Trabajo de Salud Mental

Voy a relatar una experiencia que viví cuando era reemplazante en el policlínico de Psiquiatría. Una de las funciones que debía realizar era la preparación de consulta diaria de Médico y Enfermera, además de la administración de medicamentos a pacientes Psiquiátricos.                      

•   Un día mientras la enfermera realizaba el control de pacientes, llaman al citofono del policlínico para comunicarse con ella, yo me dirijo al box donde realiza los controles para avisarle de dicha llamada, ella me solicita que mientras va a contestar me quede en el box acompañando al paciente. Cuando ella se retira el paciente se encuentra sentado en forma tranquila, yo entro al box dejando la puerta abierta y tomando asiento, de un momento a otro el paciente se levanta de su asiento y con una mano cierra la puerta de golpe afirmándola, se gira hacia mí y mirándome a los ojos me dice textualmente “sabe que después de todo ser loco no es tan malo, porque si yo la pesco la tiro a la camilla y la violo no me va a pasar nada porque yo estoy loco y no me pueden hacer nada”, en ese momento debo admitir que sentí mucho temor de lo que pudiera suceder, los segundos transcurridos fueron eternos sin poder reaccionar, luego me calmé recordando lo que me había dicho en una ocasión la enfermera “a estos pacientes no hay que demostrarles miedo”, entonces me dirigí a él con voz firme y segura solicitando que retirase la mano de la puerta y que volviera a su asiento, ya que la enfermera  regresaba a continuar con el control, él me miro fijo unos segundos y obedeció, yo me levante del asiento y abrí nuevamente la puerta con tranquilidad, volví al asiento y le pregunte si venía acompañado él me contesto que no, y comenzó a relatar porque había asistido solo, con quien vivía y cuál era su actividad diaria, en ese momento llego la enfermera y yo me retire.

 Pienso que mantener la calma ante lo sucedido e interactuar con el paciente    fue la forma más adecuada de afrontar la situación.

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