Lucy Tenía El Pie Plano

LUCY TENÍA PIE PLANO, PERO SUS COMPAÑEROS NO

¿Dónde pasó Lucy la mayor parte de su vida? ¿Caminando sobre el suelo o balanceándose en los árboles? Actualmente se considera que la transición al bipedalismo terrestre de tiempo completo, que se llevó a cabo en la familia de los homininos hace unos millones de años, es una característica distintiva de la evolución humana. Este paso implicó la transformación de un apéndice útil para agarrarse y sostenerse con fuerza de las ramas, a una palanca propulsiva útil para desplazarse caminando sobre dos extremidades. Para que el cambio fuera posible se tuvo que desarrollar el arco permanente longitudinal del pie; por lo que la existencia de éste es inequívocamente indicativo de que la especie que lo presenta se halla comprometida con el bipedalismo.

Los arcos son sostenidos tanto por estructuras óseas como por tejido muscular y elástico, que proporciona gran parte de la energía de propulsión al caminar. Ya que los tejidos suaves no se fosilizan, las únicas evidencias con las que se ha trabajado son unos cuántos huesos del pie y algunas huellas fosilizadas. Dada la pobreza de estos datos, no existe consenso acerca de cuándo apareció esta estructura.

Los especialistas no habían llegado a un acuerdo acerca de si Australopithecus afarensis, una especie que vivió hace más de 3 millones de años, era exclusivamente bípeda. La famosa Lucy, como se conoce a un fósil de hembra descubierto en 1974, pertenecía a esa especie. Aunque los restos fosilizados de la pelvis y la rodilla de Lucy indican que era bípeda, la anatomía de sus manos, hombros y pies parecen señalar que era parcialmente arbórea. La morfología de las estructuras óseas disponibles de Lucy y otros A. afarensis indicaba entonces características anatómicas intermedias. El talus* de Lucy y de otro especímen de A. afarensis muestra caras articulares indicativas de un arco arco medial longitudinal, pero existen otros hallazgos que contradicen esta conclusión y si a esto sumamos que al parecer Lucy tenía el pie plano (1), la evidencia es ambigua.

Era entonces crucial determinar si el arco permanente era una característica ya presente en estos homininos, pero no se disponía de ninguno de los huesos clave de la zona media del pie. Ward, Kimbel y Johanson (2) describieron recientemente un cuarto metatarso completo de esta especie. Este hueso, llamado AL 333-160 y descubierto en el 2000 en Hadar, Etiopía, tiene la cabeza girada lateralmente en relación a la base y por tanto se produce la torción característica en los humanos modernos. La torción permite a la superficie plantar de la cabeza metatarsal contactar el suelo, lo que sólo ocurre en un pie con un arco transversal fuerte, soportado esqueléticamente.

Por otro lado, como se muestra en la figura de abajo, el ángulo que forma la epífisis o parte media del hueso con la superficie plantar

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