Mono

Durante un periodo de 4 meses estuvimos tratando una serie de efectos de la naturaleza que se presentan en la costa norte, nos pusimos a la tarea de recorrer los lugares donde  sabíamos que nos íbamos a encontrar estos fenómenos. Nuestra primera estación fue el Parque salamanca donde nos dimos cuentas de las características del terreno que había, las distintas especies de flora. La flora que en este lugar se encuentra es de aguas salobre que es la mescla entre agua salada y agua dulce, este tipo agua debe ser equilibrada ya que esto permite un sano crecimiento de los mangles. En el proceso nos dimos cuenta que la creación de la carretera ha afectado a los mangles ya que el agua salobre no llega, de un lado el agua es muy dulce y del otro es muy salada, esto no permite que los mangles crezcan. El hombre en su afán de arreglar su error en contra de la madre naturaleza creo unos canales en los que los dos tipos de agua pueden unirse y los mangles puedan volver a emerger. Al principio con la creación de la carretera se vieron afectados en el sentido que el agua que consumían los mangles no era totalmente solubre, eran totalmente dulce y esto poco a poco fue acabando con los mangles, este tipo de daños con el pasar del tiempo se espera que se puedan arreglar pero el reloj de la naturaleza es demasiado lento y se tiene que esperar a que el error sea enmendado.  Luego avanzamos hacia las playas mas cercanas donde pudimos apreciar una marea muy intensa ya que estábamos a mar abierto y no había quien cortara la corriente, también las corrientes de viento eran fuertes y junto con el traían material con este se formaban las dunas de playa. Después llegamos a la ciénaga grande de santa marta en estas encontramos con que esta ciénaga está compuesta por varios ríos quienes la bañan entre otras características de la ciénaga.

Cuando llegamos al parque nacional tayrona empezamos a ver distintos tipos  de erosión que en este se presentaban, pudimos apreciar las distintas especies de fauna y flora que en el parque habitaban. Cuando llegamos a las playas vimos los distintos tipos de marea, esto lo permitía gracias a que en las distintas playas se podían ver varios fenómenos que podían influir en la marea, por ejemplo: cuando encontrábamos una playa con marea baja era porque al pasar por los arrecifes de coral o los polisones este cortaba la fuerza que la marea traía y no eran tan fuertes, pero en otros casos estábamos a mar abierto y en este caso se daba que la corriente era muchísimo más fuerte ya que no había nada en su camino que pudiera quitarle fuerza. Vimos los diferentes casos de erosión mencionadas en clase y además pudimos apreciar las características de las mismas, también vimos las distintas culturas indígenas, sus historias y tradiciones, como por ejemplo en la playa que visitamos que se llama la “piscina” en este lugar los indígenas coguí hacían sus pagamentos a la madre naturaleza. En este parque se encuentra mucha herencia cultural, natural que nos dejaron nuestros antes pasados, un verdadero tesoro de la naturaleza Colombiana.

Pudimos apreciar demasiada diversidad en todos los ámbitos, culturales, en la parte animal y vegetal, parques como este muestran la verdadera riqueza de nuestro país. Cuando vamos a visitar lugares como este es un verdadero espectáculo.

En este parque podemos encontrar los indígenas Aruacos y coguis quienes son los encargados “tradicionales” de este territorio, también poseen sectores turísticos dentro del mismo parque como lo son el pueblito que es uno de los sectores más tradicionales para ellos, en el cuales su cultura ha sido perpetuada por sus rasgos culturales. Hacer un recorrido como estos es ver en directo lo que en verdad somos y poseemos, lo que por herencia hemos recibido de nuestros hermanos mayores ( los indígenas) pero sin un cuidado adecuado podríamos perder. El parque actualmente es patrimonio de la UNESCO y está salvaguardado por la entidad nacional llamada Parques Nacionales quienes se encargan del cuidado, mantenimiento y conservación del mismo. Internacionalmente es muy apetecido el recorrido en el parque por lo visto en estos dos días la gran concurrencia de extranjeros y también colombianos pero de otra zona de nuestro país. Los planes que este parque puede ofrecer son de verdadera sencillez pero de gran valor cultural, además de que cada sendero que escojamos nos lleva a sitios nuevos donde el aliento se puede hurtar y el silencio es rotundo, solo se alcanzan a percibir el sonido de las olas del mar y esta arrastra todo estrés que se pueda encontrar en los visitantes. Caminar por cada sendero, llevar muchas ganas de conocer y gran capacidad de energía son los elementos necesarios para poder disfrutar del viaje. La naturaleza es un elemento fundamental en nuestro legado como cultura “caribe” en ella nacimos y para saber de dónde venimos una mirada al pasado no cae nada mal, aire fresco y una naturaleza abierta totalmente a la observación y al disfrute.

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