin alternar el uso del suelo entre una y otra temporada, con el cultivo de otros granos o la práctica de la ganadería. Las consecuencias son la pérdida de nutrientes del suelo y la extensión de ciertas plagas.

>>Principales transformaciones ambientales en el agro pampeano

En los últimos años, diferentes estudios demuestran que la expansión de la agricultura por reemplazo de la ganadería, así como su intensificación a partir del doble cultivo anual, provocó una serie de problemas ambientales en el área pampeana, el principal de los cuales es el deterioro de los suelos.

El laboreo continuo durante todo el año impide que el suelo descanse; de esta manera, pierde más rápidamente sus nutrientes. Además, el laboreo realizado siempre a igual profundidad provoca la compactación del suelo -conocida como “piso de arado”-, que lo impermeabiliza; así, se dificulta la infiltración del agua de lluvia y aumenta su escurrimiento superficial, potenciando la erosión hídrica del suelo.

Esa situación es particularmente

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