LA IMPORTANCIA DE CONOCER EL MICROBIOMA INTESTINAL SANO

LA IMPORTANCIA DE CONOCER EL MICROBIOMA INTESTINAL SANO

Por: Nicole Andrea Pico Tamayo

Es muy importante caracterizar los microbiomas intestinales saludables para poder distinguirlos de los no saludables y así ayudar en el diagnóstico de enfermedades relacionadas con los microbiomas e incluso mejorar el pronóstico.

A través de la historia, se descubrió que Escherichia coli es una bacteria frecuente en el sistema digestivo. Y, además, realizaron estudios en los cuales descubrieron que el género Bacteroides y otros cocos anaerobios también estaban presentes, mientras que Clostridium, Bifidobacterium, Eubacterium, Lactobacillus y Streptococcus también estaban, pero en menor proporción.

Por esta época, estaba casi comprobado que, debido a las exigencias de algunos microbios para su estudio y cultivo, se dificultaba mucho la investigación y por ello, era poco el conocimiento que se tenía sobre si estaban presentes o no en el cuerpo humano. Además, esto no ocurre solo con bacterias, sino también con otros microorganismos como lo son los virus y hongos, ya que para estos grupos no se cuenta con técnicas ni métodos que permita su estudio, y por esto se requieren más avances en la investigación.

Para el caso de las bacterias, actualmente se realizan técnicas basadas en biología molecular como secuenciación del ADN y la hibridación fluorescente in situ (FISH). Los primeros resultados indicaron que la mayoría de microorganismos pertenecían a Bacteroides, Clostridium cluster XIVa e IV.

Por otra parte, se tiene gran información sobre el ecosistema del colon, ya que cuenta con una notable diversidad de especies en comparación con otras partes del cuerpo. Además, añadiendo la zona intestinal, se han encontrado cerca de 1.000 especies bacterianas que han podido identificarse gracias a estas pruebas moleculares y otros medios de cultivo. Debido a esto se llegó a la conclusión de que los microbiomas intestinales sanos están denominados principalmente por bacterias del género Bacteroides y Firmicutes, y que esta proporción varía con respecto de una población a otra.

También, en otros sitios como la piel se pueden encontrar microorganismos de los géneros Propionibacterium, Staphylococcus, Corynebacterium, Moraxella y Malassezia. En la boca Streptococcus, Rothia, Neisseria, Candida, Veillonella y Actinomices. Y, por último, en la vagina Lactobacillus, Gardnerella y Mycoplasma/Urcaplasma.

Es muy importante saber que el microbioma humano incluye varias especies más, aparte de bacterias, como es el caso de arqueas, virus y eucariotas. Por esto, se han encontrado géneros como Methanobrevibacter, la cual interviene en la digestión. En cuanto a virus, en su mayoría son bacteriófagos. En adición, las interacciones que se desarrollan entre cada uno de estos seres son las responsables de mantener el equilibrio ecológico e inmune en un microbioma sano.

Desde otra perspectiva, han prevalecido diferentes características propias de los microorganismos como lo son la resistencia y la resiliencia. Un ejemplo claro para definir esto es la capacidad de recuperación que tienen las comunidades intestinales después de estar sometidos a un tratamiento con antibióticos.

Para concluir, se tiene conocimiento de que los estudios actuales sobre el microbioma se centran en las características de la enfermedad, pero es necesario entender el microbioma sano para así desarrollar nuevos diagnósticos y terapias para la comunidad. En mi opinión, identificar los patrones de conducta del microbioma sano intestinal, clasificado por grupos de poblaciones, tiene un valor diagnóstico significativo ya que, siguiendo determinados estándares, facilitará la clasificación de los pacientes que presenten afecciones intestinales, o que, por otros motivos, tengan un cambio en su microbioma lo cual podría originar problemas en otras partes del cuerpo.

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