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Tricomoniasis


Enviado por   •  9 de Junio de 2015  •  2.790 Palabras (12 Páginas)  •  405 Visitas

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INTRODUCCIÓN

La tricomoniasis es una forma común de cervicovaginitis causada por el parásito unicelular Trichomonas vaginalis, infección de transmisión sexual. La incidencia más alta de la parasitosis se ha registrado en el periodo de actividad sexual máxima, durante el sangrado menstrual, cuando T. vaginalis aprovecha el hierro procedente del escurrimiento sanguíneo, circunstancia que propicia la capacidad de adherencia al epitelio escamoso vaginal.

Es una enfermedad de transmisión sexual, totalmente curable y extendida en el mundo entero. El agente causante de la enfermedad se conoce como Trichomonas vaginalis, un parásito unicelular flagelado, el cual puede ser encontrado con regularidad en la flora vaginal y en la flora bacteriana de la uretra masculina. En hombres es la causa más habitual de Uretritis No-Gonocócica. Es la enfermedad de Transmisión Sexual no Viral más común, con una prevalencia estimada que frecuentemente sobrepasa Gonorrea y Clamidia. La tricomoniasis en mujeres ocurre durante los años reproductivos. La infección antes de la menarquia o después de la menopausia es rara. Regularmente causa una infección asintomática aunque en algunas ocasiones se presenta la infección sintomática caracterizada por descarga vaginal fétida. El ser humano es el único huésped natural de la Trichomonas Vaginalis.

La tricomoniasis se encuentra frecuentemente asociada a otras enfermedades de transmisión sexual existiendo muchas veces infección concomitante con Chlamydia trachomatis, Gardnerrella Vaginalis y Neisseria gonorrhoeae transmitiendo también evidencias de un comportamiento sexual de alto riesgo.

OBJETIVOS

• Conocer los síntomas y prevenir la tricomoniasis en mujeres y hombres

HÁBITAT Y CICLO DE VIDA

El transporte del parásito entre las mucosas en el acto sexual se hace mediante las secreciones de quienes participan en él como el flujo vaginal, el líquido pre-seminal y el semen. Una vez que el parásito invade la mucosa genital, tiene preferencia por localizarse, en el caso de la mujer, en las glándulas de Bartholino y parauretrales y en sus secreciones, además de la vagina y el cérvix. En el hombre coloniza principalmente el surco balano-prepucial, las glándulas prepuciales, la uretra prostática y las vesículas seminales. Una vez que el trofozoíto se encuentra en la mucosa, se reproduce mediante fisión binaria longitudinal con un período de incubación que oscila entre 4 y 28 días, y crece con la presencia de sales de hierro, como las que se encuen¬tran en la sangre menstrual, y de la glucosa, presente en el epitelio vaginal durante la edad fértil; además, como ya se dijo, lo favorece el pH alcalino que genera tras colonizar el epitelio sano.

El ser humano es el único hospedero de T. vaginalis y su trasmisión, por lo general, es por contacto sexual, aunque se ha demostrado que también es posible mediante el uso de fómites y ropa interior, porque el parásito puede sobrevivir en la orina durante tres horas y en el semen durante seis horas. Además, se han encontrado parásitos vivos y con capacidad de infectar en inodoros, piscinas y zonas húmedas, tras 24 horas a 35 ºC. En ambientes secos, calurosos y en la luz solar directa, el parásito muere aproximadamente a los 30 minutos.

EPIDEMIOLOGÍA

La tricomoniasis es la Infección de transmisión se¬xual (ITS) no viral más extendida en el mundo, con una incidencia aproximada de 180 millones de infec-tados nuevos al año; sin embargo, este dato puede no corresponder a la realidad porque la enfermedad no es de reporte obligatorio, además de tener un curso silente en muchos hospederos (6,7). Predomi¬na en mujeres en edad fértil, con un pico entre los 16 y 35 años, grupo etario en el que se estima que entre el 10% y el 30% están infectadas. En Estados Unidos se calcula que ocurren aproximadamente 16 millones de infecciones nuevas al año, aunque solo se diagnostican anualmente entre dos y tres mi¬llones de casos en mujeres.

En Montería, en el año 2007, en un estudio sobre las ITS en un grupo de 69 trabajadoras sexuales (alto riesgo) y 16 amas de casa (bajo riesgo) se halló un reducido número de infectadas por T. vaginalis: solo 2,9% en el grupo de alto riesgo y ningún caso en el de bajo riesgo. En Medellín, en el año 2008, se hizo un estudio sobre ITS en mujeres pertenecientes al régimen subsidiado del Sistema de Seguridad Social, en el que se revisa¬ron 53.283 citologías; se halló que solo 1,4% fueron positivas para T. vaginalis, un dato muy por debajo de la prevalencia mundial. Entre las mujeres infec¬tadas, predominaron las de 20 a 29 años.

En un estudio sobre infecciones vaginales llevado a cabo en Armenia en 2007 y 2008, en el que se incluyeron 230 mujeres, algunas de ellas gestantes, la prevalen¬cia de esta infección fue del 5,7%, también más baja que la mundial. En el año 2009, en un centro de reclusión en Bucaramanga, se encontró un 6,5% de tricomoniasis en 124 reclusas. En otro estudio sobre ITS hecho en Bogotá en el año 2010, en el que participaron 1.385 mujeres en edad fértil, incluyendo un grupo de trabajadoras sexuales, se encontró, me¬diante frotis vaginal en fresco, una prevalencia de tricomoniasis del 0,8%; y en un subgrupo indepen¬diente de 634 mujeres se usó la técnica InPouch® TV, más sensible y específica que el frotis, y se halló una po¬sitividad del 1,2%; la información obtenida mediante el examen en fresco pudiera estar sesgada por ser un método menos eficaz.

MORFOLOGÍA

El trofozoíto es la forma usual e infectante del parásito. No se han descrito formas quísticas; sin embargo, en situaciones desfavorables, T. vaginalis puede interiorizar sus flagelos y adoptar una configuración de pseudo¬quiste. T. vaginalis mide de 7 a 23 micrómetros con una media de 13; puede presentar diferentes aspectos: en cultivos in vitro se puede observar como ovoide o piriforme; por el contrario, tras la adherencia a las células del epitelio genital tiende a adoptar una mor¬fología ameboide.

Los parásitos encontrados en pa¬cientes sintomáticos adoptan una forma más redon¬da, son más pequeños y sus flagelos son desiguales. Posee cinco flagelos, cuatro de ellos anteriores y uno posterior, cuya función es conferirle sus movimientos rápidos de traslación y rotación característicos. Los cuatro flagelos anteriores nacen en el blefaroplasto, encima del núcleo, y recorren el canal periflagelar, que está rodeado por la pelta, una red de microtúbu¬los que recubre parcialmente las estructuras basales

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