Experimentación con animales para la producción de cosméticos

Experimentación con animales para la producción de cosméticos

Curso: Lenguaje y Comunicación 2

Profesora: Zela Casaverde Barbara

Alumnos: Alcalá Montoya Juan (20170027)

     Esquivel Fernández Carlos (20183876)

     Manrique Díaz Jorge (

     Valladares Romero Yeysi (20184565)

Sección: 220

Desde hace muchos años se realiza en la gran mayoría de países la experimentación con animales para la producción de cosméticos, lo que ocasiona que las personas  al enterarse de dicha situación, tomen distintas posturas ante el sufrimiento que padecen dichos seres vivos. Este caso sin duda alguna genera mucha controversia entre los demandantes de este producto. Debido a esto, los compradores se realizan la siguiente pregunta, ¿Para la producción de cosméticos es válido e imprescindible testar con animales?. A continuación, en los siguientes párrafos sustentaremos el porqué no es imprescindible el uso de animales para la producción de cosméticos.

Los animales son utilizados como modelos para predecir la toxicidad de los componentes en todos sus productos. La experimentación con animales produce daños irreparables . Cada año, más de 100 millones de animales sufren y mueren por ser sometidos en crueles pruebas químicas, cosméticas; en clases de biología; en ejercicios de entrenamiento médico y en experimentos médicos motivados por la curiosidad. Las cifras exactas no están disponibles porque los ratones, ratas, aves y animales de sangre fría (que representan más del 95 por ciento de los animales usados en experimentación) no están cubiertos ni siquiera por la protección mínima de la Ley de Bienestar Animal de los Estados Unidos y por tanto no son contabilizados. Para probar cosméticos, limpiadores del hogar y otros productos de consumo, cientos de miles de animales son envenenados, enceguecidos y matados cada año por crueles corporaciones. Hay distintos tipos de prueba de toxicidad en animales como el ensayo de irritación en los ojos, el ensayo de irritación en la piel, dosis letal y más ejemplos que producen, aparte del sufrimiento de estos animales, una muerte cruel y a largo plazo. Aunque más de 1,100 empresas han prohibido pruebas en animales para siempre, este tipo de productos  puede ser sacado al mercado con bastante demanda.

Instituciones como Medical Research Modernization Committee (MRMC) y Doctors and Lawyers for Responsible Medicine ( DLRM )  apoyan la existencia de otro tipo de pruebas que no involucran animales. Las alternativas son las impresiones 3D de células humanas, técnicas in vitro, rodajas de tejidos, órganos perfundidos, cultivos celulares y  entre otros. Estas instituciones también mencionan que existen cerca de 15 000 ingredientes que ya han sido probados y declarados seguros para uso en humanos, es decir, las empresas de cosméticos pueden fabricar nuevos productos con esos elementos aprobados, pero la mayoría de estas compañías no lo hacen. Muchas corporaciones de maquillaje como Esika, Cyzone o MAC ( empresas peruanas y extranjeras ) reiteran de que no testan en animales para la producción de sus cosméticos, sin embargo, lo que ellos hacen es pagar a laboratorios y así se “lavan las manos”. Por otro lado, MRMC y DLRM también coadyuvan el surgimiento del afeite cruelty free que es la nueva revolución en el mundo del maquillaje. Agencias como Jeffree Star cosmetics, Identy  Beauty, etc representan este movimiento llevando el conejito característico para el reconocimiento. Pero no solo basta con  llevar el logo , sino que para ser considerado cosméticos fuera de crueldad animal deben pasar por rigurosos exámenes y ser certificados por Leaping Bunny o Humane Society.

Por último , es sabido que la experimentación con animales es dañino para estos individuos, pues les infringen mucho dolor, y los exponen a males irreversibles: ya sea por el beneficio del campo de la ciencia, como; en este asunto, por el mercado de los productos cosméticos.  Con respecto a este último caso, existe un conflicto directo entre lo correcto y lo más accesible, pues, en muchas situaciones, la reacción de los animales ante estos artículos, con relación a la de las personas, es diferente. Pues, como se pueden observar en nuestra sociedad; múltiples productos cosméticos, son destinados para su consumo comercial, por ende, se pueden apreciar diferentes consecuencias, en forma de “efectos secundarios”. Por ello es que la deslegitimación del empleo de animales para estos procesos, sería lo más viable para el bienestar del ser humano.

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