La Isla De Las Flores

"La isla de las flores", realizado en 1989 por Jorge Furtado, recibió ,entre otros premios, el prestigioso León de Plata al mejor corto en Berlín. En tan solo 12 minutos nos da una lección crítica y paródica sobre cómo funciona nuestro mundo.

Como habrán visto las personas que ayer se tomaron la molestia de ver este documental a través de mi entrada, empieza como un documental educativo acerca de la plantación de tomate y finaliza siendo una feroz crítica a las raíces del capitalismo salvaje, ese gigante que se supone que hace del mundo un lugar mejor para todos sus habitantes. Con en transcurso del tiempo, a la vez que nos distrae con imágenes y definiciones ortodoxas un tanto absurdas, poco a poco van apareciendo una serie de términos tales como dinero, comercio, lucro, trabajo, basura, propiedad...

Sin que nos demos cuenta, el director va introduciendo esa denuncia social que nos hace plantearnos si, en realidad, el ser humano ha ido progresando con el paso de los años o si ha inventado un nuevo método de explotación a costa del enriquecimiento de unos y del empobrecimiento de otros, a los que les correspondería los bienes que el adinerado señor capital les ha robado.

Se supone que el dinero fue inventado para resolver problemas, pero lo que ven mis ojos es que parece que ha originado un problema todavía más mayor: la codicia. Si esta enfermedad, caracterizada por un ansioso y excesivo deseo de poseer bienes y riquezas, producida por el sistema capitalista que tanto denunciaba el filósofo y economista Karl Marx en ese ya remoto siglo XIX, el mundo sería un perfecto lugar para habitar. A mi parecer, los únicos males que se escaparon del famoso mito griego de la caja de Pandora fueron la tendencia al egoísmo y codicia del ser humano, germen del resto de padecimientos que tenemos en este frívolo,decadente y enfermizo mundo. Si los individuos no tuviesen como principio regulador de sus actividades el afán por tener más que el vecino, no existirían las guerras, el hambre, las enfermedades, etc. Todo se resumiría en esa anhelada solidaridad sin ánimo de lucro entre todos los miembros de una comunidad...

Y mientras la mayoría de personas pagan barbaridades por tomar "lujosos alimentos" como caviar y tiran a la basura comida como si no formaran parte de las necesidades básicas de cada persona para poder subsistir, hay diversos puntos geográficos (como en Porto Alegre, concretamente en La isla de las flores) que concentran una enorme cantidad de personas que no tienen nada que llevarse a la boca. Los más privilegiados, tienen la "suerte" de comer contaminados alimentos procedentes de los vertederos más cercanos, a pesar de todos sus efectos nocivos para la salud.

Sin duda, este documental refleja la desoladora realidad de millones de personas que están viviendo ahora mismo en estas circunstancias.

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