PLACE DEPRESIÓN
YaneliHuertaGray29 de Mayo de 2015
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PATOLOGÍA OSTEOARTICULAR EN EL ANCIANO
Artritis reumatoide
Las artritis reumatoides que aparecen en edades avanzadas suelen manifestarse de dos formas: o simétricamente en las articulaciones periféricas (típicas las malformaciones en dedos y muñecas) o en las articulaciones proximales (cadera y hombro) con prolongada rigidez matutina.
En fisioterapia distinguimos dos fases para su tratamiento:
• Fase aguda: Reposo en cama con posición correcta (cama firme, almohada baja, arco en los pies para evitar que el peso de la ropa produzca úlceras, no almohadas bajo las rodillas por el riesgo de genu flexo, cambios posturales precisos, brazos separados del tronco, manos abiertas) y cinesiterapia general para prevenir la atrofia muscular y la rigidez articular.
• Fase crónica: En el anciano con AR el equilibrio entre reposo y actividad es más delicado que en el joven por las negativas secuelas que supone la inactividad en el mismo. A los ejercicios de cinesiterapia ya descritos añadimos hidroterapia en piscina climatizada que reduce la rigidez y favorece el movimiento activo. En la mano artrítica tienen especial importancia las férulas de reposo para prevenir/corregir deformidades y juega un papel fundamental la terapia ocupacional.
Enfermedad degenerativa articular: Artrosis
La artrosis es la forma más frecuente de enfermedad degenerativa articular. Consiste en una degeneración de los tejidos que conforman las articulaciones. Tiene especial incidencia en la columna vertebral y dentro de esta son muy recidivantes las artrosis cervicales. En ellas el tratamiento fisioterápico es muy efectivo: Ultrasonidos (por el dolor), termoterapia (Microonda u Onda corta), masajes relajantes y ejercicios cervicales para recuperar los arcos de movimiento. La artrosis para el resto de las articulaciones tiene un tratamiento parecido basado en reducir el dolor y preservar/mejorar la movilidad de las articulaciones afectadas, a través de cinesiterapia, TENS, etc.
Osteoporosis
En el anciano existe una pérdida de masa ósea (más acusada en las mujeres a partir de la menopausia) que hace menos resistente el hueso y, por tanto, más vulnerable a las fuerzas de presión. La osteoporosis afecta, al igual que la artrosis, a la columna vertebral, degenerando el disco intervertebral, perdiendo agua el núcleo pulposo y con ello su función de amortiguación, disminuyendo los arcos articulares y de rotación y aumentando la cifosis dorsal (chepa).
Para evitar todo esto se recomienda el ejercicio físico, pero también es fundamental la higiene postural:
• Levantar los objetos del suelo doblándonos por las caderas y rodillas y no por la zona de la columna lumbar.
• Cuando un objeto esté a una altura superior a la cabeza del sujeto, hay que colocarse sobre una escalerilla o taburete para cogerlo, y así tener el objeto a la altura del pecho.
• Para trasladar objetos, éstos deben asirse con las dos manos. También es mejor empujar o arrastrar un objeto pesado que llevarlo a cuestas.
• Corrección postural: En bipedestación bascular la pelvis y en sedestación emplear sillas rectas, no excesivamente mullidas ni bajas.
Si la osteoporosis ya está muy establecida, el tratamiento fisioterápico se basará en aumentar el metabolismo para aumentar el flujo sanguíneo y la llega del oxígeno y nutrientes al hueso.
PIE GERIÁTRICO
Debido a las alteraciones vasculares y osteoarticulares, así como a las modificaciones que sufre la marcha con la edad, se provocan cambios en la distribución de las cargas, lo cual hace que disminuya o aumente la presión en determinadas zonas del pie.
En primer lugar destacaremos la importancia de la profilaxis de las afecciones del pie con los siguientes consejos:
• Higiene: Lavado diario y secado minucioso de espacios interdigitales.
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