Macroeconomia En Colombia

MACROECONOMIA EN COLOMBIA

La macroeconomía es una disciplina que se encarga de estudiar el comportamiento y el desarrollo agregado de la economía. Cuando se habla de agregado se hace referencia a la suma de un gran número de acciones individuales realizadas por personas, empresas, consumidores, productores, trabajadores, Estado, etc., las cuales componen la vida económica de un país.

Busca, principalmente, estudiar temas como la producción, los precios, el comercio internacional y el desempleo. Para desarrollar su estudio y análisis de estos temas, se han desarrollado algunas metodologías que, basadas en datos recolectados, le permiten observar y medir los cambios y las tendencias de la economía. Con el uso de conceptos como el producto interno bruto (PIB) que junto con el producto nacional bruto [PNB] son medidas importantes relacionadas con la producción, la tasa de desempleo que facilita el análisis de temas de empleo y desempleo, la tasa de inflación que facilita el estudio de los precios y la balanza comercial con la que, por ejemplo, puede desarrollar un análisis sobre el comercio internacional, la macroeconomía puede observar y medir tales cambios y tendencias.

Crisis y recuperación en los años ochenta

Aunque Colombia llegó a comienzos de los años ochenta con niveles relativamente bajos de endeudamiento externo, producto de un manejo prudente de la bonanza cafetera que experimentó el país durante el segundo lustro de la década de los setenta, no fue ajena a la crisis que experimentó América Latina a raíz de la interrupción de los flujos de capital en 1981-1982. En efecto, la década de los ochenta se inició en medio de una desaceleración del crecimiento económico, acompañada de fuertes desequilibrios, tanto en el frente externo como fiscal, y de una crisis financiera. La tasa de crecimiento económico se redujo del 5.4% en 1975-1980 al 2.2% en 1980-1985 y alcanzó en el año más crítico, 1982, apenas un 1%, el nivel más bajo de la posguerra. Tanto el déficit en cuenta corriente de la balanza de pagos como el déficit consolidado del sector público se ampliaron rápidamente a comienzos de los años ochenta, llegando en 1982 al 7.4% del PIB de paridad (medido a la tasa de cambio de paridad de 1994) y al 7.2% del PIB corriente respectivamente. La desaceleración del crecimiento económico se tradujo igualmente en una elevación de la tasa de desempleo, que alcanzó en 1985 el 14%. Finalmente, la crisis financiera se tradujo en la quiebra y nacionalización de varios intermediarios financieros a partir de 1982

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