Klebsiella

Genero Klebsiella

Los miembros del género Klebsiella pertenecen a la familia de las enterobacterias son Gram negativos (-) son de forma cocobacilar, no flagelados y por lo tanto son inmóviles pero poseen una gran capsula que les caracteriza; solo tienen antígenos “O” y “K”. De estos últimos se conocen 72 polisacáridos diferentes que conforman otros tantos tipos serológicos. Son aerobios y fermentan activamente varios carbohidratos con formación de ácidos y gases, y crecen bien en medios de cultivo ordinarios.

Los factores de patogenicidad de este género son: la capsula, que es un factor antifagocitario, y la endotoxina de pared, que es un lipopolisacárido, como los otros bacilos de esta familia.

El género Klebsiella se ubicó en la naturaleza y además de colonizar la mucosa de ciertos mamíferos puede encontrarse en el suelo, el agua o las plantas. En el ser humano puede colonizar la nasofaringe (1-6%) y sobre todo (5-38%) el aparato gastrointestinal. La frecuencia de colonización se incrementa considerablemente en los pacientes hospitalizados, de los que se recupera el 77% en las heces y el 42% en las manos. Aunque Klebsiella puede contaminar superficies o equipos y dispositivos médicos, el principal reservorio es, sin duda, el aparato digestivo de los pacientes.

Si bien clásicamente se ha asociado a este género y, en particular, a la especie K. pneumoniae con cuadros de neumonía adquirida en la comunidad, caracterizada por una presentación radiológica típica (neumonía de Friedlander), lo cierto es que la gran parte de las infecciones por Klebsiella son de adquisición nosocomial y afectan, sobre todo, a pacientes con algún tipo de inmunodepresión o enfermedad subyacente. La mayoría de las infecciones se deben a K. pneumoniae y, con menor frecuencia, a K. oxytoca. Las infecciones por Klebsiella más comunes son la infección urinaria, la bacteriemia y la infección respiratoria, la neumonía por las distintas especies de Klebsiella conllevan generalmente la destrucción necrótica de los espacios alveolares, la formación de cavidades y la producción de esputos hemoptísicos. Pero pueden encontrarse en procesos supurativos de prácticamente cualquier locación, como infecciones de herida quirúrgica, del pie diabético o catéteres intravasculares.

Este género incluye las especies:

1. Klebsiella pneumoniae

2. Klebsiella ozaenae

3. Klebsiella rhinoscleromatis

4. Klebsiella oxytoca

5. Klebsiella ornitithinolytica

6. Klebsiella granulomatis

7. Klebsiella mobilis

8. Klebsiella planticola

9. Klebsiella singaporensis

10. Klebsiella trevisanii

11. Klebsiella variicola

12. Klebsiella terrígena

1. Klebsiella pneumoniae

En el año de 1882, Carl Friedlander, estudiando los gérmenes de la neumonía lobar, describió un micrococo, que estimó era el causante de esa enfermedad infecciosa aguda.

El bacilo de Friedlander es grueso y corto, con sus extremos redondeados. Aunque su tamaño varía mucho de una a otra cepa y aun en una misma, entre los individuos que la componen, pueden darse como promedios las dimensiones de 0,7 a 5 micras de longitud por 0,5 a 14 de ancho. Puede presentarse en formas “cocoides” con frecuencia en las preparaciones directas de los productos del animal, tendiendo en el cultivo, a adoptar formas más alargadas. Pueden observarse formas sueltas, diplobacilares y más raramente cortas cadenas de bacilos. Son inmóviles no tienen flagelos y no forman esporos.

En la Klebsiella pneumoniae se identifica la capsula aunque no se le haya hecho ninguna coloración, se manifiesta en forma de un hilo incoloro que rodea el bacilo.

• Resistencia

Crece bien en un medio de cultivo corriente, su temperatura óptima, en las especies aisladas del organismo humano es de 37,5˚ C., se desarrolla bastante bien, entre márgenes muy amplios, que fluctúan entre 20 y 40˚ C. A temperatura de 60˚C. Muere en poco tiempo, siendo su temperatura letal, la de 56˚C.

La reacción también fluctuar bastante y aunque los mejores crecimientos se obtienen a pH 7.0, lo hace bastante bien tanto en el terreno acido como en el alcalino, siempre que no sean muy exageradas estas condiciones de uno u otro sentido. En cuanto a los requisitos de oxígeno, prefieren la aerobiosis, pero pueden adaptarse a crecer en condiciones anaeróbicas.

• Patogenicidad

Acción patógena experimental: es patógeno para el ratón y el curiel, siéndolo también, para el conejo

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