Uso y abuso de esteroides

Universidad del Salvador Comprensión de textos académicos Lic. Iris Uriburu

2017

Uso y Abuso de Esteroides

Pilar Raña pilar.ra@outlook.com Magalí F. Rodiponte maagiiii36@gmail.com Valentina Rodriguez Dindart valerodriguezd@hotmail.com Daiana P. Segovia daiisegovia3@gmail.com M. Emilia Villagra emiliavillagra1998@gmail.co m

Introducción

En la actualidad, una gran parte de jóvenes y adultos recurren al uso y abuso de los esteroides anabólico-androgénicos, es decir, variantes sintéticos de la testosterona, para el desarrollo de la masa muscular. Rodríguez , sostiene que “El uso de esteroides anabólicos para aumentar la musculatura se da principalmente en hombres que rondan los 30 años de clase media y alta”. De igual forma, se ha detectado el uso inadecuado en personas desde los quince hasta cincuenta años, según el rango de edad (Clarín. 2015. Mirá mis músculos: crece el consumo de anabólicos en los gimnasios).

Si bien los anabólicos se utilizan como tratamiento para numerosas afecciones clínicas, entre ellas, el SIDA y el cáncer, también se los emplea con el objetivo de alcanzar mejor rendimiento físico para poder alcanzar los estereotipos de belleza instalados en la sociedad contemporánea. En particular, los atletas los utilizan como método para aumentar su rendimiento físico.

La realidad es que, si bien su venta en la Argentina es ilegal (exceptuando un producto determinado que se utiliza para el tratamiento de afecciones médicas y sólo se vende bajo receta), pueden conseguirse fácilmente en los gimnasios, en internet o hasta en las mismas farmacias. El principal problema reside en que la mayor parte de las personas que se someten a tratamientos con anabólicos, obtienen información de páginas de internet no verídicas o de personal de los gimnasios no calificado, sin la debida recomendación médica. Entonces, los eventuales efectos negativos que estas drogas pueden tener sobre el cuerpo, se desencadenan con más fuerza debido a la desinformación y, en consecuencia, el mal uso del consumidor.

Otro factor a destacar, es que el ideal de belleza que en muchos casos es el impulsor del uso de anabólicos, es decir, el deseo de una imagen poderosa, le impide a muchos hombres admitir el uso de los mismos. La negación de la realidad se encuentra acompañada del

conocimiento de los efectos tóxicos. Un ejemplo destacable de esta cuestión es el de Mateus Ferraz que, a los 23 años, murió debido a insuficiencia respiratoria provocada por el abuso de anabólicos. Un familiar contó, “ Le dije que deje de usar esteroides, pero negaba su uso. Aunque el crecimiento en poco tiempo de sus músculos resultaba ser sospechoso” (Todo Noticias. 2016. Murió un fisicoculturista de 23 años: culpan a los esteroides)

Por otro lado, cabe destacar en la introducción de este trabajo la diferencia entre los dos términos claves que se utilizan al tratar un tema relacionado a las drogas: abuso y adicción. El abuso es el consumo en exceso, con las consecuencias que ello implica. La adicción, por otro lado, se ve desencadenada por el abuso e implica una pérdida parcial o total de control. Para entonces se ha convertido en una enfermedad que puede resultar fatal y que afectará al individuo durante el resto de su vida. (Néstor Szerman. 2006)

En esta investigación se intenta, como objetivo principal es dar cuenta de los efectos del uso de anabólicos a largo y corto plazo. Se enlistarán las distintas variedades de esta droga, se hará énfasis en las causas y, sobretodo, en las consecuencias de su abuso, diferenciando los efectos en el sistema reproductor de la mujer y del hombre. Se pondrá en evidencia, también, los posibles factores impulsores de consumo.

ESTEROIDES ANDRÓGENO-ANABÓLICOS

Para comenzar, los esteroides andrógeno-anabólicos son drogas sintéticas basadas en hormonas sexuales masculinas (andrógenos) que pertenecen al grupo de drogas ergogénicas o “de performance”. Estas promueven el crecimiento de músculos (efecto anabólico) y el desarrollo de las características sexuales masculinas (efecto andrógeno).

Los esteroides anabólico-androgénicos fueron inicialmente creados en la década del 30 con la finalidad de encontrar un tratamiento para el hipogonadismo. Años después, a fines de dicha década, se descubrió que éstos esteroides estimulaban los músculos, provocando un rápido desarrollo. Fue entonces que comenzó el consumo por parte de atletas profesionales, sólo aumentando en los años siguientes .(Nida,2007)

En la actualidad se calcula que el abuso de esteroides entre los atletas es menos del 6%, pero si se tienen en cuenta las anécdotas, el resultado se multiplicaría significativamente.(Nida,2007)

Además de su uso en la medicina, hay una segunda razón para la ingesta de anabólicos que está en pleno auge, y es para el crecimiento de la musculatura y para la reducción de grasa corporal. Derivado de este uso, podemos destacar un grupo de personas: aquellas que padecen dismorfia muscular, un síndrome que provoca una errónea percepción del cuerpo. Los hombres que padecen de ella, por ejemplo, se ven a sí mismos como pequeños y débiles incluso cuando son grandes y musculosos. De ésta misma manera, las mujeres se ven gordas y flácidas aún si son delgadas. Éstas personas creen que abusando de los esteroides lograrán alcanzar esa imagen que tanto han deseado .(Nida,2007)

Según encuestas(Diario El País,2006), un porcentaje importante de las personas que abusan de los esteroides para aumentar su musculatura han sido víctimas de abuso físico y/o sexual. El 25% de los hombres aseguraron tener recuerdos de abusos durante su infancia,

mientras que de las mujeres entrevistadas, en aquellas que habían sido violadas se registró un abuso doble en comparación a aquellas que no habían sido violadas. La gran mayoría informó que luego del abuso habían aumentado sus actividades fisicoculturistas y opinó que siendo más corpulentas y fuertes, los violadores serían disuadidos o no se sentirían atraídos.

Si bien se implementan numerosos procedimientos que detectan su uso, para así desalentar el abuso entre atletas profesionales y olímpicos, constantemente aparecen nuevas drogas de diseño indetectables. Esto, sin embargo, podría cambiar si

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