León Blanco

León blanco, un caso extraño de la naturaleza.

El león blanco (Panthera Leo Krugeri) se caracteriza por su pelaje color blanco y su gran tamaño. Los machos suelen llegar a los 250 kilogramos y las hembras hasta 180 kg. Al igual que los leones asiáticos, sudafricanos, etc., cuentan con patas lo suficientemente fuertes y musculosas para realizar carreras de largas distancias.

La rareza de esta especie surge a partir de una mutación en la genética del león sudafricano Timbavati.

Según los estudios que se han realizado se trata de un gen recesivo inhibidor del color, razón por la cual su pelaje es parcial o totalmente blanco según el león.

Esta alteración genética es conocida como leucismo (particularidad genética que hace que los animales presentan plumas o pelaje de color pálido, especialmente blanco).

Erróneamente se ha llamado a esta especie como león albino, lo cuál se puede corroborar con el pigmento en los ojos que éstos presentan que suele ser de diversos colores (azules, dorados, grises).

Actualmente, esta especie sólo se da en cautiverio en algunas zonas del mundo debido a la mínima cantidad de leones blancos que hay y su dificultad para sobrevivir como los leones que no sufren esta peculiaridad.

A diferencia del resto de los leones, es prácticamente imposible cazar u ocultarse de los cazadores para esta especie ya que su pelaje no les permite camuflajearse en su propia hábitat, la sabana.

Por otra parte, el ser humano aprovechó la rareza de esta especie, así como su belleza, para cazarlos y vender la piel, los dientes y hasta el león muerto ya fuera disecado o recién muerto. Razón por la cuál se encuentran en peligro de extinción desde hace algunos años. Actualmente quedan 300 leones blancos, todos en cautiverio.

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