Experimentacion Con Animales
catalinaibarrao17 de Agosto de 2011
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Universidad de la República
Facultad de Ciencias
Curso de Bioética y Ética del investigador
2001
La experimentación animal ...
un tema de todos.
Ma. Cristina Barbé. Licenciatura de Biología
Mariana Piquinela. Licenciatura de Biología
INTRODUCCIÓN
Ya en la época de los griegos se utilizaban animales para ensayos médico-científicos, con el propósito de comprender el funcionamiento del cuerpo, las posibles causas de enfermedades y su potencial curación. Posteriormente, durante el Renacimiento, Leonardo da Vinci estudió exhaustivamente diferentes animales para describir sus anatomías y compararlas con la humana. Sin embargo, fue en las últimas décadas del siglo XIX que comenzó, principalmente en Alemania y Francia, el uso sistemático de animales en la experimentación científica. En este contexto había una confianza absoluta en la autoridad de los científicos y en los beneficios progresivos que produciría el avance del conocimiento para los humanos, quienes creían dominar el mundo y se distinguían del resto de las especies por poseer alma, razón o lenguaje. De acuerdo a esta perspectiva, los Hombres imperaban sobre la naturaleza. Con la justificación del beneficio para la especie humana de los resultados de la experimentación animal, los científicos hacían uso irrestricto de las otras especies.
En décadas recientes, esta convicción ha sido calificada como una forma de “especismo”, o sea, la discriminación por pertenecer a otra especie distinta a la humana.
Hoy en día, la mayor parte de los avances de la investigación biológica está basada en el trabajo de investigadores que experimentan con animales. Sin estos trabajos no se habrían podido desarrollar ni la medicina humana ni la animal. Sin embargo, hay quienes manifiestan preocupación por los derechos de los animales.
En las últimas dos décadas del siglo XX es mucho lo que se ha escrito sobre este tema y son frecuentes las acciones públicas, incluso violentas, de los partidarios de la protección animal.
La reflexión y la discusión sobre la experimentación animal parece hoy tan necesaria como inevitable, es por eso que nos proponemos por medio de esta monografía tratar este tema mostrando tanto los argumentos a favor como en contra. También, otro de los motivos por los cuales decidimos profundizar en este tema es porque creemos que a lo largo de nuestra carrera probablemente nos enfrentemos con dilemas de esta índole.
ARGUMENTOS A FAVOR Y EN CONTRA
Una forma de comenzar el análisis es dando a conocer los pros y los contras de realizar esta práctica con animales. Estos dos puntos nos ayudarán a tener un mayor acercamiento con el tema en discusión. A continuación mostraremos algunos de los argumentos a favor.
Argumentos a favor
La experimentación animal ha resultado esencial para el desarrollo tanto de la medicina humana y animal como de las ciencias biológicas básicas. De esta manera ha producido beneficios progresivos que permitieron el avance del conocimiento en estos campos.
En cuanto al estudio de las enfermedades, también ha contribuido a establecer causas, mecanismos, tratamiento y prevención de las mismas.
A pesar de la existencia de métodos alternativos, es importante saber que aunque se pueda experimentar con moléculas y proteínas, todavía se necesita saber lo que pasa en el organismo viviente. Los animales vivos son más que una suma de reacciones de células, tejidos u órganos independientes; existen complejas interacciones en el animal que los métodos alternativos no pueden reproducir. (D. Runkle, 2000).
Existen argumentos que se oponen a las críticas sobre la experimentación animal tales como que negarse absolutamente a esta práctica tendría consecuencias paralizadoras para la biología. Además, no es frecuente que las posiciones se asuman consecuentemente, es decir, los que se niegan a la experimentación animal no son todos vegetarianos, ni se rehúsan a eliminar roedores, cucarachas o mosquitos, ni dejan de reclamar vacunas o antibióticos previamente probados en animales. (A. Ferreira, 2000).
Estudiamos la conducta de los animales (no humanos) porque es más simple. Los procesos básicos se revelan más fácilmente y se pueden llevar registros por periodos de tiempo más largos. Nuestras observaciones no se complican con relaciones sociales entre el sujeto y el experimentador. Se puede tener un mayor control sobre las condiciones. Podemos manejar las historias genéticas para controlar ciertas variables y podemos manejar historias de vida para controlar otras, por ejemplo, si estamos interesados en como un organismo aprende a ver, podemos criar un animal en la oscuridad hasta que empiece el experimento. También podemos controlar las circunstancias actuales a un grado tal que no fuera muy posible en el comportamiento humano. Estas son las ventajas que no debemos desechar a priori con el argumento de que la conducta humana inevitablemente está en un campo separado. (BF Skinner, 1953).
