Teoria general Desde las sociedades tribales hasta los estados absolutistas, es evidente un agigantado proceso evolutivo inherente a la cualidad social de cualquier estado existente.

Actividad 2.
Fausto Fernando España González.

Desde el momento en que la evolución de la distribución del trabajo  determinó, por un lado la formación de relaciones sociales más complejas que las relaciones de parentesco y, por otro lado, la consolidación de profundas desigualdades sociales entre los individuos y los grupos, se crearon conflictos tan fuertes que surgió la necesidad de organizar la población bajo el mando de un jefe, al que se le debía confiar la tarea de imponer las reglas necesarias para la producción y de limitar lo efectos disgregatorios de esos conflictos. De esta manera se produjo la transición de la comunidad primitiva a la organización política de la sociedad, en la que aparece por primera vez una forma rudimentaria de gobierno (Bobbio 2005, 711).

Tal y como se discutió en clase, el estado no es una forma de organización social perenne que ha sobrevivido estática en el transcurso de los siglos, al contrario, ha sufrido modificaciones diversas producto del cambiante ser humano.

Desde las sociedades tribales hasta los estados absolutistas, es evidente un agigantado proceso evolutivo inherente a la cualidad social de cualquier estado existente.

Sin embargo hay características que pareciera perdurasen en el transcurrir histórico de la sociedad organizada.

Tomemos como ejemplo el papel que juega el individuo investido con el poder espiritual, otrora en la época de los imperios pre estatales, este poder se encontraba depositado en un individuo que a la vez era cabeza del poder militar; con el tiempo esta investidura espiritual se vio alejada de la organización política gubernamental al menos de dicho, puesto que en el periodo de las monarquías estamentales a pesar de que la iglesia y la corona fueran instituciones descentralizadas, sí que es cierto que el rey, era rey por el derecho divino entregado a él al momento de nacer, y la iglesia ostentaba el poder fáctico del que era propietaria debido en gran parte a la condescendencia de la corona. A pesar de que el cisma de estos dos poderes en un solo individuo es real, no se trataba específicamente de una independencia de los poderes militar y espiritual, se trataba más bien de una estrecha relación simbiótica.

Ahora con respecto a la finalidad de esta organización social-política suprema, Dabin^[1] comienza por explicar que se trata del bien público, no obstante, la pregunta lógica obvia a la que esta explicación da lugar es notada también por el autor y se encarga ampliamente de definir ¿qué es este bien público?

En primer lugar lo público se encuentra mas allá del alcance de lo privado, el alcance de este bien público es abstracto por lo que no se necesita ni interesa conocer individualmente a cada individuo, lo público es a la vez todo el mundo en general y nadie en particular.

Los elementos de este bien público pueden reducidas a tres clases de necesidades públicas experimentadas por la masa del público, y que el estado trabajará por satisfacer, estas son: la necesidad de orden y paz, de coordinación y de ayuda.

Para la primera se hace necesaria la policía, que proscriba la violencia en todas sus formas y monopolice la coacción, de la misma forma es necesaria la justicia que diga el derecho, de esta forma llega el autor a la conclusión de que el estado tiene como uno de sus fines la realización del derecho.

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