Postulados

CAPÍTULO I

Postulados

1. Probidad. El abogado debe evidenciar siempre rectitud, honradez e integridad de pensamiento y acción, lo que debe manifestarse especialmente en la lucha contra los abusos y la corrupción en el ejercicio profesional.

Se refiere a la rectitud, honradez e integridad de pensamiento de acción. Lo que debe manifestarse especialmente en la lucha contra los abusos y la corrupción en el ejercicio profesional. Esto nos describe que probidad como postulado deontológico hace referencia a que un profesional del Derecho siempre debe tener una conducta intachable, es decir, que actúe conforme a la verdad y con base al ordenamiento jurídico, tanto en su desempeño profesional como en su vida privada.

Presentándose la situación en que un cliente le presente al abogado un caso en el cual el abogado considere que la versión acerca de los hechos proporcionada por su cliente no se apega del todo a la verdad, su deber es considerar el asunto detenidamente analizando lo rescatable que puede tener la causa, optando por la opción de rechazar la asesoría del caso.

2. Decoro. El abogado debe vivir con dignidad y decencia. Se abstendrá de llevar una vida licenciosa y evitará vicios y escándalos. A las audiencias y actos de su ministerio asistirá decorosamente, y, en toda oportunidad dará a su profesión el brillo y honor que merece, observando una conducta honesta y discreta.

Apunta a una vida digna y decente, abarcando no sólo el ámbito

3. Prudencia. El abogado debe actuar sin precipitaciones y con juicio sereno en el ejercicio de su profesión.

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