La Meningitis

En nuestros tiempos se conoce, que la meningitis bacteriana es una inflamación de las meninges y que la mayoría de los casos ocurren en niños recién nacidos y lactantes, esta es una enfermedad grave de gran relevancia social debido a su capacidad de producir secuelas y generar mortalidad de alrededor del 20%, es más frecuente en los países en desarrollo, sobre todo entre los niños debido a las condiciones de pobreza.

Durante los últimos 25 años, la epidemiología ha cambiado significativamente debido a la aplicación de la vacuna contra el Haemophilus influenzae, Neisseria meningtidis grupo C y Streptococcus pneumoniae, debido a estas vacunas la meningitis ahora es una enfermedad controlada.

Esta patología se presenta con rigidez de nuca o signos Kernig o Brudzinski, conciencia reducida, convulsiones, hipoacusia, fiebre, tortícolis aislada e inmunosupresión en adultos.

Además llega a todos los estratos sociales, sin embargo, las zonas con malas condiciones de vida tienen una mayor proporción de casos que progresan hasta la muerte, presentando complicaciones como insuficiencia respiratoria, coma o semicoma, convulsiones , fontanela abultada, leucopenia , acidosis , proteína del líquido cefalorraquídeo> 300 mg / dl, glucosa líquido cefalorraquídeo elevada y la necesidad de ventilador o compresor de apoyo.

Este resultado refleja las dificultades para el acceso rápido y la mala calidad de la atención médica que enfrentan estas poblaciones.

Son pocos los casos de meningitis bacteriana durante el embarazo que han sido reportados en la literatura, y los microorganismos causales y el pronóstico de la meningitis bacteriana durante el embarazo no son claras, teniendo muy en cuenta que uno de los factores más predisponentes es la otitis.

Los niños con meningitis bacteriana tienen un alto riesgo de deficiencias múltiples y complejos problemas de calidad de vida. Muchas de estas discapacidades se podría haber evitado con el uso de las nuevas vacunas conjugadas contra Haemophilus influenzae tipo b, neumococo y meningococo.

Los sobrevivientes de meningitis, siguen teniendo considerable morbilidad a largo plazo, poniendo de relieve la necesidad de que las estrategias de desarrollo en curso de seguimiento y prevención como la vacunación materna.

A pesar de la disponibilidad de eficaces agentes antibacterianos y vacunas, meningitis y sepsis neumocócica todavía están asociados con altas tasas de mortalidad y un alto riesgo de secuelas neurológicas. Se describe el caso de un niño de 17 meses de edad, vacunados con la vacuna heptavalente conjugada neumocócica (PCV7) que desarrollaron meningitis bacteriana complicada por empiema subdural y la sordera causada por el serotipo 7F Streptococcus pneumoniae. La cepa 7F no está contenido en PCV7 (la única vacuna en el mercado en el momento de la aparición de la meningitis), pero está

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