Leche Materna

Durante el primer año de vida del ser humano, la nutrición es uno de los aspectos centrales a tener en cuenta sobre todo al estudiar su desarrollo, desde el punto de vista médico constituye una de las bases del crecimiento del niño.

Resulta imprescindible considerar tanto el desarrollo del psiquismo del niño como el psiquismo de la madre. En los primeros momentos de la vida el bebé se encuentra totalmente dependiente de su madre tanto física como psíquicamente, pero también hay dependencia psíquica de la madre respecto del bebé, lo que es conocido como el estado de preocupación materna primaria.

Los humanos establecemos vínculos afectivos para lograr la supervivencia. El apego es la manera que tienen las personas para vincularse con otro, la tendencia de los seres humanos a crear fuertes lazos afectivos con determinadas personas se explica en la teoría del apego y tiene que ver con la calidad de la historia afectiva que estructura todo el funcionamiento interno de la persona generándole seguridad y confianza, ayudándola en su desarrollo personal. Esta relación es la base para la seguridad del niño, quien la considera incondicional, estable, accesible y duradera; a la vez que le permite explorar el mundo, alejarse y acumular experiencia. También la figura de apego representa el consuelo y reafirmación ante situaciones percibidas como peligrosas o ante estados de peligro, malestar o aflicción

El primer vínculo que se forma en la vida de un ser humano es al nacer y se establece por lo regular con la madre que es quien lo cuida y alimenta. Para Bowlby (1988), La madre es la figura de apego y establece una relación única con el bebé que le otorga seguridad y confianza. la forma que tenga la madre de formar el vinculo con su hijo repercute en toda la vida posterior del niño, el cual va a adoptar determinadas imágenes mentales según haya sido su figura de referencia, para más adelante actuar conforme lo asimilado

En 1963, Winnicott, describió tres momentos o estados que permiten al bebé desarrollar su independencia psíquica, el primero es el estado de dependencia absoluta donde el bebé no dispone de ningún medio que le posibilite saber que están siendo cuidado por su madre. En el estado de dependencia relativa, el bebé es consciente de su necesidad de ser cuidado. Finalmente, el niño se dirige hacia la independencia, que se genera cuando los cuidados maternos se han registrado y el pequeño adquiere la confianza en el ambiente, por lo que puede prescindir por momentos de los cuidados maternos.

Estos ajustes van moldeando la relación entre el bebé y su madre y permiten un vínculo de convivencia que da paso a las relaciones objetales y la salida del bebé de su estado de fusión con la madre (Winnicott. 1960).

Durante el primer semestre de vida del infante se consolidan los procesos

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