NUTRICION EN VENEZUELA
25 de Noviembre de 2013
7.817 Palabras (32 Páginas)494 Visitas
Las recientes estimaciones de la FAO en materia de alimentación ubican a Venezuela en el grupo de 15 países (entre los que se encuentran Nicaragua, Guyana, Perú, San Vicente, Cuba y las Granadinas) que han realizado progresos por reducir la prevalencia de la subnutrición del 13,5%, en el período 1990-1992, a menos de un 5%, durante el lapso 2010-2012, con lo cual se logró la meta de los Objetivos de Desarrollo del Milenio referentes al hambre, reseñó AVN.
Debemos partir por esclarecer que la alimentación y la nutrición no son sinónimos. De acuerdo a los expertos la nutrición es el conjunto de procesos bioquímicos que se producen en todos nosotros de forma individual, involuntaria e inconsciente. La alimentación en cambio, es la forma que tenemos de llevar a cabo la nutrición y que está muy influenciada tanto por la cultura, la educación y el ambiente entre otros.
Por ello, la educación en alimentación debe orientarse a potenciar o modificar los hábitos alimentarios, involucrando a todos los miembros de la comunidad educativa; niños, padres, maestros, directivos y sociedad en general. Educar sobre la necesidad e importancia de una buena alimentación implica: descubrir y erradicar creencias, mitos y conductas erróneas; promoviendo consciencia sobre las diversas funciones o roles que juega o debe jugar la alimentación en las diversas esferas de la vida, la salud, los aprendizajes, la producción, distribución y consumo de alimentos; fomentar conceptos, actitudes y conductas claras y fundamentales sobre la alimentación.
Los problemas asociados a la alimentación, a la nutrición y a la salud a nivel mundial están, arraigados en lo biológico, lo económico, lo ecológico, lo social y lo cultural; los cuales deben ser considerados como una prioridad en las políticas de desarrollo social por los diversos países (Fundación Colombiana para la Nutrición Infantil (s/f). Por otra parte, las conductas en cuestiones de comida reflejan la manera de pensar sobre ella, el grupo en que se nace y se crece determinan lo que produce placer físico y psicológico, los gustos y los hábitos que se han formado en la experiencia personal e individual son inseparables. Además, toda cultura posee un bagaje de leyendas, cuentos, dichos, mitos y juegos que estructuran y dan razón a la existencia de prácticas, de prohibiciones (tabúes) y preferencias alimentarias. Estos referentes han sido considerados - o lo han simulado- en las políticas educativas nacionales durante algún tiempo y con mayor o menor resonancia según el caso, pero en realidad han desviado el problema del verdadero nudo crítico, que a nuestro entender, se ubica en la nutrición como problema de la Educación.
La alimentación como hecho educativo
n Venezuela, el gobierno y las instituciones especializadas han elaborado y publicado directrices alimentarias como base para la educación nutricional estas son: Las guías de alimentación para Venezuela, guías de alimentación para el niño menor de seis años, las guías de alimentación en la escuela para la primera, segunda y tercera etapa de la educación básica, sin embargo no han llegado a la población, al este respecto, se deben generar campañas educativas nacionales, regionales y locales con los lineamientos compartidos por los diferentes entes y con la participación de las comunidades. En este sentido y en opinión de Martínez, (1999), el conocimiento debe ser incorporado en los centros académicos que deben convertirse en espacios continuos para el autocuidado de su estado nutricional y es el docente quien debe guiar esta información. Así mismo, no es posible continuar pidiendo a los docentes que realicen en sus aulas lo que no ven aplicado en su propia formación tanto en lo referente a contenido como a enfoque, método, valores y actitudes. Debe existir coherencia entre lo que los educadores aprenden (y como lo aprenden) y los que se les pide que se les enseñe (y como lo hagan) en las aulas, Mirabal de Molines (2005).
Estos programas, a juicio de Vegas (2005) deben abocarse: (a) Conocer las causas y mecanismos de la aparición y desarrollo de los problemas nutricionales, donde los factores biológicos interactúen con los factores sociales, económicos, psicológicos y, en donde su estudio de forma interdisciplinaria logre un balance satisfactorio, (b) Comprender como la motivación, el conocimiento, la imagen de sí mismo y la capacidad de decisión, conforman elementos claves que intervienen en la conducta alimentaria, (c) Redefinir la educación alimentaria y nutricional sobre la base de la participación comunitaria a través de una pedagogía ascendente y horizontal, y (d) Generar impacto, traducido en cambios de conducta, basados en las características propias de los sujetos y con la capacidad de resolver situaciones nutricionales no deseables. Esto apunta a cambiar el sentido que la comunidad y la sociedad en general, da al alimento, a la manera de prepararlo y de consumirlo.
