Modelo Agroexportador

EL MODELO AGROEXPORTADOR (1880 – 1916)

El modelo agroexportador estaba basado en la exportación de materias primas y alimentos, y en la importación de productos industriales y capitales.

La Argentina se incorporó así al mercado mundial como vendedora de alimentos y materias primas para las grandes potencias industriales europeas. Estos países, a su vez, se especializaron en la elaboración de productos industriales.

La Argentina contaba con tierras muy fértiles y de clima templado, la zona que más se desarrolló fue el área pampeana, integrada por las provincias de Buenos Aires, Entre Ríos, parte de Córdoba, centro y sur de Santa Fe y parte de La Pampa.

El Estado cumplió importantes funciones para favorecer el funcionamiento del modelo, por ejemplo: otorgó préstamos, expandió la red de transportes (ferrocarriles, puertos) y alentó la llegada de inmigrantes (en su mayoría italianos y españoles) con el fin de aumentar la población del país e incorporar mano de obra. La mayoría de los inmigrantes se radicaron en la región pampeana.

También se produjeron inversiones extranjeras – en primer lugar los británicos, seguidos por los franceses, alemanes y norteamericanos – que enviaron capitales destinados a fomentar las actividades relacionadas con la agroexportación.

La ganadería había sido la actividad económica característica de Buenos y el litoral. A partir de la década de 1840, las provincias de Bs. As. y Entre Ríos comenzaron a criar ovejas de raza Merino, la lana era enviada a Europa para su industrialización.

A fines de la década de 1860 disminuyó la venta de lanas y los hacendados empezaron a criar ovejas Lincoln para exportar su carne hacia Europa. La invención del barco frigorífico que permitía trasladar carne refrigerada contribuyó para que aumentara la cría de ganado vacuno, cuya carne era más apreciada que la ovina.

Con respecto a la agricultura, la incorporación de nuevas tierras a la producción, la extensión de los ferrocarriles y la necesidad de alimento para el ganado impulsaron el desarrollo agrícola. Santa Fe se convirtió en la principal provincia productora de trigo y su puerto Rosario, en el puerto cerealero del país. Buenos Aires en cambio, se dedicó a la producción de maíz, al mismo tiempo que aumentaba la cría de ganado vacuno. Cuando la zona pampeana se especializó en la ganadería del vacuno y en la agricultura, la cría de ovejas se trasladó a las provincias patagónicas.

La agricultura tuvo un notable crecimiento gracias al sistema de arrendamiento (alquiler de campos a inmigrantes para que los cultivaran), y a la introducción de mejoras técnicas (utilización de maquinaria agrícola como arados, segadoras, trilladoras).

Con el desarrollo de la agricultura y la ganadería se produjo el surgimiento de algunas industrias. Se las conoce como industrias derivadas ya que están relacionadas con las producciones ganadera y agrícola. La más importante fue la industria frigorífica que se dedicaba al procesamiento de la carne con destino a Europa y, menor medida, para el mercado interno.

También se desarrollaron industrias derivadas de la agricultura, como las aceiteras, los molinos, la vitivinicultura y la producción de azúcar.

Fuera del área pampeana, en otras regiones del país también se desarrollaron actividades económicas derivadas de las producciones agrícola ganadera.

En el Noroeste, a partir de la llegada del ferrocarril, las provincias de Tucumán, Salta y Jujuy se especializaron en la producción de azúcar. Los grandes propietarios de esas provincias instalaron modernos ingenios (establecimientos dedicados a la producción de azúcar), con maquinaria importada de Europa.

En la región de Cuyo, la provincia de Mendoza aumentó su producción de vinos en bodegas.

En la región del noreste (Misiones, Chaco, parte

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