Las dos revoluciones científicas

Las dos revoluciones científicas

En la historia, la explosión de la ciencia y la tecnología ha estado acompañada de muchos debates sobre cómo y por qué ocurrió esto. Uno de estos debates se centra en el concepto de revoluciones científicas. Las dos revoluciones científicas establece referencia al papel desempeñado por el progreso tecnológico o por las condiciones externas, intelectuales y económicas en el desarrollo de la ciencia.

Tal y como se aborda en el libro de Thomas S. Kuhn, exponiendo las reformas del pensamiento y cómo se ve influenciado por la primera revolución; que introdujo cierta incertidumbre con la termodinámica, la física cuántica y la cosmofísica, del mismo modo la segunda revolución sistemática introdujo la organización de las ciencias en la tierra y en la ciencia ecológica, en atención a lo cual este ensayo trata de argumentar por qué el término “revolución” resulta controversial.

El autor sostiene que Kuhn ha practicado una ruptura con la concepción de el progreso de la ciencia como acumulación continua, este argumento se puede sostener con lo que dice Bordieu, que las revoluciones en un campo científico pueden ser correlativas a crisis más amplias en el seno de la sociedad y que las revoluciones sólo las puede hacer aquel insider que ignora el pasado, lo cual el autor menciona que Kuhn intuyó esta consideración cuando desarrolló la idea de “tensión esencial”, es decir, la capacidad de tolerar la crisis y de vivir en un mundo desordenado.

Afirma que las llamadas “revoluciones científicas” no pueden comprenderse sin ponerlas en relación con la tradición, Bourdieu afirma que “la autoridad científica es entonces una especie particular de capital que puede ser acumulado, transmitido e incluso reconvertido en otras especies bajo ciertas condiciones”, además, necesariamente al tratar de describir la evolución de una tradición científica concreta, se debe de buscar reglas y principios, ya que, en ausencia de un conjunto de reglas, ¿Qué es lo que liga a los científicos a una tradición particular de ciencia normal?

Sostiene que la difusión y la popularización de la obra se debió, casi netamente, a factores políticos; debido al momento histórico en que apareció y ya que los estudiantes universitarios refutaban la “racionalidad científica” y reivindicaban la imaginación frente a la razón; además, este énfasis puesto por su público mayoritariamente universitario en la idea de lo revolucionario contribuyó a una sobreinterpretación.

Considera que el libro de Kuhn sólo se puede considerar revolucionario si desafía un status quo, lo cual se basa en la suposición del éxito del nuevo paradigma y que el establecimiento de este en la filosofía de la ciencia desplace a las formas tradicionales de entender la práctica científica y estudiar todos los ámbitos de la ciencia.

Explica que la obra de Kuhn fue recibida como revolucionaria por los más enterados de la historia de la ciencia y la epistemología de la época; ya que refuerza la posibilidad de relacionar la estructura de unos descubrimientos con otros, lo que hace que la concepción de conocimiento capte mayor importancia.

Del mismo modo, se argumenta que en la obra de Kuhn se declara que las ciencias sociales aún no arribaban a un estado de “ciencia normal”, dado que aún coexistían diversas escuelas de pensamiento y paradigmas, sin que hubiese un consenso generalizado; lo que buscaba Kuhn era establecer la teoría unificadora, que consigue explicar casi todos los efectos observados y se gana eficiencia y efectividad en la investigación; además de hacer desaparecer gradualmente las escuelas antiguas por conversión o por exclusión para así facilitar el trabajo del investigador.

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