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Talla Baja


Enviado por   •  23 de Agosto de 2014  •  3.141 Palabras (13 Páginas)  •  374 Visitas

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Se considera que un paciente tiene talla baja, cuando su talla se encuentra más de dos desviaciones estándar (2 DE) por debajo del promedio poblacional esperado para su edad y sexo, o por debajo del percentil 3. El 80% de una población de niños cuya talla está entre -2 y -3 DE corresponde a una variante normal (talla baja familiar o constitucional); en cambio, la mayoría de los que están por debajo de 3 DE, se considera que tienen una talla baja patológica. Es importante tener presente que independiente del percentil talla/edad en que esté un niño, si la velocidad de crecimiento medida durante un período mínimo de 6 meses de observación, está bajo el percentil 25 de las curvas de crecimiento de Tanner, ese niño requiere un abordaje para descartar un trastorno en su crecimiento.

Factores condicionantes del crecimiento

 Factores determinantes: Genoma, indica el potencial de crecimiento

 Factores reguladores: Hormonas (tiroideas, sexuales, calcio trópicas) y factores del sistema de hormona del crecimiento (GH, IGF-1, IGF-2), otras hormonas anabólicas como la insulina y factores peptídicos que incluyen otros factores de crecimiento de tejido específicos (eritropoyetina, factor de crecimiento epidérmico, factor de crecimiento fibroblástico, entre otros)

 Factores realizadores: El esqueleto propiamente dicho

 Factores permisivos o externos: Ambientales (nutrición, factores psicosociales), patología sistémica

CLASIFICACIÓN DE TALLA BAJA

 Variantes normales :

Las dos causas más frecuentes de talla baja son las variantes normales de crecimiento. Estas comprenden:

 la talla baja familiar: Existen antecedentes familiares de talla baja. La disminución de la velocidad de crecimiento suele advertirse durante los 2 o 3 primeros años de vida y refleja el cambio desde el canal de crecimiento intrauterino al canal de crecimiento infantil. No hay alteraciones analíticas demostrables de factores de crecimiento. Suele haber antecedentes familiares de pubertad retrasada y con frecuencia de tallas bajas. A la exploración llama la atención una talla baja para la edad (puede estar debajo del P3), aparición tardía de signos puberales y una velocidad de crecimiento adecuada (> 4 cm al año). La edad ósea está retrasada habitualmente en torno a un año o a veces más.

 Retraso constitucional del desarrollo: Se observa una detención del crecimiento y de la maduración ósea. Sin embargo la característica de este retraso es la concordancia entre la edad estatural, la edad ósea y el desarrollo genital.

La talla baja familiar se presenta con frecuencia asociada a los retrasos constitucionales. Se define por una talla baja en uno o ambos progenitores, con talla y peso normales al nacimiento, una velocidad de crecimiento adecuada y una pubertad normal y una edad ósea compatible con la edad cronológica. Si los factores de crecimiento son normales, la talla final será baja pero dentro del rango de la talla genética. En algunos casos el hipocrecimiento está ligado a factores étnicos, con lo cual entraría dentro de las variantes de la normalidad.

 Trastornos primarios de crecimiento

Los trastornos primarios del crecimiento engloban una variedad de patologías que afectan al crecimiento desde una etapa muy temprana de la vida, por lo que suelen manifestarse clínicamente alrededor del nacimiento (origen prenatal). Se incluyen aquí diversas displasias óseas, como la acondroplasia y la osteogénesis imperfecta, que se manifiestan por talla baja disarmónica. El diagnóstico es habitualmente clínico y se confirma a través del estudio radiológico. Existe una larga lista de displasias óseas, enfermedades metabólicas y enfermedades genéticas que pueden afectar el crecimiento. El retraso intrauterino constituye un trastorno primario del crecimiento que puede afectar al 5-10% de los nacidos vivos, dependiendo del país considerado. Respecto a los de origen postnatal, clasificamos los hipocrecimientos de origen psicosocial, de origen nutricional, de enfermedades crónicas, de enfermedades esqueléticas, enfermedades endocrinológicas y también iatrogenia.

 Retraso del crecimiento secundario

Numerosas enfermedades sistémicas pueden retrasar el crecimiento. La mayoría de ellas constituyen cuadros clínicos de cierta gravedad que suelen ser crónicos. Entre ellos, se pueden mencionar cuadros digestivos, como el síndrome de mala absorción por enfermedad celiaca o trastornos inflamatorios intestinales del tipo de la ileítis regional. anemias graves y leucemias, o procesos tumorales, especialmente aquellos localizados en el sistema nervioso central (SNC), también pueden afectar al crecimiento.

DÉFICIT DE HORMONA DEL CRECIMIENTO (GHD)

La importancia de realizar un diagnóstico correcto, en niños con talla baja, de déficit de crecimiento viene dada por la necesidad de realizar dicho diagnóstico lo más pronto posible, con el fin de iniciar un tratamiento sustitutivo precoz. El GHD se puede definir como una combinación de anomalías auxológicas, clínicas, bioquímicas y metabólicas causadas por la falta o insuficiencia de GH. El GHD puede ser total o parcial. Los déficits son los más frecuentes en la práctica clínica y suelen presentarse de manera aislada, sin acompañarse de ninguna clínica, lo cual hace que el diagnóstico sea muy complejo. Una vez diagnosticado, el tratamiento ha de comenzar lo antes posible por tres razones:

1. Evitar el deterioro y alejamiento progresivo de los estándares de referencia con repercusión no solo sobre la talla sino también sobre la situación psicológica y la autoestima.

2. Evitar repercusiones metabólicas negativas conocidas, como pueden ser una pobre mineralización ósea, una acumulación excesiva de tejido adiposo a expensas de la masa magra o un incremento de los lípidos plasmáticos, y otras por conocer mejor, como el aumento de fenómenos de apoptosis, diferenciación celular, etc.

3. Conseguir la mejor talla posible al inicio de la pubertad.

Si no se trata a los niños afectados por las siguientes 5 indicaciones: GHD, síndrome de Turner, Insuficiencia renal crónica, síndrome de Prader Willi y talla baja idiopática, éstos podrían llegar a ser adultos de media 12-36 cm más bajos que el resto. Entre los niños que no reciben tratamiento con GH, los varones alcanzan una talla de entre 134-146 cm y las mujeres de 128-134 cm.

La GH actúa de dos formas, por un lado directamente

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