Otras de las barreras que se destacan, lo constituye el hecho de como se ha abordado el acto pedagógico de la alimentación, si ha sido conceptualizado como la acción responsable, interpersonal y elevadora, ejercida por un educador consciente, cuya finalidad es la madurez del ser y la conciencia del educando, Henz, (1976), o se ha reducido a informar acríticamente un saber fundamental, sin implicaciones formativas para su vida, sin valorar su historia alimentaria, sin aportar soluciones creativas que permitan satisfacer sus necesidades fisiológicas, culturales y sociales en materia alimentaria, relegándose a espacios o fechas de calendario académico, a contenidos irrelevantes y a tiempos insufiencientes para el repensar en la alimentación como un saber interdisciplinario por excelencia, -no descubierto-, para lograr el autodesarrollo del individuo. Así mismo, la escuela tiene que vincularse al entorno, construir puentes entre la cultura académica y la cultura que se está creando, entre los que se destacan: la tolerancia, el esfuerzo personal, la coherencia, la solidaridad y cooperación, el espíritu crítico y creativo. Para ello, destacamos las consideraciones de Ugas (2005) al referirse que es necesario convertir el aula en espacio de acción y pensamiento, generar cambios metodológicos y superar los "obstáculos pedagógico" que la caracterizan actualmente y donde la acción del docente es esencial. Analicemos diversas perspectivas en el ámbito nutricional a fin de aclarar algunos aspectos al respecto.
La Educación en nutrición, referentes históricos
Desde hace más de 60 años, el aspecto de la educación en nutrición dirigido a la población y en la educación formal ha sido motivo de importantes decisiones entre diferentes entidades nacionales. En 1948 se organiza el Consejo Informativo de Educación Alimentaría (CIDEA), con la finalidad de educar a la población en materia alimentaria y nutricional, su actividad fue bastante intensa centrándose en charlas comunitarias y escolares. Como estrategia para la enseñanza de la alimentación y nutrición en 1954 se crean los clubes escolares de nutrición y en 1954 se incluye como objetivo de quinto grado de la educación primaria. Con el fin de tomar acciones en beneficio del estado nutricional y de los hábitos alimentarios de la población infantil, en 1977 se declaran a las cantinas escolares como un servicio de primera necesidad. En 1979 se publica el manual de nutrición para el maestro como guía para la actualización del docente en educación primaria Heredia, (2007).
El Instituto Nacional de Nutrición conjuntamente con el Ministerio de Educación realizan una revisión curricular de los programa de educación básica en 1987 y publican cuatro folletos que abarcan los contenidos y estrategias metodológicas para la enseñanza de la alimentación y nutrición. La Fundación Centro Nacional para el Mejoramiento de la Enseñanza de la Ciencia (CENAMEC), la fundación CAVENDES y el Instituto Nacional de Nutrición en 1989 realizan un programa de Educación Nutricional dirigido a actualizar a los docentes en Educación Preescolar, Básica y Media con temas de alimentación y nutrición, desarrollando las actividades con especialistas en el campo de la nutrición y educación. Entre los propósitos de este programa educativo se consideró la necesidad de difundir los enunciados y los mensajes de las guías de alimentación para Venezuela, elaboradas en 1991 por el Instituto Nacional de Nutrición y la Fundación CAVENDES.
En 1992 se realiza un diagnóstico de la enseñanza de la alimentación en la Educación Básica Venezolana a cargo de las profesoras Diana de Barboza y Dalia de Tancredi ambas del CENAMEC, donde se reporta que el proceso de enseñanza de los contenidos de alimentación y nutrición se ve altamente afectados por la falta de recursos y de materiales instruccionales, la deficiencia existente en la formación docente, la carencia de espacios físicos y ambientes apropiados, de equipos, herramientas y bibliotecas, así como también que las instituciones de educación superior diseñen mecanismos para la actualización y mejoramiento de docentes en servicio e incorporen temas de alimentación y nutrición en algunos componentes curriculares de sus cursos de pregrado y postgrado. Igualmente las instituciones que forman docentes, deben incorporar en sus programas, experiencias para la enseñanza de la alimentación y nutrición en los diferentes niveles de la educación formal, Barboza y Tancredi, (1992).
Han pasado quince años y nuevas visiones o acciones no se han acometido, las instituciones formadoras de docentes no han "visto con interés" el problema alimentario como problema educativo, no se evidencian -hasta lo que conocemos hoy- políticas educativas que se orienten
...