Fertilización química; Usos y abusos

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RESUMEN SEMINARIO 2

NAYALI ACUÑA, ROCIO CABEZAS Y DAPHNE NICLOUSE

FERTILIZACIÓN QUÍMICA; USOS Y ABUSOS

La fertilización química implica el uso de compuestos específicamente formulados para suministrar nutrientes esenciales a las plantas, impulsando su crecimiento y aumentando la productividad de los cultivos. Su principal objetivo es satisfacer las necesidades de macronutrientes de las plantas. El presente resumen es una revisión bibliográfica del tema fertilización química, usos y abusos. Por ende, se establece como objetivo principal realizar un análisis detallado de la fertilización química, explorando tanto sus ventajas en el incremento de la productividad agrícola, como los impactos negativos que pueden derivarse de su uso indiscriminado. La fertilización química es un proceso esencial en la agricultura moderna, mediante el cual se introducen productos de origen mineral o sintetizados químicamente en el suelo, para suministrar a las plantas los nutrientes necesarios para su ciclo de vida. Estos fertilizantes, elaborados de manera artificial, combinan elementos como el nitrógeno, el fósforo y el potasio, conocidos por mejorar significativamente la fertilidad del suelo y aumentar la capacidad productiva de las tierras agrícolas. Una de sus características más destacadas es la alta solubilidad en agua, lo que permite que los nutrientes se disuelvan rápidamente en el suelo y sean absorbidos por las plantas a través del flujo hídrico, tanto de manera pasiva como activa. Entre los tipos de fertilizantes químicos encontramos los de potasio, nitrogenados, de sodio, sulfato de amonio, amoníaco y urea, entre otros. Sin embargo, el uso excesivo o inapropiado de estos productos puede llevar a serios problemas ambientales, tales como la degradación del suelo, la contaminación de aguas subterráneas, las quemaduras por sal y un crecimiento vegetal exagerado y desbalanceado. La fertilización química ha demostrado ser invaluable para impulsar la productividad agrícola y garantizar la seguridad alimentaria. Sin embargo, su uso indiscriminado puede tener efectos perjudiciales en el medio ambiente y la salud. Por ello, es crucial adoptar prácticas sostenibles que maximicen los beneficios de la fertilización química mientras se minimizan sus impactos negativos.

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