Alma Ausente
alejandracuna28 de Julio de 2014
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COMENTARIO DE TEXTOS
Federico García Lorca, “Alma ausente”, Llanto por Ignacio Sánchez Mejías, 1935.
No te conoce el toro ni la higuera,
ni caballos ni hormigas de tu casa.
No te conoce el niño ni la tarde
porque te has muerto para siempre.
No te conoce el lomo de la piedra,
ni el raso negro donde te destrozas.
No te conoce tu recuerdo mudo
porque te has muerto para siempre.
El otoño vendrá con caracolas,
uva de niebla y montes agrupados,
pero nadie querrá mirar tus ojos
porque te has muerto para siempre.
Porque te has muerto para siempre,
como todos los muertos de la Tierra,
como todos los muertos que se olvidan
en un montón de perros apagados.
No te conoce nadie. No. Pero yo te canto.
Yo canto para luego tu perfil y tu gracia.
La madurez insigne de tu conocimiento.
Tu apetencia de muerte y el gusto de su boca.
La tristeza que tuvo tu valiente alegría.
Tardará mucho tiempo en nacer, si es que nace,
un andaluz tan claro, tan rico de aventura.
Yo canto su elegancia con palabras que gimen
y recuerdo una brisa triste por los olivos.
Resumen:
El poeta lamenta la muerte de su amigo y expresa su temor a que sea olvidado. Para evitarlo, pretende hacerlo inmortal a través de su poesía.
Tema y organización de las ideas:
El poema constituye una elegía a Ignacio Sánchez Mejías y, como tal, presenta una organización propia de este subgénero:
La primera parte, constituida por las cuatro primeras estrofas (de cuatro versos blancos, endecasílabos los tres primeros de cada estrofa, eneasílabo el que se repite como un estribillo), llora la muerte del torero y lamentan su pérdida en un tono oscuro, pesimista y desgarrado.
La segunda parte comporta un cambio en la forma (versos alejandrinos, que dotan de solemnidad al poema, y estilo sincopado que aceleran el ritmo marcado hasta entonces) y en el contenido. Ahora el poeta canta a la memoria de su amigo para la posteridad.
El tema es el llanto por la muerte del amigo y la alabanza a su persona.
Comentario crítico
Federico García Lorca es conocido como uno de los poetas más populares e internacionales de la generación del 27.
A pesar de su condición social acomodada no perdió el contacto con el campo andaluz (había nacido en Fuentevaqueros, Granada) y el pueblo, lo que le llevó a adquirir un profundo conocimiento del folclore andaluz y a utilizar este material (formas, temas y expresiones) en su obra. Consiguió así un estilo muy característico que aúna lo popular y tradicional (lírica posterior al siglo XV y canciones andaluzas ―cante jondo―) y lo culto y vanguardista (influencia de los clásicos, sobre todo Góngora, Juan Ramón Jiménez, y movimientos como el Surrealismo).
Esta mezcla se puede apreciar en el texto “Alma ausente”. Aquí el poeta juega con los dos materiales para organizar el contenido:
En la primera parte desarrolla la tragedia, el dolor y el llanto apoyándose en elementos tradicionales (rima asonante, paralelismos, repeticiones, metáforas y simbolismo, hipérbole, pleonasmos…) mientras que en la segunda se aprecia el influjo del modernismo (alejandrinos) y las vanguardias (versos libres, elipsis, lenguaje depurado propio de la poesía pura…)
Constituye, pues, el poema una síntesis de la obra poética del autor: en el llanto a su amigo Ignacio Sánchez Mejías está el Lorca del Romancero gitano y el Poema del cante jondo y el Federico de Poeta en Nueva York, que ha encontrado en esa ciudad su nueva voz poética tras una profunda crisis existencial
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