De esta manera han sido planteados distintos aspectos positivos sobre la experimentación animal, que son por cierto válidos pero también discutibles, como veremos al analizar los argumentos en contra.
Argumentos en contra
Cada vez que se trabaje con animales se debería tener en cuenta que, al igual que los humanos, éstos son capaces de sufrir ya que son seres sensibles y por tanto deberían ser respetados como cualquier otro ser vivo. A pesar de los beneficios que nos pueda brindar esta práctica, no es justificable causar sufrimiento innecesario a otro ser sensible.
Aunque los humanos se encuentran en el tope de la escala de inteligencia, no lo están en la evolutiva. Debido a eso, nada nos da el derecho de hacer lo que se quiera con los animales.
Existen métodos alternativos que no perjudican a los animales. Dentro de estos métodos se encuentran dos opciones: los biológicos y los no biológicos. Los primeros incluyen uso de microorganismos, preparaciones in vitro tales como fracciones subcelulares, cultivo de células y órganos, etc. Los no biológicos comprenden modelos matemáticos y modelos computarizados de otros procesos biológicos.
Supuestamente se encuentran características en los animales que los diferencian de los humanos, tales como: ausencia de autonomía en la decisión, inexistencia de capacidad autocrítica, carencia de lenguaje elaborado e incapacidad de asumir responsabilidades por sus actos. Sin embargo, muchos humanos no cumplen con estas características, por ejemplo, bebés, discapacitados, enfermos en estado de coma, etc, y no por esto se experimenta con ellos. (Davidson, 1984; Fox, 1986; A. Ferreira, 2000).
La experimentación en animales ha demostrado en muchos casos ser una práctica cruel, pues los animales utilizados poseen un sistema nervioso que les permite sentir dolor, e innecesaria debida a la poca fiabilidad de las pruebas en animales, ante la imposibilidad de extrapolar los resultados obtenidos a los humanos.
Suprimir los experimentos con animales no significa dejar al ciudadano desamparado y a merced de innumerables peligros, pues se ha constatado la existencia de alternativas que incluyen el trato ético hacia los animales, y los intereses de las personas que desean gozar de una buena salud y beneficiarse de una buena calidad de vida.
Como se pudo ver, hay varias razones por las que se critica el trabajo con animales. Algunas de éstas podrán parecer extremistas al ojo del investigador, pero como toda opinión argumentada, resulta válida.
Teniendo el conocimiento de los aspectos positivos y negativos sobre el tema, nos surge la inquietud de conocer las diferentes reglamentaciones que permiten mantener un balance estable entre estas dos posturas.
REGLAMENTACIÓN
Una forma de unir los dos puntos de vista es a través de las reglamentaciones, las cuales deben basarse en que el uso de animales es aceptable solo si contribuye a la mejor comprensión de los principios biológicos o al desarrollo del conocimiento que razonablemente beneficie al ser humano y animal. También es necesario tratar humanamente a los animales, evitándoles en lo posible toda molestia y dolor y utilizar, siempre que sea posible, métodos alternativos. Esto se refiere al principio de las 3 Rs (de Russel-Burch), reemplazo, refinamiento y reducción de animales en la experimentación.
En el Uruguay hay un vacío legal en cuanto a la reglamentación sobre experimentación animal ya que no hay una ley en el Parlamento acerca del tema. Sin embargo, contamos con una ordenanza sobre el uso de animales en experimentación, docencia e investigación universitaria. Esta fue propuesta por la Universidad de la República en el año 1999.
A pesar de que esta reglamentación fue un gran paso en nuestro país, debemos tener en cuenta que solo fue propuesta para ratas y roedores, lo cual excluye al resto de los animales que se utilizan actualmente en este campo, como ser, oveja, pollo, etc.
Los objetivos de los principios establecidos en la Normativa de la Universidad de la República son: evitar el uso excesivo o inapropiado de animales de experimentación, acreditar la formación de los investigadores y docentes, y garantizar un marco claro para la labor de estos investigadores y docentes.
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