A propósito de Emilia Ferreiro Al sabor de la lectura

A propósito de Emilia  Ferreiro

Al sabor de la lectura.

 La primera vez que me di cuenta que aprendí a leer, fue a la edad de cuatro años iba camino a ver a mis abuelitos que viven en Tierra Blanca, Guanajuato  estaba en  los brazos de mi mamá y me  había quedado dormida por que el camino estaba largo, me despertó pues nos habíamos parado para comprar un helado, me  preguntó que de que sabor iba a querer mi helado, esta parada observando una cartulina de color rosa que tenían colgada, cuando mi mamá estaba por decirme los nombres de los helados que tenían, comencé a leer, aún  recuerdo  la sensación que dejaron las palabras en mi boca al leerlas  y la felicidad  que mi papá me había expresando, me alzo en sus brazos y me dijo que estaba muy feliz por mí.  En lo que sobraba de camino me la pasa leyendo los anuncios de la carretera, al llegar a casa de mi abuelitos mis mamá le conto que ya sabía leer, me felicitaron y mi abuelito me dio una lista de cosas que había surtido de la tienda para que se la leyera en voz alta para él, (lo recuerdo sentado en una gran silla de madera, recuerdo el  olor de la silla  y como crujía el piso de madera a mis pies) así fue como aprendí a leer.

Realmente no sé exactamente el día que aprendí a leer, pero recuerdo las lecciones que mi mamá me ponía todas la tardes, el libro era grueso de color verde con amarillo y de portada un león. Mi papá me revisaba las lecciones que yo hacía   y cada que estaba bien el me daba una paleta en forma de puerquito color rosa, me sentaba en sus piernas y me la comía tranquilamente.

Me gusta recordad esto, mi papá no es una persona muy cariñosa y casi no demuestra sus sentimientos, pero en esos dos recuerdos me hacen muy feliz porque es la primera vez que yo recuerdo ver sonreír a mi padre por algo que yo hice.

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