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Evaluación de signos vitales


Enviado por   •  25 de Marzo de 2015  •  Tutoriales  •  3.929 Palabras (16 Páginas)  •  214 Visitas

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SIGNOS VITALES

Tradicionalmente, la temperatura, el pulso y las respiraciones se han denominado signos vitales, o cardinales. Junto con la presión arterial y los latidos cardiacos, indican el funcionamiento fisiológico básico, específicamente en las áreas funcionales del estado de la temperatura, circulatorio y respiratorio. Al observar las capacidades funcionales de un individuo, la enfermera suele comenzar con los signos vitales.

En la valoración de los signos vitales, es importante recordar que cada persona tiene su propio ritmo circadiano (diurno), o un reloj biológico de 24 horas que regula los acontecimientos diarios de su vida. El ritmo es evidente en funciones biológicas como la temperatura corporal, el sueño y la presión arterial y la enfermera observará que los signos vitales de sus pacientes cambian según la hora del día. Por ejemplo, normalmente la temperatura de una persona es más baja en las primeras horas de la mañana y más altas al final de la tarde o al principio de la noche. En la mayoría de los individuos, la presión arterial también es más alta cuando ya ha estado activo una parte del día.

Aunque las lecturas de la temperatura, el pulso, las respiraciones y la presión arterial varían de un individuo a otro y en diferentes horas del día en la misma persona, hay un margen que suele considerarse normal para cada uno de estos signos. Los límites de lo normal en los distintos grupos de edades se indican en" las secciones siguientes sobre temperatura, pulso, respiraciones y presión arterial.

Por la naturaleza variable de los signos vitales —de un individuo a otro y en el mismo a diferentes horas del día y en diversos estados de salud y enfermedad— es importante establecer los datos básicos de cada paciente, tan pronto sea posible después de su ingreso en una institución para la salud. Una serie de lecturas, hechas en forma sistemática consistente (de preferencia por la enfermera que cuida al paciente), ayuda a determinar los valores normales en un individuo en particular, a identificar anormalidades y a captar las tendencias en las etapas iniciales. Por ejemplo, si la temperatura de un paciente suele ser alrededor de 36.1"C antes del desayuno y una mañana se encuentra que es de 37.5°C y por la tarde de 38"C, cabe sospechar que está desarrollándose fiebre, aunque todas las lecturas de la temperatura estén dentro de lo "normal".

También es importante interpretar las lecturas de los signos vitales en relación con otra información sobre el paciente. En el caso del señor Jordán (cap. 6), los signos vitales se vigilaron muy de cerca durante las 48 horas siguientes a su ingreso, para oslar pendiente de alguna indicación de le-sión interna.

Una baja repentina dü su presión arterial, un aumento de la frecuencia del pulso (o irregularidad del ritmo o debilidad del pulso), o una baja de temperatura corporal, con respiraciones rápidas y profundas o sin ellas, hubiera puesto en alerta a la enfermera sobre la posibilidad de hemorragia interna y debería informarse de inmediato a los médicos a carga del señor Jordán.

Temperatura

La temperatura de la superficie del cuerpo fluctúa con la del ambiente. Por ejemplo, en una habitación fría las superficies expuestas de la piel pronto sienten frío y están frías al tacto. Por otra parte, la temperatura interna, o central, del cuerpo de regula y conserva con precisión dentro de un margen muy estrecho. Esta es la que suele medirse como índice del estado de la temperatura de una persona. En condiciones normales no se eleva ni baja más de un grado respecto de la medida o promedio en esa persona. Variaciones mayores suelen indicar mal funcionamiento del sistema do regulación de la temperatura corporal.

El sistema regulador de la temperatura es uno de los principales mecanismos de homeostasia por el que se conserva el "clima" interno del cuerpo en un nivel óptimo para su funcionamiento. El centro para el control de la temperatura interna del cuerpo se localiza en el hipotálamo, en la porción inferior del cerebro. En un individuo sano conserva un equilibrio bastante preciso entre la producción y la pérdida de calor. En el cuerpo se produce continuamente calor como subproducto del metabolismo. Asimismo, se pierde constantemente por evaporación [sudación por la piel); radiación (transferencia de calor en forma de ondas electromagnéticas), por ejemplo, del cuerpo a objetos más fríos en el ambiente; conducción (el paso de calor de una sustancia más caliente a una más fría por contacto directo), por ejemplo, del cuerpo al aire ambiente y por convección (movimiento del aire) a medida que las corrientes de aire eliminan el calor proveniente de la superficie del cuerpo. En el capítulo 17 se describen en mayor detalle los factores que afectan la producción de calor y el proceso por el cual se pierde del organismo.

La temperatura del cuerpo, medida con un termómetro clínico, refleja el equilibrio entre la producción y la pérdida de calor. Suele variar ligeramente durante las 24 horas y es más baja en las primeras horas de la mañana, antes que la persona se despierte, y más alta en la tarde. En quienes trabajan de noche y duermen de día puede invertirse el ciclo. Muchos enfermos tienen elevada la temperatura: suele ser una de las primeras indicaciones observables de alteración de las funciones orgánicas. Además, cuando es menor de lo normal también puede indicar una enfermedad.

Sin embargo, hay otros procesos aparte de las enfermedades que pueden afectar la temperatura corporal. La actividad del individuo puede producir cierta diferencia, ya que las personas activas suelen tener una temperatura más elevada que las sedentarias. El ejercicio puede causar un aumento notable, pero temporal, de la temperatura del cuerpo. La edad también la afecta; los lactantes y los ancianos suelen tener una temperatura 0.6"C más alta que los adultos jóvenes. Las emociones y la ansiedad pueden aumentar el índice metabólico basal de un individuo y en consecuencia la temperatura.

Se considera que en la mayoría de los adultos la variación normal de la temperatura corporal es entre 36.1"C y 38.0'C cuando se mide en la boca. La temperatura rectal es 0.6°C más alta y la axilar 0.6° C más baja. Pirexia y fiebre son dos términos que se utilizan para referirse al aumento de la temperatura. El término hipotermia indica una temperatura menor de la normal.

Procedimientos para medir la temperatura. La temperatura del cuerpo suele medirse con un termómetro clínico, que es un tubo de vidrio alargado, calibrado en grados Celsius (centígrados) o Fahrenheit. El tubo

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