Tarea

Antecedentes del estudio.

Desde hace algunos años se han venido desarrollando estrategias de mejora en la calidad de agua para consumo humano. La aplicación de luz ultravioleta se ha utilizado en diversos escenarios socioeconómicos, siendo las áreas de escasos recursos y en países desarrollados, aquellas en las que inciden los estudios e intervenciones.

La validación de uso de rangos espectrales entre 220-280 nm, se fundamenta en el estudio de Beck, don se midió la sensibilidad espectral UV de Cryptosporidium parvum, colifagos, así como las esporas de Bacillus pumilus. Por encima de 240 nm, todas las bacterias y virus analizados mostraron un pico de sensibilidad relativa entre 260 y 270 nm. Estos resultados mejoran la monitorización de la dosis UV de dispositivos(5).

Brownell y colaboradores, desarrollaron un dispositivo de luz UV para desinfección. Se llevaron a cabo estudios para caracterizar el desempeño del dispositivo UV en el tratamiento de un caudal de 5 L / min. El estudio de campo en dos comunidades rurales en Baja California Sur demostró que el dispositivo UV reduce las concentraciones de E. coli a menos de 1/100 ml en 65 de 70 muestras. Basándose en estos resultados, concluyen que los dispositivos UV son una tecnología prometedora para el tratamiento de agua potable de los hogares(6).

Barstow y colaboradores desarrollaron un dispositivo de luz UV con materiales apropiados para la comunidad y técnicas de construcción sencillas. Se caracterizó sus propiedades hidrodinámicas y eficacia de la desinfección microbiana, logrando tasas de desinfección superiores a los recomendados(7)

Marco Teorico

Se define a la luz UV como aquel tipo de luz que tiene un espectro entre los 15 nm y 400 nm. Dicha radiación ha sido clasificada en luz UV tipo A (espectro entre 315 y 400 nm), luz UV tipo B (280 y 315 nm) y luz UV tipo C (200 y 280 nm). Al ser parte del espectro de luz, el sol es la principal fuente natural de luz UV, sin embargo gracias a la capa de ozono en la atmosfera, la mayor parte de la radiación UV de tipo B y C son repelidas hacia el espacio exterior.

Dentro de las principales aplicaciones en salud de la luz UV se encuentra la desinfección de alimentos, métodos de bronceado artifical, desinfección de agua para fines industriales y la polimerización de diversos materiales odontologicos.

El mecanismo mediante el cual la luz UV produce el daño a los acidos nucleicos es a través de la dimerización de los nucleótidos adyacentes, dado que cuando se alcanza un valor critico, la bacteria no puede replicar el ADN y muere. Sin embargo, se han descrito mecanismos de reparación del DNA a través de enzimas fotoactivadas.

Dentro de los factores que influyen en la efectividad de la luz UV se encuentra la dosis de irradiación, la especie de microbios, la población bacteriana, el tipo de luz UV. Si bien se ha identificado las dosis requeridas para mostrar reducción en el crecimiento, no hay un acuerdo general sobre las dosis necesarias para una desinfección segura.

Otro punto a tener en cuenta es la producción de sustancias derivadas de la irradiación, los que son llamados subproductos de desinfección; y que se generan en una cantidad muy escasa. Un punto a cosiderar es la producción de nitritos con luces UV debajo de 240 nm, no siendo significativo para efectos negativos en la salud.

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