Resumen Iliada.

CANTO XII
Personajes:

 Aquiles, Héctor, Zeus, Atenea
Resumen:

     Ambos ejércitos se habían puesto en un lugar seguro en el campo, cuando Héctor, estando él solo, permaneció frente a Aquiles que volvía de perseguir a Febo el cual lo había engañado para alejarlo de la muralla. Desde el muro sus parientes querían detener a Héctor los cuales lloraban desolados e intentaban convencerlo de que se quedara dentro de las murallas. Pero sus esfuerzos fueron en vano, porque a éste el pudor y a aquél el afecto les impedía retirarse del lugar; sin embargo, apareciéndosele un dios bajo aspecto de hombre, hizo huir a Héctor atemorizado. Lo persiguió fieramente Aquiles y ambos le dieron tres vueltas alrededor de la muralla. Entre tanto Zeus, compadeciéndose de Héctor, pesó su destino en la balanza y decretó su muerte. Febo lo abandonó al instante y Atenea lo incitó a combatir bajo la apariencia de su hermano Deífobo. De esta manera los héroes se unieron en singular combate en el que estando presente Atenea, ayudo a Aquiles y se burlo de Héctor con su terrible engaño. Finalmente, Aquiles, en lo más álgido del combate lo atravesó con su lanza, lo despojo de sus armas e insultándolo y manchándose de ignominia, insulta a los suyos y atado a su carro lo arrastra hacia la base naval para así ultrajar el cadáver. Toda la ciudad lloro la muerte de su querido Héctor y gritaron amargamente sus parientes desde la muralla y Andrómaca fue llevada a su casa.

CANTO XIII

Personajes: 

Aquiles, Agamenón, Afrodita, Febo, Bóreas, Céfiro.
Resumen:

     Los mirmidones dejaron sus armas alrededor del féretro de Patroclo, yendo delante Aquiles quien poco después les preparo el banquete fúnebre. Él mismo ceno ante Agamenón y anuncio las exequias para el próximo día. A la siguiente noche se le presento durante el sueño la imagen de Patroclo que le pidió justos funerales. Por mandato de Agamenón se llevaron leños por la mañana, se presento el cuerpo y se dispersaron las caballerías de Aquiles y de los demás; sacrificadas ante él muchas víctimas y los doce jóvenes troyanos, se hizo la hoguera, se encendió y ardió con el viento del Bóreas y del Céfiro, mientras el cuerpo de Héctor era preparado por Afrodita y por Febo. Al día siguiente se recogieron y llevaron a la urna los huesos de Patroclo para que estuvieran algún día, según la promesa hecha por Aquiles, junto con los de él; se levanto también un túmulo improvisado. Aquiles añadió en honor del difunto, certámenes de varias clases en los que se llevan premios y regalos los principales jefes aqueos. En equitación: Diomedes, Antíloco, Menelao, Merión, Eumelo y Néstor; en pugilato: Epeo y Eurialo; en lucha: Áyax Telamonio y Odiseo; en carreras: Odiseo y Áyax el menor, así como Antiloco; en competencia de armas: Diomedes y Áyax Telamonio; en disco: Polipetes; en flechas: Meriones y Teucro; y lanzando dardos: Agamenón y Meriones.

CANTO XIV

Personajes:

Príamo, Aquiles, Paris, Apolo, Zeus, Helena, Iris, Hécuba, Andrómaca, Hermes.
Resumen:

     Terminados los juegos por las exequias de Patroclo, los aqueos se entregaron a la cena y al sueño; Aquiles permaneció insomne y durante la mañana arrebato el cadáver de Héctor atado a su carro cerca del túmulo de Patroclo, y repitió esta profanación ante los dioses durante varios días, en parte se dolieron de ello, y en parte se alegraron; compadecido Febo, que guardaba aun íntegro el cuerpo, se queja ante todos gravemente, y por esto Zeus, llamando a Iris por medio de Tetis, mando a Aquiles a que desistiera de tanta crueldad y que no rehusase devolver el cuerpo a los que querían redimirlo; al mismo tiempo y por su mandato, Iris exhorto a Príamo a que, pagado el rescate de redención, recibiera el cuerpo de su hijo Héctor. Se llevaron a cabo estas gestiones doce días después de la muerte de Héctor y el cadáver todavía seguía intacto. Príamo, durante la noche, al igual que Hécuba y todos los demás troyanos, reunieron preciosos dones y cargaron con ellos un carro conducido por el pregonero Ideo y mandaron que se preparase otro. Entonces hechas las libaciones y aceptado el augurio directo, comenzaron a recorrer el camino hacia las naves aqueas. Hermes llego ante Príamo por mandato de Zeus, y lo lleva a la tienda de Aquiles. Aquiles, vencido fácilmente por las súplicas del rey, recibió el precio de la redención, le devolvió el cuerpo lavado, envuelto en túnicas y le concedió al Rey Príamo once días de tregua para la sepultura de su hijo Héctor y ofreciéndole honrosa cena lo manda a descansar. Al amanecer del día siguiente, conduciéndolos Hermes, Príamo llevo el cuerpo a la ciudad a cuya vista salieron todos los troyanos con grandes lamentos; fue colocado poco después en palacio, después de haberse presentado los cantores, lloraron Andrómaca, Hécuba y Helena. Hecha después la pira, se celebro el funeral y el banquete en nombre de Héctor.

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