Pie Plano. La presencia de pie plano patológico

El pie es la base de soporte del cuerpo. El pie consta de 26 huesos y más de 30 articulaciones permitiendo tres funciones fundamentales: apoyo, amortiguación y soporte de peso. Muchos factores influyen en la estructura y el funcionamiento del pie, uno de ellos es el peso corporal.

Existen tres arcos en el pie: longitudinal medio, longitudinal lateral, y transversal. El arco longitudinal medial es el que absorbe la presión del peso.

Los componentes de carga: esqueleto, músculos y elementos de unión, cargan el peso del cuerpo para conservar la postura y permitir el movimiento. Una buena postura le permite al sistema músculo-esquelético accionar con mínimo gasto de energía y mayor eficiencia. Postura y movimiento son así una unidad funcional mediada por el tono, de esta manera el desarrollo de la postura está fuertemente influenciado por la adaptación funcional que el individuo desarrolle a lo largo de su vida.

Los problemas más frecuentes se refieren a deformidades del arco longitudinal medial, ya sea porque es excesivamente elevado (pie cavo) o excesivamente bajo (pie plano) y tienen un impacto significativo en la función del pie y desarrollo de patologías músculo-esqueléticas.

El pie plano flexible es muy común en la infancia, aproximadamente un 15% de los adultos tienen pie plano flexible.

La laxitud de los ligamentos o debilidad de los músculos del pie puede acortar la longitud del arco longitudinal medial. El arco del pie es una estructura compleja que ofrece la elasticidad para la absorción de choque así como estabilidad para transmitir fuerza del músculo mientras que camina.

El pie plano es una condición médica en la que el pie no tiene un arco longitudinal médico normal mientras está de pie. Tiene múltiples etiologías y puede provocar dolor en el talón, la rodilla, la cadera y la espalda. Puede ser congénito o adquirido.

La presencia de pie plano patológico se modifica en función de la edad debido a varios factores, como la maduración de las estructuras osteoligamentosas, la laxitud de los ligamentos, el sobrepeso-obesidad y el paquete adiposo en la planta de los pies.

Las alteraciones posturales que encontramos en la población infantil conllevan al niño a mecanizar actitudes de postura de tipo compensatorio: estático y dinámico, ocasionando limitación de motricidad, equilibrio y que llegan a repercutir en su salud física y psicológica.

Martínez LAG. Et al. Lo considera como una variante normal que tiende a la mejoría espontánea sin producir dolor o limitación funcional alguna, por lo que en la mayoría de los casos no requiere de manejo alguno. Sólo los casos que se acompañan de dolor, limitación funcional o son muy severos requieren de una evaluación radiológica y manejo específico según su etiología. El manejo puede ir desde plantillas para aliviar el dolor (no para hacer arco),

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