Prevencion SM.

Prevención

El síndrome metabólico por ser una masa de factores de riesgo se ha convertido en un verdadero problema. La infancia y adolescencia son la clave para educar con hábitos alimenticios y sobre la importancia del ejercicio físico. La obesidad como la ingesta de alimentos ricos en grasas, bebidas azucaras y la inactividad física, favorecen el desarrollo del síndrome metabólico. Otras medidas importantes para tomar son el cambio de estilo de vida, dejar de fumar o beber alcohol con moderación ayudan a evitar el síndrome metabólico al igual que ayuda a su recuperación, se hace necesario también un diagnostico precoz como por ejemplo la resistencia a la insulina, hipertensión, cardiopatía coronaria, obesidad, etc.

Alimentación.

La alimentación es un aspecto importante para prevenir el desarrollo del síndrome metabólico, es un recomendable la implementación de una dieta tradicional mediterránea ya que ayuda a la prevención de cardiopatía isquémica y diversos canceres. Existe una gran relación de esta dieta con la mejoría de un perfil lípido sanguíneo, al igual que una mejoría de la función endotelial y la resistencia a la insulina con una probabilidad del 20% de evitar un síndrome metabólico.

Algunos aspectos a tomar son importantes para su alimentación como:

• Una proporción del 55-60% de Hidratos de carbono en el aporte calórico.
• Una proporción del 15-20% de proteínas, es importante conocer la ingesta de proteínas vegetales, el pescado y la leche.
• Las grasas deben aportar un máximo del 30-35% en el aporte calórico, por lo cual es importante reducir las grasas y aceites saturados y tomar alternativas como aceites de oliva o canola.
• Aumentar la fibra entre 20 y 30 gramos al día, vegetales y frutas.
• Evitar en los desayunos jugos con alto contenido de azucares, ya que desestabiliza la glucemia.
• Horarios establecidos para las comidas.
• Desayunos saludables como avenas, pan integral y huevos.
• Consultar al nutricionista sobre su alimentación.

Estilo de vida y ejercicio.

La inactividad física y un estilo de vida inadecuado representan un factor elevado de riesgo cardiovascular, como cardiopatía isquémica, hipertensión arterial y obesidad. La realización de un ejercicio físico regular tiene la capacidad de prevenir la aparición de un síndrome metabólico, hay suficiente evidencia que mejora la resistencia a la insulina, la reducción de la presión arterial, la hiperglucemia, etc.

En lo que se refiere a ejercicio físico, es importante la realización de por lo menos de 30 a 40 minutos al día en ejercicios moderados como caminar y si realiza ejercicios intensos como ciclismo o trotar con 20 a 30 minutos al día llevara a un mejor estado físico y también ayuda a mantener el peso corporal.

Un cambio de estilo de vida ayuda de igual manera como el ejercicio físico, evitar horas de televisión y tomar otras medidas de relajación como pasear para evitar el ocio es fundamental para prevenir el síndrome metabólico, como también evitar el ascensor, caminar al trabajo o tomar el autobús en una o dos paradas más lejanas, son medidas aconsejables para la prevención.

El hábito de fumar tiene efectos negativos. Si fuma, déjelo de hacerlo ya que tiene el efecto de empeorar riesgos cardiovasculares al igual que un aumento de colesterol. El consumo de excesivo de alcohol es importante evitarlo, beber un vaso por día tiene efectos beneficiosos como la reducción del colesterol y mejorar la salud cardiovascular, los vinos rojos son recomendables.

Estrategias.

1. Reconocer que el síndrome metabólico es una masa de factores de riesgo.
2. Modificar el sistema de saludad que permita la identificación del síndrome para la prevención de diabetes y enfermedades cardiovasculares.
3. Educar a la población para una conducta más saludable
4. Reducir contenidos energéticos de alimentos y bebidas y disminuir las grasas saturadas.
5. Es mejor beber agua que bebidas azucaradas
6. Conocer el perímetro de la cintura, ya que una persona con exceso de peso y sobre todo abdominal, debe acudir al médico si su perímetro es mayor a 90 cm.

Se conoce como dieta mediterránea al modo de alimentarse basado en una idealización de algunos patrones dietéticos de los países mediterráneos,1 especialmente: España, Portugal, Francia, Italia, Grecia y Malta.

Las características principales de esta alimentación son un alto consumo de productos vegetales (frutas, verduras, legumbres, frutos secos), pan y otros cereales (siendo el trigo el alimento base), el aceite de oliva como grasa principal, el vinagre y el consumo regular de vino en cantidades moderadas

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