LA CEGUERA

LOS DOS TIPOS DE CEGUERA

SANTIAGO CASTILLO TRUJILLO

La ceguera es indudablemente un tema muy interesante, una enfermedad que nadie quiere padecer, pero que muchos la sufren de otra forma y sin saberlo. Según la Real Academia de la Lengua Española, ésta es la “Total privación de la vista” y la “Alucinación, o afecto que ofusca la razón” . Cada definición corresponderá a uno de estos males que se tratarán en este ensayo, que a continuación serán presentados con base en un famoso libro de José Saramago: “Ensayo Sobre La Ceguera”, que trata de la forma en que una ceguera se esparce por el mundo y las personas que se contagian son condenadas a vivir en un manicomio, donde la vida se vuelve cada vez más difícil, y el camino más tortuoso para sobrevivir. Esta obra que le dio el premio Nobel de Literatura al portugués presenta dos tipos de ceguera en especial, que le dan un tinte realista y metafórico: la de vista y la de pensamiento, donde cada una es una enfermedad infalible y despiadada, que afecta y afectaría al humano si se dieran las condiciones presentadas en el relato. El objetivo es analizar ambas formas de esta discapacidad, que se pueden observar en el contexto de un libro que gira en torno a la peor enfermedad ocular.

En primer lugar, en “Ensayo Sobre La Ceguera” se puede apreciar la conocida y verdadera ceguera física, y la forma en que ésta puede afectar al mundo hasta el punto de cambiar al ser humano en su totalidad. La vida de un ciego es muy difícil, pero con un buen tiempo, éste se acostumbra a no poder ver, cosa que para el ciego de nacimiento no ha sido parte de su vida, pero para el mundo que se queda sin este sentido, es algo demasiado grave, teniendo en consideración que es el sentido más importante para los primates. Es cierto que muchos animales tienen una vista muy defectuosa y algunos no poseen este beneficio, pero no tienen problema alguno en su supervivencia, pues han adecuado otros sentidos mejor; pero el humano y sus ancestros han sobrevivido y evolucionado en gran parte por su visión binocular capaz de distinguir colores y formas.

En el libro, todas las personas empiezan a cegarse, y luego de la desesperación y aceptación de su enfermedad intentan continuar su vida de modo que sea similar a como era antes de su incidente. No obstante, es inevitable que en cuestión de días el desorden predomine, y ellos busquen alguna forma de defenderse. La supervivencia sin el uso de la vista es ahora una prioridad, y definitivamente un problema difícil de solucionar. En el manicomio, todos empiezan intentando estar en orden, pero mientras llegan más personas y la comida hace falta, las formalidades se dejan a un lado por parte de la mayoría, y así las personas se volvieron animales, pues perdieron todo sentido de higiene o decencia.

En cuanto a la decencia, las peleas eran constantes y el instinto animal de los reclutados era evidente, se podría decir que este encierro en estas condiciones los volvía cada vez más locos, y en consecuencia más salvajes, hasta el punto de tener una guerra. En el libro hay un fragmento que dice: “Los ciegos están siempre en guerra, siempre lo han estado” , refiriéndose a la forma de actuar de éstos en el manicomio y a la lucha interna que viven. Desde el momento en que llegaron las primeras personas al manicomio hubo conflictos, como el del ladrón y el primer ciego, por el robo del auto que cometió el ladrón, aprovechándose del pobre ciego, quien expresa su furia luchando con el hurtador, cuando éste está en sus mismas condiciones, pero sin poder conseguir nada, pues al fin y al cabo, un ciego no puede manejar. De este momento en adelante las luchas se producen cada vez con mayor intensidad, dejando muertos de por medio. Un ejemplo es la lucha de los malvados y los personajes de las otras salas, donde la vista es aprovechada por la mujer del ciego para matar al líder de los malévolos: “No llegarás a gozar, pensó la mujer del médico, y bajó violentamente el brazo. Las tijeras se enterraron con toda fuerza en la garganta del ciego, girando sobre sí mismas lucharon contra los cartílagos y los tejidos membranosos, luego, furiosamente, siguieron penetrando hasta ser detenidas por las vértebras cervicales” . Este fragmento es una muestra del odio que había entre personas ciegas, y sus guerras. Sin embrago, en este caso, era merecido el homicidio, pues los malvados habían violado a todas las mujeres de la sala uno, incluyendo a la asesina.

En cuanto a la higiene, al no ser vistos y no poder ver, los ciegos dejaron todo tipo de modales, y volvieron un basurero el manicomio. El aspecto personal, obviamente no importaba más, aunque algunas personas continuaban guardando algo de vanidad, pero la mayoría no tenía interés en la limpieza, todo estaba sucio y fétido. Materia fecal se veía por todos los lugares, el agua era muy sucia y no potable, y la limpieza era casi nula. Un ejemplo de esto es una reflexión sobre el estado de las camas de las salas: “Una barrera de catres imperfectos, llenos de pulgas y de chinches, con los colchones podridos por el sudor y los orines, las mantas andrajosas, ya no grises sino de todos los colores con que puede vestirse la repugnancia”

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