HERIDAS PUNZANTES

HERIDAS PUNZANTES

Son lesiones fuertes producidas por objetos puntiagudos que penetran la piel. Por lo general, la lesión es dolorosa, la hemorragia es escasa y el orificio de entrada es poco notorio. Se definen por la existencia de un orificio de entrada, de un trayecto más o menos largo y un orificio de salida cuando traspasan por completo una zona del cuerpo. En ocasiones, el objeto puede partirse quedando trozos del mismo dentro del cuerpo. Son heridas de fácil infección, ya que su limpieza se dificulta y de no ser atendida como se debe, puede complicarse causando tétanos.

Habitualmente, las heridas punzantes son heridas menores, pero esto depende considerablemente de los siguientes factores: grosor del instrumento, zona herida, profundidad de la lesión, limpieza del objeto. Las circunstancias que agravan el pronóstico son: que la herida sea penetrante en una cavidad; que haya interesado órganos vitales o de importancia funcional; que por la contaminación del instrumento se produzca una infección en profundidad.

CAUSAS

Estas heridas pueden ser causadas por instrumentos naturales o artificiales. Entre los primeros figuran las espinas, plantas, astillas de madera, los aguijones, mordeduras de serpientes y otras defensas de animales. Entre los artificiales, los más comunes son; alfileres, agujas, clavos, tornillos, alambres, lápices, destornilladores, punteros, flechas, lanzas, tachuelas, picahielos, cuchillos, anzuelos, etc.

Por lo general, muchas personas sufren este tipo de heridas de forma accidental, ya que todos los elementos antes mencionados con frecuencia se utilizan o están presentes en las actividades laborales, escolares y del hogar.

Una herida punzante es considerada grave cuando:

• Es causada por la mordedura de un animal.

• La perforación es en la cabeza, cuello, pecho, abdomen aunque no sea profunda.

• Parte del objeto continúa dentro del cuerpo.

• La punción es causada por una jeringa usada o desechada.

• El objeto punzate estaba muy sucio.

• La herida está infectada, enrojecida, hinchada y sensible al tacto.

• Hay fiebre.

¿QUÉ HACER?

Ante estas heridas hay que actuar con rapidez y llevar a la persona a un centro asistencial; calmar el dolor con un analgésico; no tratar de sacar el objeto: esto lo realizarán con pinzas en el centro asistencial; y controlar en días sucesivos por si se detecta hinchazón en la zona afectada. La levedad del orificio de entrada no prejuzga el pronóstico de la herida, puesto que lesiones de apariencia insignificante pueden tener consecuencias graves por alcanzar órganos profundos importantes o por la infección que pueden provocar.

El peligro más inmediato de las heridas punzantes es la hemorragia. Para detenerla, se debe presionar fuertemente con un paño limpio sobre el lugar por donde se está produciendo; si no se detiene, poner otro encima y afirmar la zona con una venda.

Si la perforación es en la cabeza, cuello, pecho, espalda o abdomen que pudiera ser profunda inmediatamente llame a un servicio de ambulancias para que traslade a la persona a un centro de salud mientras es asistido.

RECOMENDACIONES

• El Orden y la Prevención son la clave principal para evitar este tipo de heridas.

• Siempre que se pueda, elegir tijeras puntas romas.

• Guardar los objetos punzantes una vez que han sido utilizados

• Situar plantas punzantes, como los cactus en zonas visibles fuera de alcance de los niños y de tropiezos accidentales.

• Colocar las herramientas en cajones con las puntas hacia dentro.

• Utilizar guantes siempre que sea posible para proteger sus manos.

• Utilizar botas y lentes de seguridad, si es lo recomendado.

• Prestar atención a lo que está

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