La controversia de la pesca de arrastre

La controversia de la pesca de arrastre

Katalina Duarte Cisterna

Según un estudio hecho por la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura en 2019, en Chile se consumen 15 kilos de productos marinos anualmente. Pero a cambio de estos se destruye un ecosistema marino por culpa de la pesca de arrastre, sin embargo, si esto método se prohibiera mas de 5.500 personas quedarían sin empleo.

La pesca de arrastre es utilizada para capturar animales marinos, esta consiste en arrastrar una red en el agua para atrapar los “objetivos”. Pero no solo los captura, sino que a su paso destruye el fondo marino, ya que esta red se lleva consigo todo lo que atrapa independiente si es su “objetivo principal” u otra cosa. Al atrapar una gran cantidad de peces reduce rápidamente su población llegando a agotarlas o colapsarlas.

“Así, la pesca de arrastre de fondo tiene muchos efectos más allá del empobrecimiento de los stocks de la especie objetivo como, por ejemplo, la alteración de la morfología del fondo del mar y de los ciclos de nutrientes encontrados en éste, el aumento de la turbidez del agua, alteraciones a la biodiversidad y mortalidad bentónica, y la remoción de sedimentos que quedan suspendidos.” (Sapag, 2021)

La pesca de arrastre también afecta a la pesca artesanal, ya que “el sector industrial concentra el 60% de la cuota anual de la merluza común, quedando el restante 40% para mas de 2000 botes de pescadores artesanales” (Mundo Acuícola, 2021), esto genera una baja demanda a los pescadores artesanales, pues las industrias pesqueras atrapan la mayoría de los peces, vendiéndolos más baratos.

Pero qué pasaría si prohibiéramos la pesca de arrastre. Las industrias que la implementan bajarían sus ofertas, mientras que la demanda de los pescadores artesanales aumentaría. Esta situación es beneficiosa desde ese punto de vista, pero como los pescadores artesanales no tienen la misma capacidad de captura que la pesca de arrastre, se generaría escasez y un aumento de precio en algunos productos marinos.

Además, al eliminar la pesca de arrastre se generaría una gran tasa de desempleo, pues resulta que es un pilar de la industria y el empleo. “El impacto socio económico que genera esta actividad es importante para el país. Se lleva a cabo principalmente en siete comunas, generando trabajo directo para más de 5.500 personas e indirectamente a 15 mil más, con un efecto de empleo comunal de 9.5%.” (ASIPES).

Al paso del tiempo la pesca de arrastre ha ido evolucionando por los cambios tecnológicos en los que invierten y así desplazando su frontera de posibilidades de producción. Permitiendo que la captura de la pesca de arrastre sea mas objetiva en su captura.

Y con todo esto, ¿Qué ha hecho el Estado?, anteriormente se prohibió una pesca de arrastre, la de la Jibia, esto termino generando la perdida de mas de 2 mil empleos de la pesca industrial, y el país dejo de percibir más de US$120 millones en exportaciones. “La “Ley de la Jibia” estableció que este recurso solo puede ser capturado con artes de pesca artesanales, pero termino destruyendo la cadena compradora de Jibia artesanal. Al final los únicos beneficiados por esta ley fueron los barcos de factoría que se acercan a Chile, ya que podrán capturar Jibia sin cuotas mientras no estén en aguas jurisdiccionales” (Cepeda. M. 2020).

En conclusión, la pesca por arrastre puede ser percibida de buena o mala forma, todo depende del punto de vista. Si lo vemos del lado social y medioambiental la pesca de arrastre debería ser prohibida, por su efecto negativo en el fondo marino y en los ingresos de los pescadores artesanales, pero si lo vemos por el lado económico, la pesca de arrastre es una buena forma de generar ingresos y mejorar la economía de una forma fácil y además produce una gran cantidad de empleos. En este caso el Estado debe encontrar alguna forma de que los involucrados en esta controversia estén conformes.

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